Archivo de la categoría: Sin categoría

El grito de la vecindad del Alto de Errondo y de Aiete

Iker Marín

Viernes, 5 de enero 2024, 01:00

«Alkate Jauna, en este tiempo nuestras relaciones han sido siempre educadas, y en alguna ocasión amistosa, por eso tengo dudas de hacer pública, por descortés, esta carta. Pero no nos queda otro remedio, es una salida desesperada, una llamada de auxilio, un reclamo extraordinario a tu atención en nombre de la gente del Alto de Errondo y de Aiete». Así comienza la carta abierta que Félix Pérez, presidente de la asociación de vecinos de Aiete Lantxabe, escribe a Eneko Goia. Lo hace, señala, porque «el Alto de Errondo sigue impasible, como centinela que ve pasar los cambios, sin que a él le pase nada. Nos resulta difícil entender las razones del aislamiento del barrio».

El portavoz de los vecinos de Aiete y el Alto de Errondo cree «oportuna» esta carta «porque estáis organizando los presupuestos del año que viene». Achaca a Goia que en la rueda de prensa que ofreció el martes en el Ayuntamiento para presentar los retos de la ciudad en 2024 no hubiera ningún proyecto referido a Aiete.

Considera que el presupuesto municipal que se presentará a finales de mes debería tener una partida correspondiente para la construcción de un funicular o ascensor que comunique el Alto de Errondo «con la ciudad llana, con Amara». «Mantenemos otros retos que tenemos como barrio pero el del funicular es el que requiere una partida específica y es quizás el más urgente», explica en su misiva dirigida a Goia.

Recuerda Félix Pérez al alcalde que «en la víspera de las elecciones municipales tuvimos una reunión en el Topaleku de Aiete». Los principales proyectos que la agrupación puso encima de la mesa fueron, además del funicular, la apertura de los jardines de La Cumbre, culminar la red de bidegorris en el barrio, apoyar al caserío Katxola como centro de interpretación del bosque de Miramon y recuperar el monte Oriamendi como centro paisajístico y memorial de la ciudad.

«Todas ellas fueron respaldadas por tu alcaldía y por la concejala de Participación Ciudadana», señala. Y continua: «Han pasado casi 8 meses y no ha sido posible encontrar salida a ninguna de estas propuestas». En este sentido, denuncia el «mutismo» del alcalde «y de los concejales a los que tú nos remitías».

Carta de los vecinos de Aiete a los Reyes Magos… y al alcalde

Por A. E. / REDACCIÓN 4 enero, 2024

Aiete encara este 2024 con la lista de deseos en la mano. Unos deseos que, tal y como recuerdan en un comunicado desde la asociación vecinal Lantxabe, ya presentaron a las autoridades municipales el 25 de abril de 2023. Sin embargo «han pasado casi ocho meses desde aquella cita y no ha sido posible encontrar salida a ninguna de estas propuestas». Explican que les anima a escribir esta carta «la afirmación del alcalde Eneko Goia de que 2024 será el año del empuje para San Sebastián».

Deseos hay unos cuantos, pero uno es especialmente importante: «Queremos que el funicular del Alto de Errondo a Amara esté entre las partidas presupuestarias de 2024. A sus pies, la ciudad ha sufrido una profunda trasformación, y el Alto de Errondo sigue ahí impasible, como centinela que ve pasar los cambios», critica Lantxabe, que denuncia «el aislamiento» del barrio.

«Las vísperas de la fiesta de los Reyes Magos nos convocan a la ilusión. El Ayuntamiento construye la figuración de que los reyes bajarán en funicular desde Igeldo. Permítanos, Alkate Jauna, que apliquemos el sueño para decirte que, el año que viene, los Reyes, Olentzero o Mari Domigi pueden bajar a Anoeta en funicular desde el Alto de Errondo».

Otros deseos

Otro deseo que manifiestan los vecinos de Aiete es la apertura de los jardines de La Cumbre a la ciudadanía donostiarra. Y que se culmine la red de bidegorris en el barrio.

