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Consecuencias del cambio climático en Donostia

Lantxabe participa en el foro “klima DS2050

El 23 de mayo se celebro en el Ayto de Donostia el foro de compromiso de Donostia frente al cambio climático donde además de diversas instituciones publicas y privadas estuvo presente Lantxabe dada la trascendencia del acto para la concienciación de toda la ciudadanía y la consecución de un Plan Estrategico Klima 2050.

CLIMA

Abrió el acto el Alcalde Eneko Goia quien, además de resaltar la importancia del asunto como demuestra la participación de amplios estamentos de la ciudad, asumió el reto de contribuir desde San Sebastián a no sobrepasar en un 2% de calentamiento en las temperaturas preindustriales lo que supone reducir las emisiones globales en un 40-70% para el año 2050. Y propuso fijar objetivos tangibles a mas corto plazo.

Intervinieron en el acto, entre otros, Kepa Korta, Pablo Berastegi, Josu Beneito y Jon Abril, éste propuso la «participación en plaza» con la apertura de diversas «mesas de trabajo» para los distintos temas, mesas en las que se pueden inscribir libremente los donostiarras que lo deseen a través de las distintas asociaciones y estamentos existentes.

Urge ponerse a trabajar. Se formaron grupos de trabajo entre los asistentes y estas fueron algunas de las conclusiones finales de este FORO:

  1. Preocupa la escasa incidencia en la capacidad de actuación del Ayto en la mayoría de las acciones contra el cambio climático, salvo los de Movilidad y Residuos Urbanos.

  2. Estudiar los efectos del turismo en residuos y urbanismo.

  3. Estudiar cómo afecta el cambio climático en la elevación del nivel del mar en la costa y en las infraestructuras de saneamiento de la ciudad.

  4. Contribuir a crear una concienciación general e individual con relación al cambio climático

  5. Luchar por una economía sostenible en una sociedad de envejecimiento rapido y alza brutal de los precios por efecto del turismo.

  6. Soluciones de movilidad ecológicas con regulación del trafico de coches en el centro y renovaciones de autobuses con alternativas como las de ciudades como Estocolmo o algunas alemanas

  7. Y una muy novedosa: Utilización positiva del recurso lluvia. Reutilizacion de la misma como una política verde. Se trata de ser la ciudad referencia europea en este tema.

Como veis asuntos importantes para lo que se requiere una participacion ciudadana que está abierta en la pág web: www.donostia.eus/klima; en el correo ingurumena@donostia.eus, y en el tfno 943483390

El error de Pablo Iglesias

PRENSAEscuchando el comentario de Pablo Iglesias el pasado jueves en un acto académico en la facultad de Filosofía es difícil no aceptar que cometió un error grave. Estaba en la universidad, hablaba de política y creyó que podía permitirse un comentario jocoso y hasta cariñoso, ante los periodistas allí presentes, sobre los titulares del día siguiente en El Mundo. ¿Qué consiguió? Precisamente eso: dar a buena parte de la prensa los titulares del día siguiente. Su crítica amistosa se vio confirmada horas más tarde de manera brutal y, al mismo tiempo, refinada mediante un titular estándar tan agresivo como paradójico: “Pablo Iglesias ataca a la prensa”. ¿Cuál es el mejor medio de atacar a alguien? Convertirlo en agresor. Haciendo realidad sus críticas los grandes medios le recuerdan quién manda en este país y tratan de imponerle los límites de sus movimientos y de su discurso. O provocar nuevos errores. Hay censura previa y censura retrospectiva. La censura retrospectiva, que curiosamente airea lo que no debió decirse, consiste en tachar públicamente lo dicho para que se vea mucho —como la cruz tajante de un profesor sobre una respuesta equivocada— y el censurado interiorice las zonas necrosadas. Es lo que los pandilleros y los padres violentos llaman “dar un escarmiento”.

