A PROPOSITO DEL SABADO EN KATXOLA

En primer lugar las niñas y los niños, al fondo, Joaquina Urrestarazu

Primero fue la idea: hacer que en Katxola se pudiera elaborar el mosto de manzana. La familia Urretarazu, del caserío Munto, cedió su lagar y la arqueología de la sidrería;  el corazón de Munto,  se reconstruyó en el  caserío de Katxola (que, a su vez,  fue trasladado, piedra a piedra, a su actual emplazamiento desde el paseo de Oriamendi).  Por medio hay muchos esfuerzos, mucho trabajo, apoyo institucional. Pero por fin el pasado sábado todo estaba preparado. 600 kilos de brillante manzana, traídos del caserío Akarregi de la vecina Hernani, esperaban ser triturados, machacados, exprimidos, y guardados, como licor de oro, en su barrica nueva.

Fue más que un acto simbólico para el barrio de Aiete, que hace sólo 50 años era una zona rural con varias decenas de caseríos. De entre ellos dos especialmente significativos, el nombrado Munto, ampliamente conocido en la ciudad, y Katxola. No se lograba salvar Munto pero sí su tolare y el mobiliario y talleres que constituía su típica sidrería. Se conseguía ensamblar el uno en el otro y entre todos lográbamos defender parte de nuestro patrimonio y de nuestra cultura material, que la voracidad del capital inmobiliario y financiero no tiene ningún problema en destruir.

Es significativo que a este logro de  la participación ciudadana, de su sentido de la responsabilidad en la defensa y apropiación del espacio público, no asistiera ninguna representación institucional (un único representante del PP, el Concejal Sr. Arrue).

El acto fue precedido de un aurresku a cargo de las chicas y chicos del GeroAxular, txistu y txalaparta –cuyo origen está también en los lagares de las sidrerías-, y dentro ya del caserío se pudo ver cómo se machacaba la manzana, se prensaba en la masera, el mosto resultante se filtraba a la tiña y de ésta a la kupela. Era, además, el primer mosto de esta temporada en la provincia.

El evento fue seguido con una gran expectación. En primera fila varias decenas de niñas y niños que no perdían detalle.  El cambio de poleas y el inicio del prensado, que exigió un cierto tiempo de paréntesis, fue seguido con un silencio expectante por parte de todos, incluida la población infantil.

De esta forma, Katxola, se consolida como un centro cultural de nueva planta en Aiete, diferente a los modelos de Casa de Cultura y muestra así una nueva faceta, asociada a la cultura popular de Euskal Herria, como es la puesta en funcionamiento del viejo lagar rehabilitado, añadiendo a su tradición de actividades culturales de teatro, música, trabajo experimental, ésta nueva visión de la cultura. Todo ello con un amplio protagonismo público, de la ciudadanía.

El caserío ofreció el espectáculo de la producción de sidra a más de trescientas  personas. Los asistentes se apiñaron en el interior del edificio para ver de cerca cómo se elaboraba en el pasado este producto típico donostiarra. La manzana de Hernani, del caserío Akarregi, sirvió para recrear en Katxola lo que fue su actividad habitual en el pasado, desde su construcción en el siglo XVII y hasta hace 70 años, cuando dejó de producir la bebida más típica de nuestro país. Las manzanas, primero en los cestos y después al ser machadas, inundaron el recinto de olor a fruta. El sábado en Katxola disfrutamos de una tarde y de una compañía muy agradables.

1 comentario en “A PROPOSITO DEL SABADO EN KATXOLA”

  1. ZORIONAK, nosotros no pudimos ir , pero desde luego que el próximo año allí estamos, para que los niños vean estas tradiciones, de donde viene la sidra y como se hacia y se hace en los caserios.
    Hay que apoyar este tipo de actividades!
    Animo!

Deja un comentario

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com
Scroll al inicio