También piden que se apoye al caserío Katxola como centro de interpretación del Bosque de Miramon. «Y que se recupere el Monte Oriamendi como centro paisajístico y memorial de la ciudad, que el avance del Plan General ni siquiera cita».

En el comunicado Lantxabe insiste en que en la reunión del pasado abril «todas estas iniciativas fueron respaldadas por la Alcaldía y por la concejala de Participación Ciudadana».

Olentzero ¡Hor dago Aiete!

Ayer domingo 24, desde muy pronto, en la Hiru Damatxo, decenas de familias, de niñas, de niños, de aitona-amonak, ocupaban toda la plaza en espera del ‘aterrizaje’1 del muñeco Olentzero.

Cada año la expectación por la llegada del Olentzero es mayor en Aiete. Este 2023 la comitiva de simpatizantes iba desbordando calles, plazas, arkupes de un barrio cada vez más pleno.

El mítico carbonero anuncia las fiestas del solsticio de invierno, cuando las noches son más largas. Para acompañar a la nutrida comitiva que celebra la llegada del Olentzero al barrio, contamos con las hermanas Ezeiza, virtuosas trikitilaris,

Ana y Juancar en la plaza-parque de Otxanda

y con Ana y Juancar, como txistu y tamboril, pareja que, contra viento y marea, ahí están, año tras año, con su gran sabiduría instrumental y su extraordinario humor. Nunca podemos llegar a agradecerles tanto como se merece su generosidad. “Hay personas que luchas toda la vida, esas son las imprescindibles»

Horra, Horra, en Etxadi

Las tres mujeres y Juancar, acompañan las canciones, que celebrar la figura del carbonero, ensayadas por el alumnado de la Ikastetxe,: ‘Bizar zuri’, ‘Horra Mari Domingi’, ‘Kax Kax Kax atean’, ‘Hator Hator’, ‘Olentzeroren joan zaigu’ o ‘Din dan don’.

Soportales de Etxadi

Sin los cuatro anderos, aitas de la chavalería, no sería posible la marcha del Olentzero

Y de esta manera recorremos el centro del barrio, desde Hiru Damatxo, en el centro de una variada comunidad escolar formada por la Aiete Ikstetxea, el Lizeo Axular, el Colegio Inglés, Gautena, el Colegio Alemán y, por poco tiempo ya, las Jesuitinas; colegio que nutrió la comitiva de los primeros años en que Lantxabe tomó el relevo de ‘organizar el recibimiento al Olentzero’, allá por los años 2004-2005.

Ahora, Lantxabe y la Aiete Ikastetxea, solicitan que el edificio que abandonan la Jesuitinas siga siendo un equipamiento educativo y en él se pueda cursar la enseñanza publica secundaria.

en la plazoleta de Etxadi

…y desde la Hiru Damatxo…hasta la plazoleta de Etxadi, referencia en Aiete para diversas actividades; después al Topaleku, tan asociado a la marcha del Olentzero,

Este año en el Topaleku, foto de parte del grupo, el que pudo subir a la escalera

en el Topaleku

y desde aquí a la plaza de Munto, al parque de Otxanda: fin de la fiesta, por todo lo alto; este año acompañados por la imaginativa caseta obra de los internos e internas del centro de día y residencial de Munto ¡Qué gran obra social!

El Olentzero del Centro Munto

Aiete ¡Hor dago!

Esa es su gente. Dicen que es un barrio joven. Lo debe ser. Un barrio pleno de energía, de salud democrática, participativa, defensora de su idiosincrasia, de sus hijas e hijos, de sus aitonas-amonak y de sus derechos de ciudadanía: Escuela pública de secundaria, ascensor de Alto de Errondo, recuperación del Monte Oriamendi, apertura a la gente de ‘La Cumbre’, mantenimiento del caserío Katxola

1(Aterrizaje porque el mítico carbonero, obra de la propia chavalería de la Aiete Ikastetxea, habita en la planta primera y la plaza está en la base de la escuela. El «txotxongilo» se hereda de generación en generación y, cada año, es el alumnado de primero y segundo de primaria, y sus ama-aitak son los encargados de llevarlo en volandas porque las andas pesan mucho para las infantes)

Olentzero ¡Hor dago Aiete!

