Cómo venimos informando en estas páginas, la creación de una residencia de estudiantes, que también funcionará como hotel, muy cerca de las Juntas Generales de Gipuzkoa, ha sido la excusa para que el Parque Tecnológico cumpla una parte lateral de sus obligaciones contractuales con el Bosque de Miramón, compromisos que lleva diez años eludiendo, y que pensaba enterrar, literalmente, desde que la dirección del Parque se traslada a Bizkaia, con un director al que Miramón le pilla muy lejos, y no sólo desde el punto de vista material.
La condición del BCC para construir el citado hotel es la de hacer una pasarela peatonal de cerca de 160 metros que, como decimos en estas mismas páginas, no le vemos la más mínima función1; pero, si es para la Fundación Basque Culinary Center, lo apropiado es que corra a cargo del BCC o del PT, pero no de los usuarios del Bosque de Miramón, la ciudadanía donostiarra: Por cada euro destinado a la pasarela (y a la rotonda, que también está incluida en el proyecto) se le quita un euro a la rehabilitación del Bosque; al proyecto diseñado por la vecindad y los usuarios del Bosque, con la ayuda de Lur Paisajistak y el respaldo del ayuntamiento y el Parque Tecnológico de Donostia (hasta diciembre de 2013). De hecho, de los 3,5 millones de inversión en los espacios naturales y caminos del Bosque, pactada con el ayuntamiento en el 2004, a cambio de que el Parque Tecnológico aumentara su volumen de negocio en las parcelas cedidas (50.000 m2), ahora quedan menos de 900.000 euros. Los otros 2,6 millones se han ido gastando en asuntos propios del Parque Tecnológico, que tienen la misma relación con la naturaleza y el medio físico de Miramón, que la tiene la citada pasarela, es decir, ninguna.
Si Parque Tecnológico y BCC, querían hacer una pasarela, muy bonita y con curvas, que la paguen ellos, y no la descontarla de la mejora de los caminos, de la renovación vegetal del Bosque o de ampliar la visibilidad y uso de los saludables paseos de este bellísimo y desconocido entorno natural. Ignorado también por el gobierno municipal: Los desprendimientos en la cota 85 del Bosque llevan dos años sin reparar.
La Corporación aprobó, sin embargo, el pasado jueves, que el edificio destinado al alojamiento hotelero del BCC sea mayor de lo inicialmente previsto y que alcance los 5.580 metros cuadrados de techo. La construcción se ubicará al otro lado de la carretera frente a las Juntas Generales. El nuevo edificio tendrá una plaza desde la que arrancará la pasarela, cuyo diseño ha sido adjudicado a Hoz Fontán Arquitectos, y su propuesta estética puede contemplarse en esta página escaneada de Noticias de Gipuzkoa
La pasarela pasará por encima de una de las vaguadas de Miramon y conectará el paseo del mismo nombre con el de Mikeletegi (Juntas Generales). Y aunque se escriba que de este modo, los estudiantes del Basque Culinary Center e investigadores, a quienes está dirigida la residencia, podrán atravesarla evitando dar un rodeo a la zona boscosa de Miramon, esto no es cierto, porque desde su punto final, han de dar un rodeo similar, hasta la rotonda de cabecera del citado paseo de Mikeletegi.
La pasarela no añade ningún valor paisajístico, ni fenomenológico al parque, ni le dota de un nuevo paseo, ni de un mirador inédito. El Bosque no necesita de este trasto, un armatoste en el que se gastan 600.000 €, sisados al bosque, -casi tanto dinero como el que va a costar la rehabilitación- un artilugio que los propios estudiantes del BCC terminarán sorteando porque la línea recta entre BCC y hotel es más recta por la primera rotonda de Mikeletegi, un mamotreto que no se ha tenido el detalle de consultar con las tres instituciones que han venido trabajando desde hace años en la rehabilitación del Bosque (Parque y Jardines y arquitectos de Urbanismo del ayuntamiento; PT de Donatista, y Lantxabe), un cachivache empeñado en seguir siéndolo por las curvas y pendientes, un cacharro de cemento y hormigón del que el Parque está sobrado, ningún ingenio en el artefacto, ningún dispositivo facilitador para que el Bosque fuera más visible y más accesible, un mecanismo inútil por mucho que la memoria del equipo de arquitectos digan lo contrario ¡Qué otra cosa pueden decir!. El paso peatonal impacta el entorno propio de una naturaleza profunda, se coloca justo encima de ellas, ¡Qué bonita es la naturaleza desde la pasarela! Pero ¡Qué fea es la pasarela desde los paseos! Este puente es un nueva invasión del Parque Tecnológico que nos toca abonar a escote a todos los donostiarras.
La madera y el acero corten que se va a utilizar en el viaducto, no se podrá destinar a los más de ocho km que tiene la cota 85. Hacemos una maravillosa pasarela y dejamos cortados y en la ruina los caminos de Miramón, un nuevo escándalo, un Bosque sin árboles, unos caminos que no llevan a inguna parte. Son los negocios de la política y el opaco comportamiento de las empresas.
Para redondear la sinrazón, la rotonda que se va a construir en la zona, en la que se ubica el Museo de la Ciencia Eureka! costará con 115.000 (+IVA) euros de presupuesto, pero a cargo de los presupuestos municipales sino de la recuperación de un espacio natural.
Ni políticos, ni empresarios terminan de entender que el 15M ha cambiado las forma de entender la gestión pública.
La ciuadanía terminará marcando la agenda.
1La obra en su conjunto, pasarela y hotel, ya tiene su plan urbanístico aprobado por el Ayuntamiento de Donostia. Todos los grupos políticos dieron ayer su visto bueno a los cambios en la planificación