¿Qué error cometió Pablo Iglesias? El de creerse ingenuamente dueño de su discurso; el de no recordar que en realidad es un prisionero; que está, si se quiere, “arrestado” y “esposado”: no por la policía —aunque todo se andará— sino por ciertos medios de comunicación que, según el protocolo de las comisarías, le advierten sin cesar de que “cualquier cosa que diga podrá ser utilizada en su contra”. También las que no diga. Es verdad que todo personaje público es en cierta manera un prisionero de su propia visibilidad y debe medir sus palabras. Lo malo es cuando las condiciones de la visibilidad pública, patrimonio común, están en nuestro país en manos de empresas que tienen, además de un interés económico, un interés partidista incompatible con el ejercicio del periodismo. Lo decía hace poco: un periodista, que es también un ciudadano, tiene derecho a tener su propia posición ideológica y a defenderla; e incluso a considerar que cualquier medio es válido —incluida la mentira y el “asesinato moral”— si se trata de evitar “la destrucción de España”. Pero a eso no se le puede llamar periodismo. Cualquier “medio” no pueden ser “los medios” sin destruir con ello lo que presuntamente se quiere salvar. Un ciudadano no puede defender sus ideas con pistolas; un periódico no pude defender las suyas con mentiras.

Conozco muchos y muy buenos periodistas que están muy preocupados por la situación mediática que ha revelado, en toda su miseria, la aparición de Podemos. Con los medios pasa lo mismo que con el Parlamento y con las otras instituciones: que han sido secuestrados por intereses ajenos, cuando no contrarios, a los derechos ciudadanos; en el caso del periodismo, contrarios al derecho a la información. En su intervención del jueves en la Facultad de Filosofía, Pablo insistía en resumir el proyecto podemita como el de un impulso democrático de defensa de la ley y las instituciones: “un partido de orden”, dijo. Ese debía haber sido el titular. Pero como ese impulso democrático implica democratizar nuestros medios de comunicación, partidistas, interesados y militantes, los medios reaccionan exactamente igual que los políticos: ¡un atentado contra la democracia! Una fuerza que ha nacido con el único propósito de “representar” a esa mayoría social abandonada en las “afueras” del Parlamento y en los “arrabales” de los periódicos, se convierte lógicamente en la enemiga del Parlamento y de los periódicos. Mientras malas prácticas políticas y malas prácticas periodísticas degradan la calidad democrática e informativa de nuestro país, los políticos y los periódicos del bipartidismo se protegen detrás del carácter sagrado de las instituciones que ellos mismos amenazan para intimidar y golpear desde allí a los que quieren salvarlas. Tanto los lectores como los trabajadores deberían tener mucho cuidado para no creer que basta escribir en un periódico para hacer periodismo. El periodismo no es un nombre sino una práctica; y apoderarse del nombre sirve muchas veces para reprimir e incluso voltear la práctica. “Manos limpias”, como sabemos, era finalmente el nombre de un grupo criminal dedicado a la extorsión. Y “Libertad” el nombre de una cárcel de Uruguay.

No es Pablo Iglesias, en todo caso, el que tiene que criticar a los medios. Aunque lo hacía en un marco académico y en un contexto discursivo justificado, no debió hacerlo. Es un prisionero y está esposado. Son los propios periodistas los que se tienen que ocupar de defender su profesión porque son ellos, en realidad, las primeras víctimas. La tierra para el que la trabaja. Las palabras también. El periodismo en nuestro país no es de los periodistas, no es de los que lo hacen. Por eso, como en Cuba, en España puede haber grandes periodistas y un pésimo periodismo. Los ciudadanos tenemos el derecho y la obligación de “entrevistar” figuradamente a los periodistas y preguntarles sin ambages: ¿creéis que la propiedad de los medios y sus intereses partidistas, económicos e ideológicos, junto al trabajo precario, no limitan al mismo tiempo la libertad de expresión de los periodistas individuales y el derecho a la información de los ciudadanos? No hay prensa libre sin periodistas libres. Y no puede haber periodistas libres en una estructura laboral, idéntica a la de un Carrefour o un call center, en la que los contratos temporales y las becas vuelven vulnerables e impotentes a sus empleados, como lo demuestra el inminente despido —silenciado por los mismos que se escandalizan por las palabras del líder de Podemos— de 224 trabajadores por parte de la empresa editora de El Mundo. Los periodistas no deberían olvidar que no están defendiendo solamente su supervivencia individual, como cualquier otro trabajador en cualquier otro sector, sino la supervivencia de uno de los pilares de la democracia. Los médicos, los jueces y los sacerdotes no pueden faltar a su juramento —y denegar auxilio, prevaricar o abusar sexualmente de un niño— sin dejar desprotegida, física y moralmente, a toda la humanidad. Lo mismo pasa con los periodistas. Porque no clavan clavos en una cadena de montaje sino que se dedican a la tarea hermosa y estimulante —de la que pueden sentirse orgulloso— de proteger la palabra humana, y el derecho ciudadano a la información, no pueden clavar ahí clavos ni puñales, so pretexto de que tienen que comer, sin incurrir en una indignidad individual y colectiva contra la ciudadanía misma. Hay que pedirles que defiendan su profesión o se dediquen a otra cosa. Esto es lo que les recuerda el periodista Fernando Varela en un artículo reciente: “lo que no somos es inocentes. Podemos elegir: aunque la alternativa a la complicidad sea el martirio. Y aunque entiendo a quienes eligen ser cómplices, lo que no acepto es que además quieran mostrarse como héroes. Eso sí, de piel muy fina”.