Goiz-goizetik, Hiru Damatxon, dozenaka familiak, neskek, mutikoek, aitona-amonek, plaza osoa betetzen zuten Olentzero panpinaren «lurreratzearen» zain.

Gero eta ikusmin handiagoa dago Aieten Olentzeroren etorreraren inguruan. 2023an, jarraitzaileen segizioa gero eta auzo osoagoko kale, plaza eta arkupeak gainezka egiten ari zen.

Aieteko jauregiko lorategietan. Ate nagusia

Ikazkin mitikoak neguko solstizioko jaiak iragartzen ditu, gauak luzeagoak direnean.

Olentzeroren etorrera ospatzen duen segizio oparoari laguntzeko, Ezeiza ahizpak, trikitilari bertutetsuak, eta Ana eta Juancar, txistu eta danbolin jotzaileak ditugu. Bikote hori, haize eta marearen aurka, hor dago, urtez urte, bere jakinduria instrumental handiarekin eta umore apartarekin. Ezin diegu inoiz beren eskuzabaltasuna merezi duten bezainbeste eskertu. «Badira bizitza osoan borrokatzen duten pertsonak, horiek dira ezinbestekoak»

Lehen planoan, Topalekun, Ezeiza ahizpak, Ana eta Juancarrekin

Hiru emakumeek eta Juancarrek, ikazkinaren figura ospatzeko, Ikastetxeko ikasleek entseatutako abestiak laguntzen dituzte: «Bizar zuri», «Horra Mari Domingi», «Kax Kax atean», «Hator Hator», «Olentzeroren joan zaigu» edo «Din dan don».

Lau andero gabe, haurtzaindegiko aitatxi, ez litzateke posible izango Olentzero joatea
Eta horrela auzoaren erdigunea zeharkatu genuen, Hiru Damatxotik, Aiete Ikstetxea, Axular Lizeoa, Ingeles Ikastetxea, Gautena, Alemaniar Ikastetxea eta, denbora gutxiz, Jesuitinak osatzen zuten eskola-komunitate zabal baten erdian; ikastetxe horrek elikatu zuen Lantxabek 2004-2005 urteetan «Olentzerori harrera antolatzeko» txanda hartu zuen lehen urteetako segizioa.

SONY DSC

Orain, Lantxabek eta Aiete Ikastetxeak eskatu dute Jesuitinak uzten dituzten eraikinak hezkuntza-ekipamendu izaten jarraitzea eta bertan bigarren hezkuntza publikoa egin ahal izatea.

… eta Hiru Damatxotik… Etxadiko plazatxoraino, Aieten hainbat jardueratarako erreferentzia dena;

Topalekuko eskaileretan

gero Topalekura, Olentzeroren martxarekin hain lotua, eta hemendik Munto plazara, Otxanda parkera: jaiaren amaiera, goitik behera; aurten, Muntoko eguneko zentroko eta egoitzako barrukoek eta barrukoek egindako etxola irudimentsuarekin batera.

Txotxongiloak Otxanda parkean

Aiete, Hor dago!
Hori bere jendea da. Auzo gaztea omen da. Hala izan behar du. Energiaz, osasun demokratikoz, partaidetzaz beteriko auzoa, bere idiosinkrasiaren, seme-alaben, aitona-amonen eta herritartasun eskubideen defendatzailea: bigarren hezkuntzako eskola publikoa, Errondo gaineko igogailua, Oriamendi mendia berreskuratzea, «La Cumbre» ko jendeari irekitzea, Katxola baserria mantentzea

DonostTik lleva a su portada el caserío Katxola

Y edita esta foto

Olentzero y Mari Domingi saludando el 24 de diciembre de 2022 desde el caserío Katxola de Aiete. Foto: Santiago Farizano

Mezclamos el reportaje de DonostTik con la estancia del Olentzero y Mari Domingi el año pasado en el caserío.

