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Se anunciaba la primavera en Katxola y así fue.

Casi 200 personas, familias enteras, aitonas, amonas, umetxos disfrutamos de una bonita tarde en Katxola, en la orilla del parque natural de Miramon, del que pronto tendremos buenas noticias.

Como suponíamos, parte de la ciudadanía que disfrutó de una bellísima tarde y una cordial compañía era del barrio, familias vinculadas a Munto, a Katxola, a otros caseríos de la zona. Personas habituales en nuestras tertulias, en los actos que organizamos en la Casa de Cultura, en el Topaleku, en el propio Caserío. Muchas de estas personas que vinieron al txotx, pudieron presenciar también el pasado 25 de septiembre, como se ponía en marcha después de treinta años el lagar de Munto, exprimía las manzanas y se almacenaba el mosto en una pequeña kupela conseguida al efecto para Katxola.

Hurrengo larunbatean ekingo diote txotx denboraldiari Katxola baserrian

Udaberriaren usainarekin, ekimen berriak loratuko dira Aieten, Lantxabe auzo elkartearen eskutik. Freskoena, behar bada, martxoa hasieran antolatuko dute, ordurako ekin nahi baitiote Katxola baserrian txotx denboraldiari. Iraileko azken asteburuan jarri zuten Munto baserritik jasotako dolarea lanean. Era horretan, 30 urteko etenaldiaren ondoren, sagardo muztioz zipriztindu zuten Katxola. Hilabeteotan, bada, muztioa sagardo bilakatu da eta martxoan izango dute harekin topa egiteko aukera.

KATXOLA

El Gobierno Vasco tiene calificados como monumentos 28 construcciones en Donostia. Especial merecen los caseríos de la ciudad que son patrimonio cultural.

Entre los doce baserris de la ciudad que son monumentos, destaca, Katxola, un caserío barroco ubicado en el paseo de Oriamendi, en el barrio de Aiete. En los últimos años ha tomado relevancia, porque la asociación de vecinos Aiete Lantxabe está llevando a cabo intensas actividades en él.

Casi todos baserris catalogados son posteriores al siglo XV, tales como Aliri, situado en Zubieta y del siglo XVI; Pat xillardegi de Loiola, también del XVI; o el Tolare de Ibaeta (XVIII), entre otros.

KATXOLA VUELVE A ELABORAR SIDRA

   El caserío recupera esta tradición en Aiete con el lagar de Munto

 Elena Viñas. DV. 03/10/10

Con un sonido seco, el producido por el engranaje de madera y metal al ponerse en marcha, culminó con éxito la operación de trasplante del corazón de Munto que hoy vuelve a latir, con la misma fuerza de antaño, en el interior del caserío Katxola. Hacía 30 años que el lagar había dejado de funcionar y 70 desde que aquella sidrería, actualmente reconstruida piedra a piedra en el paseo de Oriamendi, echara el cierre para siempre. Lantxabe, la Asociación de Vecinos de Aiete, ha puesto fin a esa doble ausencia con la culminación de un proyecto en el que ha invertido muchos años y esfuerzo.

KATXOLA: DOLAREA LANEAN HASI DA BERRIRO

 

Katxola baserrian sagardoa egiten hasi dira berriro, duela 70 urte bezala, Lantxabe auzo elkartearen eskutik.

 ARITZ SORZABAL Itzurun. Hitza

 Lantxabe Aieteko Auzotarron Elkarteak Katxola baserriko kudeaketaren ardura du. Kultur ekimenak, erakusketak eta antzerkiak antolatzen ditu bertan eta, joan den igandeaz geroztik, beste jarduera bat gehitu dio bere eguneroko lanari: sagardogintza. Izan ere, baserriko dolarea martxan jarri zuten asteburuan, hainbat bisitarik ikusitako erakustaldi baten bitartez, denboraldi berrian sagardo muztioa egiten duten lehenak izanik. Hernaniko sagarra erabiliko dute, ohiturak behar bezala mantentzeko.

A PROPOSITO DEL SABADO EN KATXOLA

En primer lugar las niñas y los niños, al fondo, Joaquina Urrestarazu

Primero fue la idea: hacer que en Katxola se pudiera elaborar el mosto de manzana. La familia Urretarazu, del caserío Munto, cedió su lagar y la arqueología de la sidrería;  el corazón de Munto,  se reconstruyó en el  caserío de Katxola (que, a su vez,  fue trasladado, piedra a piedra, a su actual emplazamiento desde el paseo de Oriamendi).  Por medio hay muchos esfuerzos, mucho trabajo, apoyo institucional. Pero por fin el pasado sábado todo estaba preparado. 600 kilos de brillante manzana, traídos del caserío Akarregi de la vecina Hernani, esperaban ser triturados, machacados, exprimidos, y guardados, como licor de oro, en su barrica nueva.