A los buenos periodistas, a los que creen en su oficio, a los que admiramos por su compromiso y su rigor, a aquellos a los que les arruinan buenos artículos con titulares infames, a los que ven cortados sus textos y censuradas sus entrevistas, a los que se juegan la vida en escenarios de guerra para cobrar 100 euros, a los que asumen la línea editorial de sus jefes con rabia y resignación, a los que aguantan para no ser despedidos, a los que se se creen importantes por trabajar con palabras impuestas o prestadas, a los que imaginan otro periodismo mejor, un verdadero cuarto poder independiente al mismo tiempos de los otros tres y de los grandes mercados económicos, a todos ellos los ciudadanos les recordamos con angustia que es su trabajo, y no el de los políticos, el último garante de la democracia. Que se calle Pablo Iglesias, sí, y hablen ellos. Gracias a los que ya lo están haciendo.

Santiago Alba Rico

Público.es

Los datos brutos del paro son más brutos que nunca.

seurat-1881-picapedreros-le-raincyLes supongo al día del informe de contratación que ha difundido Lanbide.

Es un estudio oficial del paro en Euskadi correspondiente al año 2015

Según ese informe se firmaron 867.000 contratos, un 12% más que el año anterior.

El informe está desagregado por nivel varios: estudios, sectores, edades, provincias, sectores…

Pero hay dos tablas que les recomiendo

La de tipos de contratos: 33 tipos distintos se firmaron el año pasado en Euskadi; de entre ellos el de indefinidos no llega al 5%.

Y la tabla de duración media de contratos: 30 días.

Eso significa lo que ya saben: que cada trabajador enlaza varios contratos durante el año o incluso compatibiliza varios contratos a la vez.

Pero significa algo más. Nos están interpretando mal la evolución del mercado laboral tanto los portavoces y ejecutivos del gobierno central como los del gobierno vasco.

Y hay un tipo de periodista acrítico y perezoso -como decís que decía Cortázar de algún tipo de lector de novelas- que se limita a dar por bueno y reproducir lo que les trasmiten esos portavoces gubernamentales que o son tontos o mienten a conciencia.

Las herramientas que hasta ahora existen para describir la relevancia del paro en nuestra sociedad ya no son válidas para conocer la realidad del paro y su relevancia. Verbi gracia: una persona contratada por 4 horas en un mes desaparece de las listas del paro ¿A quién engañan con esa manipulación? A los predispuestos y a los tontos, de este lado.

Más contratos no significa más empleo.

En definitiva, pacientes lectores, cuando les hablen de las cifras de paro, no se queden con los datos que les da el gobierno, aunque el consejero de trabajo sea ese hombre con cara de buena persona que es Toña.

La base es un artículo de E, Domaika

¿Qué herencias franquistas sufrimos?

rajoyPersisten no pocas corruptelas como herencia franquista en el PP, claro está. El peso de la iglesia católica en la enseñanza y sus corruptas alianzas políticas y jurídicas con el Estado, por no hablar de la impunidad con la que obispos y cardenales sueltan burradas y dislates pretendiendo aleccionar a la ciudadanía. El patriotismo andorrano del Honorable Jordi Pujol, el bigote y la chulería de José María Aznar, las mentiras de la Cospedal, los bolsos y la papada de Rita Barberá y el tancredismo* de Rajoy son netamente franquistas. Y es que el franquismo es un cadáver que apesta.