Este año también le esperamos en la Hiru Damatxo para recorrer el barrio. Al final, en el plaza de Otxanda, Emaus ha preparado una caseta en su honor

DonostTik charla con Aitor Ventureira para rescatar de entre el turrón y los anuncios el meollo de las costumbres que nos acompañan desde tiempos ancestrales. Rituales que cambian… pero no tanto

Olentzero, los colores rojo y verde, la letra de los villancicos, los abetos, los rituales propios de estas fechas. Navidad es una muy buena ocasión para charlar con Aitor Ventureira, gran conocedor de la cultura vasca

Ventureira parte del inicio, contando que el solsticio de invierno se celebraba como fiesta pagana ya en la antigüedad. «Es el momento en que se ve despertar la naturaleza poco a poco y los días, despacio, empiezan a ser más largos. Traducido a hace mil años, la luz comienza a ganar a la oscuridad, los árboles empiezan a dar sus frutos. Y siempre se han hecho rituales para acompañar a la naturaleza».

No en vano se situó el nacimiento de Jesucristo en esta fecha, el 25 de diciembre. «Ya dice la Biblia que Cristo es la luz que vence a las tinieblas, y su nacimiento es justo cuando empieza a ocurrir eso».

El solsticio era entendido como un ciclo, no como una fecha concreta, así que los rituales se alargaban, explica Ventureira. En particular los de invierno comenzaban en noviembre, cerca de nuestra festividad de Todos los Santos, y se alargaban hasta la Cuaresma.

«Estaban presentes el despertar de la naturaleza dormida, que ya hemos citado, la fertilidad y el fuego como elemento renovador. El fuego es la representación del sol en la tierra, energía, luz, calor. El fuego renueva las energías gastadas», ilustra Ventureira.

Olentzero… y el fuego

‘Entroncado’ con el fuego hay un elemento navideño que se repetía en las culturas europeas: el tronco de Navidad. «Se elegía un tronco en el monte y durante un tiempo la mujer de la casa iba y le explicaba por qué había que cortarlo. Después se cortaba, se bajaba a la casa y era recibido con una auténtica celebración. El tronco ardía en las fechas señaladas… se apagaba por la noche y se encendía de día. Lo que quedaba se reservaba y se les hacía pasar por encima a los animales, a la vez que la ceniza se esparcía por los campos. Y los restos se volvían a prender cuando llegaba una tormenta, por ejemplo. Era un elemento de protección».

Entre los muchos nombres que se le daban al tronco en distintas culturas, hay uno bien conocido en Euskal Herria: Olentzero. «Olentzero es una personificación de ese tronco y por eso el personaje está muy vinculado con el fuego: es un carbonero con los ojos rojos. De hecho en algunos lugares se le quemaba para despedir a las viejas energías».

Comenta Ventureira que hay versiones en que Olentzero es muy bueno, ayudaba para que no faltara el pan en los caseríos, por ejemplo. Pero en los textos de los villancicos se le tilda de cabezón, borracho, tripudo… «En Elduain se decía que cortaba el cuello a los niños. Esas ideas y esos textos nacieron con la cristianización. Contra el mito pagano, que era muy popular, solo se podía luchar convenciendo a la gente de que en realidad era negativo».

Verde y rojo, colores de la Navidad

De la antigüedad heredamos también las plantas que son típicas de estas fechas: el abeto, el acebo y el muérdago.

«Los pueblos nórdicos decoraban un roble con manzanas y velas encendidas, y cuenta la leyenda que apareció San Bonifacio y sustituyó esos robles paganos por el abeto, que apuntaba hacia Dios y tiene hoja perenne como representación de la vida eterna».

Respecto a otra de las plantas, el acebo, aprovecha Ventureira para pedir que no se coja porque está en un claro retroceso. Se puede comprar en los viveros sin hacer daño al bosque. Y continúa: «tanto el acebo como el muérdago son elementos de fertilidad. Cuando el bosque está dormido el acebo está rojo y verde. Y esas energías que habitan en la naturaleza están en el interior de ese árbol que yo me llevo a casa para que me acompañen. No es casualidad que el verde y el rojo sean los colores de la Navidad», explicó Ventureira.

Según parece tampoco es casualidad que en las películas americanas veamos que las parejas se besan bajo el muérdago colocado en el marco de la puerta. «Es una tradición que viene de Irlanda, antiquísima, y se refiere a la fertilidad».

Aitor Ventureira es un experto en mitología y cultura vasca y es coautor de la obra Rutas Mitológicas Vascas editada por Txalaparta y coautor de ‘Los árboles nos cuentan su historia’. Tiene un blog en DonostiTik y está al frente, junto a Gabriel Negrín ‘Gabi’ de la asociación cultural Hojarasca, que organiza salidas al bosque.

Por A. E. / REDACCIÓN 23 diciembre, 2023

TIZA

En vuestro lecho de muerte, en vuestro último aliento, no escaparéis a la mirada de los niños de Gaza cuya infancia traicionasteis

Paul Laverty / Traducción: Ana González Hortelano 21/12/2023

Un niño de ocho años de la ciudad palestina de Rafah sentado en las ruinas de su casa bombardeada por Israel, el 18 de noviembre

[Paul Laverty, Edimburgo, 19 de diciembre de 2023]

Traducción: Ana González Hortelano.

Versión original en inglés.

Publicado en Ctxt

—————————-

Paul Laverty (Calcuta, 1957) es abogado y guionista escocés, colaborador ingénito de Ken Loach, con quien ha conseguido dos Palmas de oro. Su filmografía ofrece un repaso a los conflictos sociales más importantes de los últimos treinta años. Siempre con el foco puesto en los de abajo, ha abordado la alienación de la juventud en la Gran Bretaña desindustrializada e infestada de drogas (Felices dieciséis), la explotación de los inmigrantes (En un mundo libre), la privatización de la guerra (Route Irish), el desguace del Estado del bienestar (Yo, Daniel Blake) o la precarización del trabajo en la era de Uber y Amazon (Sorry we missed you). También se ha enfrentado a cuestiones históricas como la Guerra de Independencia de Irlanda (El viento que agita la cebada) y el pillaje imperial de América (También la lluvia). Su última película, El viejo roble, se ha estrenado este año. 

El precio que Israel pagará por el genocidio es la desintegración moral.

Su clase dominante está impregnada de cinismo y arrogancia

La desintegración

Moshe Dayan dijo en 1967 que Israel debe actuar como un perro rabioso, para que sus enemigos sepan que sus acciones hostiles recibirán una respuesta inconmensurable. Una estrategia que amplía infinitamente el bíblico “ojo por ojo”.

Golpear escuelas, destruir hospitales, matar, matar, matar. De acuerdo, lo hemos entendido, pero no sé si los líderes de Israel se dan cuenta del tsunami de horror que están desatando en la psicoesfera global. Un mes de horror ininterrumpido que, en primer lugar, borró de la psique colectiva el horror del 7 de octubre, y luego produjo las condiciones para una mutación monstruosa en la percepción de Israel por parte de la mente planetaria.

Desde una perspectiva clínica, la gran mayoría de los israelíes hoy aparecen como psicópatas que han perdido toda inhibición moral y, por lo tanto, son peligrosos para los demás pero también para ellos mismos y para cualquiera que confíe en ellos, para cualquiera que de alguna manera les haya entregado su destino.

Todo Occidente, por razones que no tienen nada de nobles (el sentimiento de culpa vinculado al Holocausto que se ha transformado en una identidad negativa de Europa), ha entregado su destino a Israel. El presidente Biden ha entregado su destino a Israel.