50 años de Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé

*consiste en subirse a un pedestal esperando impasible la salida del toro…o de lo que sea

‘Violencia en los jóvenes: ¿Víctimas o verdugos?’

ECHEBURUAEs el título de la una jornadas celebradas en el Museo de San Telmo

Es también una reflexión de una de las personas que asistieron al coloquio sobre la película «La Calumnia»  proyectada ayer en el Centro Cultural.

Declaraciones de Enrique Echeburúa, colaborador activo en el logro de un centro de salud en Aiete, catedrático en psicología de la UPU/EHU, miembro de Jakiunde y que actualmente investiga las agresiones sexuales y la violencia familiar, coordinó ayer el seminario

¿Qué factores inciden en la violencia machista en las parejas jóvenes?

-Hay algunos factores que pueden contribuir a que haya unas características más específicas de la violencia, como el abuso de alcohol y drogas en algunos jóvenes. Cuando se ingieren conjuntamente suelen funcionar como un disparador de las conductas violentas contra aquellas personas a las que el adolescente responsabiliza de su frustraciones, de su malestar, etc… Hay situaciones también de desestructuración familiar que hace que haya personas que no han interiorizado un sistema de normas y una conciencia moral de lo que está bien y mal. Y otra de las características peculiares de nuestra sociedad es la cantidad de inmigrantes que estamos recibiendo. Esto no significa que sean peores sino que, muchas veces, no se integran en la sociedad, sobre todo cuando no conocen el idioma, cuando vienen de culturas con valores religiosos o políticos diferentes y cuando tienen una formación cultural baja que les impide acceder a la universidad o a un puesto de trabajo cualificado. Eso puede generar en algunos casos que aumenten esas conductas violentas.

¿Cómo es ese maltrato dentro de las parejas jóvenes?

– Por una parte, más que una violencia física predomina la psicológica, de control. Todavía persiste una ideología machista y, aunque está muy cuestionada socialmente, hay muchos hombres que se resisten a renunciar a ella porque obtienen beneficios. Pero hay un aspecto que es fundamental: la consecución efectiva de una igualdad de derechos entre mujeres y hombres en un momento en que las chicas tienen un nivel cultural, al menos, igual que el de los chicos y los mismos derechos políticos y de otra índole. Lógicamente, estas chicas plantean una relación igualitaria que es diferente de la que han tenido sus padres o sus abuelos, y muchos hombres se resisten a renunciar a estos privilegios. Si, además, estos hombres tienen un consumo excesivo de alcohol, celos exagerados y las nuevas tecnologías les permiten ejercer ese tipo de control, se plantea ese problema.

Algunas chicas también han interiorizado ese machismo.

– Sí. Y, a veces, hay una violencia cruzada, es decir, que son violentos los chicos y también las chicas. Ellas usan una violencia más sutil y psicológica, en forma de humillaciones. Hay una violencia en la que el agresor es claramente el hombre y la víctima es la mujer, pero a veces se intercambian un estilo de conducta violenta.

En esos casos, la mujer se ha quedado con lo peor del hombre…

– Sí, eso se ha visto en el complicado y zigzagueante proceso de igualación de la mujer al hombre. Ha asumido miméticamente una serie de comportamientos masculinos, como por ejemplo el abuso de alcohol, el consumo de tabaco… pero, en este momento, están exigiendo una igualdad de derecho a la hora de compartir responsabilidades domésticas, la educación de los hijos y el tiempo libre. Esto supone un reto importante para el hombre, con unos modelos de su padre y sus abuelos, que tienen poco que ver con esta situación. Muchos se adaptan, pero otros no, e intentan imponer por la fuerza o la coacción situaciones que no son capaces de asumir de otra manera.

¿Qué debería cambiar en la familia, en la escuela y la sociedad para corregir estos comportamientos?

-En la familia es muy importante crear modelos igualitarios, donde los hijos vean que el padre y la madre comparten actividades dentro del hogar. En segundo lugar, no hacer distinciones entre hermanos y hermanas en las funciones que tienen que desempeñar, y cortar cualquier tipo de comportamiento machista que vean entre ellos, como justificar la violencia o la superioridad masculina o callarle la voz a la chica porque es mujer. Esta labor de prevención va calando como una lluvia fina y crea esos valores en el seno del hogar. En la escuela hay que fomentar un sentido cooperador y cortar cualquier tipo de situación que implique un nivel de utilización de la violencia, la ridiculización o la humillación. A nivel social es necesario eliminar ese concepto de mujer objeto en el aspecto sexual y al servicio del hombre que todavía mantiene gran parte de la publicidad. Hay que desarrollar y sacar a la luz esos testimonios de mujeres que llevan a cabo labores muy interesantes en el aspecto intelectual, artístico, empresarial y que muchas veces quedan opacas. Parece que el modelo de mujer que tenemos es el de actriz, modelo o persona que está en la prensa del corazón y que es muy superficial. Esto oculta la realidad existente de otras muchas mujeres que deberían ser objeto de referencia para las jóvenes.

Hay una tendencia a pensar que la violencia machista entre jóvenes ocurre en niveles sociales bajos.

– Sin duda, pero es un fenómeno que existe en todos los ámbitos. Probablemente, la violencia física se da más en una clase social media-baja y baja, pero la psicológica se da en todas. Tenemos que desarrollar niveles de cultura y educación mayores, que son más incompatibles con la violencia, que es un gesto primitivo y atávico. Denota en el fondo una incapacidad para resolver problemas. Si se tiene una relación de pareja basada en unos niveles de simetría, aceptación y respeto mutuo, cuando hay problemas en la convivencia las personas debemos aprender a utilizar unas estrategias de comunicación y solución de problemas.

¿Qué debe hacer una chica que sufre la violencia por parte de su pareja?

– Hay que intervenir de forma temprana y enseñar a muchas chicas que, en lugar de avergonzarse, lo saquen al exterior: amigas, madre, hermanas… porque esas personas les pueden ayudar a objetivar la situación y analizar, si es posible, la ruptura y sus complicaciones. Si en el ámbito familiar no es posible manejar eso porque la situación es complicada, hay que buscar ayuda en psicólogos o en servicios de orientación familiar. Cuanto antes se acabe con la violencia es más fácil salir de ella. Muchas mujeres se autoengañan y se dicen: es que estoy pasando una mala racha… esto con el tiempo lo voy a mejorar… Y eso es lo que se trata de evitar.

Estupor ciudadano; pero alguien debería darse por aludido

puentesEchale farlopa al pavo real. Al artista multidisciplinar y notable tahúr de amplio espectro que atiende por Hansel Cereza, me refiero. No te jode que después de haber perpetrado un finstro cósmico inaugural de la Capitalidad Cultural Europea de Donostia, unánimemente deplorado, va el gachó y se pone bravo. Que le confunden y le cabrean las críticas a su bodrio, farfulla el gachó. Y para terminar de demostrar la clase de prepotente chuleta que es, arrumba de paletos a las y los donostiarras al escupir que no están preparados para un montaje “moderno y arriesgado” -hay que joderse y que de haber puesto fuegos artificiales, le habrían sacado a hombros. Valiente tipejo.

Siempre he sostenido que hay pecados que llevan adosada la penitencia. Del mismo modo que me anonada que los munícipes se sulfuren porque la peña se les descoyunta en un puente pagado a trillón a Calatrava, se me enarcan las dos cejas al contemplar el chandrío montado por el individuo que se autodefine como “conceptor de equipo” y otra docena de oquedades del pelo.

No es de recibo que a estas alturas de la liga te cuelen un espéctaculo-de-luz-y-sonido con chuntachuntas y contorsiones epilépticas como la hostia en verso de la innovación. Tampoco, que sueltes un pastón del carajo por ello, y mucho menos, que después de haber tenido un congo de advertencias sobre el truño que se viene encima, sigas mirando a la vía, no sea que vayas a pasar por provinciano. (y alguien se debería dar por aludido)

Pues fíjense la paradoja ojalá instructiva para lo que queda del 2016: al final el que llama ineptos a los organizadores y bobos a los ciudadanos, es el se ha llevado la pasta

(tomado de JV)