Ha habido masacres en el pasado: las de Daesh y Bashir el Assad en Siria, las de Faluya bajo el fósforo blanco de los estadounidenses en 2005, etc. Pero ninguno de los innumerables estallidos de violencia se había transmitido en todas las pantallas del mundo de forma continua durante un mes o quién sabe cuánto tiempo más. Nadie había ocupado tan completamente la infosfera y, en consecuencia, la psicosfera de todo el planeta.

¿Qué consecuencias esperan los vengadores israelíes de este tsunami de horror, más allá de la improbable aniquilación de Hamás?

¿Se puede exponer el cuerpo torturado de toda una población sin pagar el precio?

Imagen de la manifestación en solidaridad con el pueblo palestino, en Donostia. UNANUE  21-X-23

Nadie sabe cómo evolucionará la situación político-militar, pero podemos suponer que los Estados árabes, mucho más atentos al bolsillo de las élites nacionalistas que a la solidaridad islámica, seguirán con sus condenas sin renunciar a los negocios y acuerdos con Israel. Éste no es el precio que Israel pagará. El establishment occidental y el establishment árabe no romperán con la entidad sionista.

La memoria judía no puede coexistir por mucho tiempo con la responsabilidad por un genocidio

El precio que Israel pagará es su desintegración moral. La clase dominante de Israel está impregnada de cinismo y arrogancia, no retrocederá ante ningún crimen para mantener el control de la situación, pero no podrá mantener ese control por mucho tiempo, porque la catástrofe de los palestinos es la catástrofe moral de los israelíes. La memoria judía no puede coexistir por mucho tiempo con la responsabilidad por un genocidio. La comunidad judía estadounidense ocupó los pasillos del Capitolio y la Estatua de la Libertad para decir: “No en mi nombre”, para rechazar la identificación con los exterminadores de Israel.

Israel ya no es (si alguna vez lo fue) una representación del judaísmo; es su vergüenza, su imagen invertida.

Lo que el sionismo ha identificado incorrecta y peligrosamente como el Estado de los judíos no podrá sobrevivir en medio del odio que el genocidio israelí está despertando en poblaciones que tienen recuerdos de la humillación colonial. Y, sobre todo, el Estado de Israel está hoy aislado en las nuevas generaciones que se identifican con los palestinos de todo el mundo, no tanto por razonamientos históricos y políticos, sino por la percepción de una común condición claustrofóbica, de una común ausencia de futuro y de caminos de salida. Esta percepción convierte a los palestinos en la vanguardia de la última generación global.

Hay algo horrible en la forma en que los europeos dan la espalda cuando se está produciendo un genocidio a poca distancia de ellos, tal como lo hicieron en las décadas de 1930 y 1940, cuando se estaba produciendo un genocidio en su territorio, pero no ante sus ojos mediatizados como ocurre hoy.

La traición de la cultura hebraica moderna

Es difícil describir la mutación de Israel sin hacer referencia al trauma original, al Holocausto, al deseo de venganza que busca a sus víctimas y las construye a lo largo de décadas.

Todo esto tiene poco que ver con política y mucho con psicopatología. El perro rabioso del que hablaba Dayan está verdaderamente loco, es necesario comprender la génesis de su locura que no se manifiesta hoy sino que comenzó a manifestarse en 1948.

Tocamos aquí un punto extremadamente delicado y doloroso, que se refiere a la evolución del inconsciente israelí, alejándose y contrastando con la cultura judía.

Desde su origen Israel quiso ser una nación, y por ello puso en marcha la expulsión, persecución y sometimiento de la población presente en ese territorio

Antes de su muerte en 1967, Isaac Deutscher escribió sobre el judaísmo atrapado en la trampa del Estado-nación:

El mundo ha obligado a los judíos a abrazar el Estado-nación y estar orgullosos de él precisamente cuando hay pocas esperanzas para el futuro en esto. No se puede culpar a los judíos, el mundo es culpable de esto. Pero al menos los judíos deberían ser conscientes de la paradoja y comprender que su entusiasmo por la soberanía nacional está históricamente rezagado. Espero que los judíos eventualmente tomen conciencia de la insuficiencia del Estado nación” (Isaac Deutscher, The Non Jewish Jew).

No sucedió así: desde el principio, la existencia de Israel coincidió con la traición de la cultura judía moderna. Desde su origen Israel quiso ser una nación, y por ello puso en marcha la expulsión, persecución, internamiento y sometimiento de la población presente en ese territorio.

Ahora todo el mundo se da cuenta de la trampa en la que ha caído el Estado sionista.

El regalo de los colonialistas ingleses, prometido por Balfour en 1917 y entregado en 1948, se revela como lo que fue desde el principio: un regalo envenenado.

Los palestinos también han entrado en el túnel sin salida del Estado nación.

La fórmula “dos pueblos, dos Estados” sancionaba el carácter identitario y tribal del Estado nacional, y negaba cualquier posibilidad de coexistencia pacífica de dos comunidades dentro de una misma entidad política.

Ambas entidades estatales (la existente de Israel y la inexistente pero proclamada de Palestina) han acabado identificándose con sus componentes más identitarios, fundamentalistas, religiosos o abiertamente fascistas.

La línea de falla

El genocidio en Gaza es el epicentro de un cataclismo que dividirá la humanidad de manera duradera: el sur del mundo y los suburbios de las grandes metrópolis occidentales rodean la ciudadela blanca con un muro de odio que alimentará la venganza en los meses y años venideros. Este evento inaugura el siglo de enfrentamiento entre la raza colonial y el mundo colonizado.

Israel es el puesto de avanzada del racismo colonialista en el mundo.

El epicentro del terremoto está en la tierra de los tres monoteísmos, pero el terremoto está en todas partes

El epicentro del terremoto está en la tierra de los tres monoteísmos, pero el terremoto está en todas partes. No me parece que de ese epicentro provengan vibraciones capaces de desencadenar una guerra mundial, sino más bien una guerra caótica compuesta de innumerables fragmentos de violencia.

Quizás el conflicto de Oriente Medio se haya convertido en una guerra entre fanáticos bárbaros, pero Occidente es responsable de la masacre y sus consecuencias, y está destinado a verse arrastrado a esta loca disputa.

En nombre de la defensa de Israel, Europa está borrando el Estado de derecho, prohibiendo las manifestaciones pro Palestina y criminalizando los símbolos palestinos.

Los hipócritas están indignados por el antisemitismo que asoma la cabeza, pero está claro que el antisemitismo encuentra un terreno fértil en el odio que Israel alimenta, y cada día está más claro que Netanyahu ha conducido a su pueblo a la guerra suicida más aterradora, quizás olvidando que en la guerra suicida el fundamentalismo islámico es imbatible.

¿Por qué Europa es cómplice del genocidio? Se dice por ahí que un sentimiento de culpa empuja a los europeos a defender a Israel, pero creo que el punto es otro. La defensa acrítica de Israel es parte de un proceso de autodefensa de la decadente civilización occidental.

Los racistas se han movilizado para defender a Israel: los descendientes de Pétain, los colaboradores antisemitas de todos los tiempos, junto con el racista declarado Eric Zemmour, marchan reivindicando la representación de la Francia blanca, mientras la militante de setenta y dos años por los derechos de las mujeres palestinas Mariam Abu Daqqa es expulsada porque se atrevió a decir que Israel es responsable de una ocupación colonial, y mientras en todas las metrópolis las banlieues se retiran a un silencio amenazador.

AUTOR

Franco ‘Bifo’ Berardi

Es escritor, filósofo y activista izquierdista. Su último libro es ‘El tercer inconsciente’.

La agrupación de viñetas es obra propia. Sus autores ‘El Roto’ [El Pais] y ‘El Pedri’ (CtXt)

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT