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Txanpuene: El amargo testimonio de un fracaso colectivo

Foto Áncora

Fracaso de los que amamos las ciudades reconocibles, herederas de su devenir, de sus hitos. Ciudades reconocidas en su cultura, sus costumbres, su historia. No hemos sabido impedir que derriben esta joya de nuestra arquitectura tradicional

Fracaso de la ciudad, de sus instituciones sometidas a los grupos de presión, patronales y mediáticos, de sus diversas representaciones, entretenidas y drogadas por la economía de la ganancia, el consumo, y el ‘que más chufle capador’

Nos sumamos a la tristeza de la familia Etxabe, de Amara Bai, de los medios y de tanta gente que ha defendido la subsistencia del caserío

Foto Lusa

Nos sumamos a la tristeza de Ancora -en la que se basan estas letras y algunas fotos- organización donostiarra, definida por el ‘interés común por el conocimiento y la defensa de los bienes culturales’, que ha aportado su trayectoria y compromiso en la defensa del caserío

Con todos ellos, hemos asistido con gran tristeza a la destrucción del caserío más cercano al centro de San Sebastián. El último que todavía mantenía la función agraria tradicional en el entorno. Representado en un Plano Magistral, delineado por ingenieros militares en 1760. Propiedad de la familia Sagasti en el siglo XVIII, pasó por herencia a los Larralde-Diustegui, quienes lo vendieron al Duque de Sotomayor, señor del contiguo palacio de Arbaizenea.

Áncora

Txanponenea sobrevivió a todas las guerras civiles del siglo XIX. Pero no ha podido con la especulación urbanística. La familia Etxabe lo ha cuidado con mimo durante generaciones y ha luchado hasta el final por su conservación (Eskerrik Asko!)

El pasado mes de junio Áncora presentó al Ayuntamiento una alegación, pidiendo que protegiese 70 caseríos del municipio. Varios de ellos anteriores al incendio de 1813. En la asociación no se ha recibido respuesta escrita.

La práctica contestación es derribar el precioso caserío para erigir 3 bloques de adosados con precios a partir de 1,2 millones de euros.

Foto Áncora

La nueva promoción se suma a otras 80 viviendas de lujo ya construidas, denominadas Arbaizenea Homes.

Y la recuperación de elementos aislados como el dintel, el fragmento de un muro, la cruz del gallur, no es una operación de salvamento arquitectónico, tales elementos tienes razón de ser en el lugar en el que estaban

En el área de Txanpuene existes dos garitones de donde manaban los manantiales que abastecían de agua a San Sebastián. El agua de estos manantiales se comunicaban con el acueducto de Morlans, que es por donde fluía para abastecer a toda la ciudad, incluida la Parte Vieja -de este acueducto no queda señal alguna por la desidia municipal respecto a su propia historia- En el año 1609 se inauguró el primer abastecimiento de aguas de San Sebastián desde estas fuentes de Aiete-Morlans, cuyo caudal se calculaba en 40.000 cuartillos. En aquel entonces no existían los embalses de Artikutza ni Añarbe. Los dos garitones están fuera de los pertenecidos a la duquesa, pero dentro del área que se va a transformar en cemento.

Txanpuene dará nombre al parque que el ayuntamiento ha decidido fundar en la zona-prado ¿No hubiera sido muchísimo mas consecuente dejar el caserío intacto y presentar un pequeño museo moderno e interactivo dedicado a explicar la importancia del agua en la historia de Donostia.?


Hace un año estuvimos visitando el caserío con compañeras de la casa de las mujeres y la persona que lo cuidaba nos atendió muy amablemente. Una verdadera pena. Tenia unas flores preciosas.

En esa historia las más de 60 fuentes del cerro de Aiete tienen mucho que decir a los donostiarras.

Los expertos afirman que este cerro, en el que quedan dos fuentes, la de Morlans y la del propio Txanpoene, está recorrido, en su interior, por una amplia balsa de agua.

Además de centrarse en la historia y la importancia del agua para San Sebastián, el museo presentaría el valor de este precioso líquido desde una perspectiva local.

Jesús Mari Lozano escribe en esta web “Si el Parque Cultural de Aiete puede ir convirtiéndose en un parque temático de los derechos humanos, supongo que no es porque el ayuntamiento quiera llevar a una esquina de San Sebastian esta mínima aspiración de la humanidad; al contrario, pretenderá concentrar su reconocimiento y hacer del Parque un foco de atención ciudadana por los derechos humanos y el rechazo de su atropello, y de paso acercar el barrio de Aiete a la ciudad y viceversa. Por eso cuando desde voces afines a la corporación municipal se menosprecia la idea de convertir el caserío Txanpuene en un museo del agua ‘porque está a desmano’, es una gran incongruencia”. Txanpuene estaría en el parque de Txanpon, muy cerca de La Cumbre, otro de los espacios públicos a devolver a la ciudad (¿O a la especulación como ha sucedido con la vecina Itxas Gain?)

Hay mucha gente en Donostia, perpleja y aburrida de tanta autodestrucción, temerosa de que esto no hay quien lo pare y que Donostia se va a convertir en una ciudad irreconocible.

Una explosión de juego y maestría en los jardines del palacio de Aiete

Jesuitinas de Donostia tienen entre sus lemas este de Gustavo Flaubert.

La vida debe ser una constante educación».

Los del ciclo de Literatura y Cine de Aiete, en la tertulia del 10 de febrero de 201, tuvimos entre las manos la obra más conocida de Flaubert, Madame Bovary. Había pasado un mes desde la inauguración de la Casa de Cultura

El claustro del colegio de las Jesuitnas profundiza, con este eslogan, en la vida como constante educación y la extiende a los hitos de la zona. Estuvieron en Katxola, cuando se podía; ahora en los jardines del palacio ¡Qué lugar más apropiado para aprender jugando, rodeados de salud y de un otoño dorado!

Desalojo del caserío Txanpuene

Ayer se desalojó y a partir de hoy pueden entrar las máquinas para derribar el caserío. La propiedad del caserío Txanpuene, que se encuentra en litigio en el Tribunal Constitucional, ha sido desalojado cuando aún no ha salido la sentencia. El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, ha explicado que han actuado «dentro de la ley» porque «los propietarios ganaron el recurso presentado«. (Los propietarios de la parcela son las inmobiliarias Neinor SL, Renteria SL e Irunesa SL).

Consecuencia, los inquilinos del caserío no podrán volver a entrar en Txanpuene y las empresas inmobiliarias tendrán plena libertad para circular por los terrenos y derribar el caserío.

Como saben los lectores, Txanpuene está situado en el barrio, en el número 57 de la calle San Roque, y el Ayuntamiento de San Sebastián quiere derribarlo desde hace tiempo para llevar a cabo el proyecto urbanístico de Arbaizenea: está construyendo viviendas de lujo y previsto construir el parque Txanpon Enea. Los actuales inquilinos del caserío acudieron a los tribunales en 2016 para impedir el derribo del caserío por las empresas inmobiliarias que están llevando a cabo el proyecto urbanístico de Arbaizenea: Neinor SL, Renteria SL e Irunesa SL. El juzgado donostiarra sentenció inicialmente a favor de los inquilinos y admitió que éstos se habían convertido en propietarios del caserío con el paso del tiempo. Pero las empresas presentaron un recurso y la Audiencia de Gipuzkoa les dio la razón. De este modo, el caso ha llegado al Tribunal Constitucional español y la sentencia sigue sin salir.

En estas páginas de Lantxabe venimos denunciando la hipótesis del derribo, aportando soluciones complementarias al proyecto de ’parque Txanpon Enea’ en Arbaizenea, como es convertir Txanpuene en museo del agua.

La asociación Ancora pide que se proteja el caserío

Los vecinos de Amara también han celebrado el Txanpuene Eguna en defensa del caserío.

Los inquilinos del caserío, esta misma mañana, están haciendo los trámites necesarios con el Gobierno Vasco y con el Ayuntamiento, para que el baserri no se derribe

Nota.- Hemos utilizado el pasado reportaje de Mikel Elkoroberezibar publicado originalmente en Hitza

El martín pescador habita en el estanque del Bosque Miramón

Panel desaparecido de la mesa-expositorio. En él se informa -en euskera y castellano- de las diferentes especies (anfibios, insectos y aves) que habitan en el lago y en su entorno

#fotokerpl tiene una maravillosa colección de fotos del entorno de Donostia, y entre ellas figuran elegantes pajarillos de vivos colores, incluido el Martín Pescador.

Ayer estaba con sus potentes cámaras de fotos al acecho de esta especie de ave que habita en lagos y ríos como este del Bosque Miramon. El autor le ha visto volar y cazar en la laguna, ahora quería conseguir una foto

Para los entendidos, incluso para los aficionados, el martín pescador es fácilmente identificable

El dorso del cuerpo, cabeza y alas es azul-turquesa con destellos verdoso-metálicos. El vientre y un par de zonas bajo los ojos son de color naranja, mientras que las zonas de la garganta, orejas y orificios nasales son blancas, es un ave inconfundible.

Tiene el pico muy largo, de color negro con transición a naranja. La envergadura alar ronda los 25 cm y el peso medio los 35 gramos. Las patas son muy cortas y, al igual que los pies, son de color rojo vivo.

Es difícil verle porque, a pesar de su espectacular plumaje, su mimetismo con el entorno es grande. El plumaje castaño del pecho hace que sea difícil de ver desde la otra orilla, y su espalda y alas azules se confunden con el agua del río si se le ve de espaldas.

Su alimentación básica la componen los pequeños peces que divisa desde las ramas bajas de un árbol o un arbusto. Luego, se zambulle rápidamente con el pico por delante y los ojos cerrados, y captura a su presa con una altísima tasa de éxito. Tras la captura, retorna a su puesto anterior, donde la traga de una pieza. En otras ocasiones maniobra velozmente sobre la superficie del agua, buscando un lugar más propicio para sumergirse. Todo esto sería imposible sin sus potentes músculos alares y de la base del cuello.

Es frecuente que emita un estridente sonido similar a un chiii o tiiit mientras caza (El video editado al final está gravado por una persona que no llega a aficionado y no sabe distinguir entre los diferentes trinos)

La erreka aguas arriba
Fuente de la Virgen, recuperada para el Bosque. Sus aguas vierten en la Pakea

El martín pescador necesita de la presencia de densa vegetación fluvial junto al agua como la que ofrece este embalse, pero además de que ésta sea pura y cristalina. Los responsables municipales, los de URA y la vecindad debemos velar porque el agua no esté contaminada. (Atención al vertido de las obras de los edificios en construcción o la limpieza de los autobuses en el parking)

El estanque de la erreka Pakea es el único lugar en el Bosque donde se puede contemplar agua en remanso por la presencia del pequeño puente.

Escondido debajo de la clásica pasarela entre el teatro y el paseo de Mikeletegi, su oculta accesibilidad y su belleza lo han convertido en un lugar emblemático para todos los senderistas.

El panel desaparecido reposaba en la mesa de la foto. Es necesario que ‘Espacio Públicos’ del ayuntamiento se ponga manos a la obra para reponerlo

Ahora ese atractivo, con la depuración de las aguas y la presencia de diferentes tipos de especies, es todavía mayor

Esta remanso ha sido tratado con especial mino en el planteamiento de rehabilitación del Bosque. Las reuniones previas de la vecindad en Katxola -organizadas por Lantxabe- propusieron, desde el primer día, que pudiera acoger flora y fauna anfibias. Así mismo, proteger la la buena calidad del agua, desde aguas arriba impidiendo usos no compatibles en las inmediaciones de las regatas, incluido los inicios del manantial.

En la primera reunión para empezar la tarea de recuperación del Bosque ya se planteó la necesidad de especificar el tratamiento contra las fugas y se procedió a explicar detalles de la obra que incluyen una cubierta de material impermeable, en el fondo del estanque, para poder limpiar los vertidos de residuos naturales con facilidad.

En su día se propuso también la creación, junto al estanque, de una zona cómoda de descanso y contemplación, como de la que se dispone ahora.

Katxola, centro de interpretación del Bosque, más cerca, más fácil

El primer gran panel-indicador de Katxola, tótem de la zona, está encima del teatro, en la entrada por la calle Juan Abelino Barriola.

El efecto sanador del Bosque hoy está más reconocido que nunca. La coincidencia de usuarios y expertos es completa. Muchas personas atraídas por este soplo de naturaleza acuden a pasear por la espesura de Miramón.

La mayoría no saben que en un borde del parque está el centro de interpretación del Bosque, el caserío Katxola

Cerca, debajo del baserri, están el imponente teatro y el frontón. Se encuentra en una orilla de la elíptica plaza Pakea que, algunos vecinos, piden sea renombrada como plaza de Miguel Gallastegi.

Desde ayer resultará más fácil encontrar el caserío desde cualquier lugar del Bosque.

Ahora, con arreglo de las medidas anti-covi, el baserri permanece cerrado, pero su arquitectura es digna del lugar, se encuentra al final del paraíso, de la calle Paraiso, no podía ser otra

El baserri en el año 2007. Primeras piezas trasladadas de la sidrería Munto

El Txotx iba a ser la última fiesta popular que quedó aplazada; la fecha fijada era el sábado 21 de marzo. La Banda Municipal de Txistularis era la encargada de animar la velada con su obra el ‘Txistu con buen humor’.

La Banda Municipal de Txistularis. Cartel de convocatoria de su obra el ‘Txistu con buen humor’.

La decisión se tomó antes de proclamare el estado de alarma, fruto de un ejercicio de responsabilidad social pero con un gran sentimiento de frustración. Desde entonces el baserri sólo se ha abierto para mejorar sus instalaciones: reparar el tejado -que se hizo desde fuera- o atacar a la polilla de su potente maderamen -como una mezquita de córdoba con imponentes troncos de roble-

El maderamen del caserío se puede ver en esta foto, en un momento de su reconstrucción (año 2000)

Poco a poco, se van dando los pasos necesarios para encontrar un nuevo caserío, más acogedor si cabe.

En el centro de interpretación del Bosque algunas cosas están cambiando para cuando de nuevo pueda abrir sus puertas, se llene de cultura popular de Euskal Herria, de fiestas de la sidra, de las visitas de escuelas y colegios; el lugar de interpretación del Bosque y de encuentro de los senderistas. Allí están el corazón de la fiesta, la cultura, la identidad y la emoción

Y una de las asignaturas pendientes es facilitar el acceso de las personas que, procediendo de los confines del Bosque, se quieran acercar al baserri.

El primer gran panel-indicador de Katxola, tótem de la zona, está encima del teatro, en la entrada por la calle Juan Abelino Barriola.

Desde Ilumbe, desde la zona de la Policlínica y Museo de la Ciencia, desde las torres de Arbide y paseo de los Mikeletes, desde el área del Basque Culinary Center, desde el paseo de Oriamendi en las dos direcciones, ahora es más fácil llegar a Katxola.

En estos gaviones del Hotel Arima, entrada a la pasarela de acero corten, hay un cartel; a la salida hacia el Museo de la Ciencia, encontraremos otro
Pasarela de acero galvanizado
Viniendo de las Torres de Arbide, o de Illumbe, robledal de Errotatxo, nueva pasarela de acero galvanizado, dirección paseo de los Mikeletes, final del PT e inicio de la pasarela vieja

Acceso a la pasarela vieja

Salida pasarela vieja hacia teatro Miramón
Frontón Miguel Gallastegi situado encima del teatro
Del Totem de entrada y frontón hacia el caserío

En la zona del Basque Culinary Center, señal fijada a murete

En paseo el paseo de Oriamendi hacia calle Katxola
Cruce de la calle Katxola, con la calle Paraiso
Entrada por Erramunene

Las personas caminantes, senderistas, paseantes, tiene más fácil ‘no perderse’ y encontrar el caserío; los que viene de Illumbe por la pasarela de acero galvanizado o de la zona de las torres de Arbide y PT, primero se deslumbrarán con el imponente teatro, y luego alcanzarán la meta, aunque por ahora, y hasta que no se levanten las medidas sanitarias, el caserío deba permanecer cerrado

Txanpuene: Las ‘empresas constructoras de viviendas de lujo’ pueden ‘ganar a la Justicia’ y ‘doblar la rodilla’ al gobierno municipal

Decenas de caseríos jalonaban la Goiko Galtzara -que atraviesa Donostialdea de norte a sur- y que fue la vía terrestre donostiarra por excelencia, desde la Edad Media hasta mediados del siglo XIX en que se abre el ramal de Bazkardo (Andoain) hasta San Sebastián, eje de la posterior N-1. La galtzara fue un eje-camino que va ir conformando las casas y caseríos del barrio.

En el barrio de Aiete se han echado abajo caseríos y elementos históricos valiosísimos para la ciudad: Las casas solariegas de Miramón y Merkelin, de origen gascón y fundacionales de la ciudad, los caseríos Munto, Santa Teresa, Lazkano, Marigomiztegi, Gure Pakea, Erramunene… el palacete de Altxubene, las ruinas del molino de viento Aizerrota -el único en su género en Gipuzkoa-, el acueducto de Morlans -primer abastecimiento de aguas a Donostia realizado en 1609-, el funicular de Puyo… ¿Ahora le toca al caserío Txanpuene?. El centenario caserío ubicado el número 57 de la calle San Roque, está en la picota -piqueta-

Viviendas ya construidas en al alto de San Roque

Txanpuene podría terminar derribado en las próximas semanas para construir más viviendas de lujo en terrenos de Arbaizenea. Y eso a pesar de que la Justicia todavía tiene que dirimir si ese desarrollo urbanístico puede llevarse a cabo y decidir a quién se le reconoce el derecho de la propiedad.

Las inmobiliarias Neinor SL, Renteria SL e Irunesa SL, promotoras de la construcción de chalets en este lugar, pueden acabar con Txanpuene.

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En la ciudad de San Sebastián alientan varios corazones. Uno de ellos está en Aiete. Es un corazón antiguo, no es el “centro histórico”, pero sí forma parte de la “ciudad histórica”

Como ciudad histórica” nos referimos específicamente a la parte de la ciudad que ha acumulado “más historia”, donde están presentes distintas etapas del desarrollo urbano y las marcas de las diversas poblaciones que lo habitaron.

Aiete es un barrio que acumula memoria, los espacios que contiene son elementos simbólicos que transmiten sentido al habitante del barrio o al visitante.

Lo que denominamos “centro histórico de Donostia” es por definición la Parte Vieja. Pero deberíamos integrar en el concepto de ciudad histórica además de lo medieval o barroco –Lo Viejo-, o la presencia de modernismo y del racionalismo -calle Prim, ensanches Oriental y Cortázar,- también el arco rural -Aiete, Altza, Igeldo, etc- que en el caso de Donostia, explican el propio desarrollo de la ciudad. Destruir elementos -como el caserío Txanpuene- que forman una pequeña parte la ciudad histórica es asesinar el corazón, el alma de la ciudad.

Donostia posee un “centro histórico” muy concreto. En él está presente toda la historia de la ciudad, es un barrio clásico, localista por dentro y cosmopolita por fuera, trabajador y turístico, popular y burgués, sus calles poseen “sabor a ciudadanía”.

Pero la historia de la ciudad es más amplia, conociéndola sabemos que, por ejemplo en Aiete, vivieron algunos de los primeros colectivos humanos, organizados en torno a los caseríos, que durante año proporcionaron alimento al ‘centro histórico’ – o el agua desde sus pozos- que, aunque en gran parte han sido demolidos por la especulación urbanística, tanto en dictadura como en democracia, tienen significado histórico, huellas de la cultura material de Euskal Herria, que la economía urbana especulativa está destruyendo a marchas forzadas

Foto del Diario Vasco

Y ahora asistimos a un nuevo episodio sin que el gobierno municipal mueva un dedo

El caserío data del año 1773 e, incomprensiblemente, no tiene ningún tipo de protección dentro del catálogo del Peppuc -Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbano Construido-. Sus actuales poseedores, los hermanos Etxabe, explican que son descendientes de una familia de labradores que lleva haciendo vida en la finca al menos desde 1897, más de 120 años, y que no piensan renunciar a ella sin pelear en los tribunales. Ahora mismo tienen abierto un litigio sobre la posesión de estos terrenos con las inmobiliarias Neinor SL, Renteria SL e Irunesa SL

El proyecto constructivo tiene su amparo legal en el Plan Parcial aprobado por el Ayuntamiento, nacido del acuerdo hace algo más de veinte años entre el consistorio y la Casa de Alba para ceder parte de los terrenos de Arbaizenea a la ciudad. En el mismo plan se contempla la posibilidad de crear 80 viviendas de alta gama y un parque con itinerarios accesibles y en el que se ponga en valor el histórico lavadero de Txanponenea.

Mireia Mochales auzotarra eta Iñigo Etxabe Txanpueneko maizterra, baserriaren atarian. (Argazkia: Nerea Lizarralde)

Sin embargo, los Etxabe defienden que la titularidad de este patrimonio es suya por usucapión, es decir, su adquisición por el paso del tiempo. Asimismo, sienten que sus padres fueron «engañados» por estas inmobiliarias en los años 2008 y 2010, cuando tenían 81 y 83 años, para que firmaran unos documentos de cese de actividad agrícola «sin ningún asesoramiento legal» y que, en la práctica y a cambio de 30.000 euros, otorgaba a las promotoras el derecho a construir en estos dominios, cuando el valor catastral del mismo es de 5 millones de euros y el real de 20 millones.

En un primer juicio posesorio, el Juzgado de primera instancia de Donostia dictó una sentencia que desestimaba la demanda de las inmobiliarias y consideraba que los actuales poseedores tenían derecho a permanecer en el caserío y sus pertenecidos, al haber adquirido los terrenos por usucapión. Sin embargo, tiempo después, la Audiencia Provincial de Gipuzkoa estimó un recurso de apelación de las inmobiliarias y declaraba todo lo contrario, que no podían seguir poseyéndolos, llegando a afirmar que no se había planteado la usucapión en el pleito, «cuando no es cierto», aseguran los Etxabe.

El caso se llevó al Tribunal Supremo, que inadmitió el recurso de casación interpuesto por los poseedores de Txanpuene frente a la sentencia de la Audiencia Provincial. El procedimiento se encuentra actualmente dirimiéndose en el Tribunal Constitucional (TC). Asimismo, además de este pleito los actuales poseedores emprenderán acciones judiciales para que ser reconozca su derecho de propiedad.

Ahora bien, según apuntan los Etxabe, aunque el TC no se haya pronunciado, en cuanto la inadmisión del recurso de casación ante el Supremo llegue al juzgado de San Sebastián, que se espera ocurra en las próximas semanas, se podrá hacer efectiva la petición de desalojo del caserío y los terrenos y las máquinas podrían entrar para avanzar con los trabajos para construir las viviendas. Incluyendo el posible derribo del caserío.

Fuente histórica

En la última revisión del Peppuc se dejaron sin protección algunos elementos del ámbito de Arbaizenea, a pesar de la petición de vecinos y partidos como EH Bildu. Entre ellos el dintel de piedra del caserío con la inscripción ‘La nueva Barceloneta/1773‘ y la cruz del tejado.

Sí que se le concedió una protección de grado F a la histórica fuente de Txanponenea. Según se recoge en su ficha, «se trata de restos de una antigua fuente situados en el sistema local de espacios libres de Arbaizenea, que constituía el manantial del que arrancaba un arroyo hasta el lavadero de Arbaizenea y luego continuaba hasta Morlans».

En la zona se llevaron a cabo tareas de desbroce que permitieron observar la existencia de un muro frontal «formado por diez hiladas de piedra sillar a matajunta, en cuya parte inferior se abren dos vanos a modo de hornacina por donde brotaba el agua de la fuente; frente al hueco derecho se presenta una artesa de piedra de factura tosca que permitía la utilización de la fuente como abrevadero», apunta el documento.

Un gran parque dedicado a la historia del agua en la ciudad

Reportaje en Noticias de Gipuzkoa

Con el desarrollo de viviendas en los terrenos de Arbaizenea, el Ayuntamiento también tiene prevista la creación de un parque con una extensión de 100.000 metros cuadrados, con itinerarios accesibles y en el que se pueda hacer un recorrido por la historia del agua en la ciudad. En ese proyecto, la vieja fuente de Txanponenea y el antiguo lavadero de Morlans tendrán un papel fundamental. Actualmente, el suelo de la fuente se encuentra a cota inferior en relación a su entorno, en una hondonada, disponiendo de cinco escalones de piedra que salvan el desnivel. La previsión del Ayuntamiento es trasladar dicha fuente siete metros más arriba de su actual ubicación para que sea más accesible.

Los datos del pleito tomados de un artículo de DANI SORIAZU en el DV

Martes, 27 octubre 2020

Información complementaria publicada en esta web en fechas anteriores

Dos joyas de la arqueología vasca en el Bosque de Miramón

Del abrevadero de Errotatxo hasta el lavadero de la erreka Pakea, hay un precioso paseo, de punta a punta, por el Bosque de Miramón.

El abrevadero de Errotatxo fue reconocido en una de las visitas guiadas por el Bosque organizadas por Lantxabe. La víspera de la reclusión por la pandemia, dos miembros de la asociación acompañaron a un experto de Aranzadi para el reconocimiento del resto arqueológico, que se identificó más como abrevadero que como lavadero. La delegación se desplazó, después, hasta el estanque del Bosque y, justo encima, aguas arriba, están los restos de un lavadero (ver fotos) que aquel día no se pudo ver por el caudal torrencial de la erreka que llena la laguna.

El abrevadero de Errotatxo se encuentra alineado con una poderosa hilera de robles que pudieron haber tenido una función defensiva en las guerras carlistas. De este abrevadero esperamos noticias de Aranzadi

El primer proyecto de restauración del Bosque de Miramón, presentado al alcalde de entonces, Odon Elorza (año 2003), incluía la construcción de un molino imaginario aguas abajo, y con robles de hoja caduca, como protagonista principal, pero también con extensiones de castaños, avellanos, hayas, alisos, abetos, avellanos, higueras, pinos negros, tilos, olmos, álamos, laureles, acacias…y alguna plantación reciente de 251 manzanos, que completarían un paisaje típico Euskal Herria .

El lavadero siempre ha estado ligado al agua, en concreto a algún manantial que posibilitase que el líquido elemento llegase por la fuerza de su peso a las albercas, cumpliendo la misión de limpiar la ropa, para después seguir su curso. El de la Pakeako erreka representa la culminación funcional y estructural de varias fuentes o manantiales, desde el punto más alto en Oriabenta, hasta la de “la Virgen”, ubicada unos metros más arriba del estanque.

La utilidad de este lavadero -y de todos los pilones de fregado- empezó a decaer, a medida que se popularizaban las lavadoras domésticas. Hoy son historia, como son los abrevaderos, los molinos, el mimbre, y prácticamente los castañales.

A este lavadero recurrían las mujeres de los caseríos del contorno: Paraiso, Merkelin, Katxola, Oriamendi, Miramon, Erramunene, Mamistegi, Gure Pakea, Indiano, Etxe Luze, Intxaurdegi, Benta Txiki, Etxetxiki, etc.; era el espacio de relación social femenino por antonomasia, un espacio de socialización. Hay algunos especialistas que han hablado de ellas como ‘casinos femeninos’ donde la mujer se manifestaba en toda su realidad, sin tapujos ni ambages. Lavando, se tejían y reforzaban los vínculos de las mujeres. Desde la política local hasta los amoríos, todo pasaba por los ‘parlamentos femeninos’ de la época, uno de los pocos espacio de libertad que tenían las abnegadas y trabajadoras mujeres de pasadas generaciones.

El jolgorio con que realizaban su cometido y la ‘información’ que aportaban simultáneamente era digno de admiración. Las horas punta solían ser el sábado por la tarde y el domingo por la mañana, cuando las mujeres acudían en masa a lavar los buzos de trabajo de sus maridos al termino de la jornada semanal el sábado a las 18.00 horas.

Pocos hombres se atrevían a acercarse a un lugar donde podían ser objeto de mofa y burla.

Su uso exclusivamente femenino era regulado incluso por la ley. Una ordenanza de 1906 establecía que «no se permite la estancia en los lavaderos públicos a ningún varón mayor de 14 años»

La alberca de la erreka Pakea es la última que aún perdura. Este lavadero está enclavado debajo de los caseríos citados más arriba, que escoltaban el actual paseo de Oriamendi (la antigua Goiko Galtazara -viejo camino de Santiago y acceso a San Sebastián, desde el Sur–) y de los caseríos ubicados en la urbanización del Parque Tecnológico, Policlínica, ETB, lugar, por ejemplo, de Miramon Zar

La pila y las losas están en precarias condiciones.

La propuesta de Lantxabe es su restauración como un bien etnográfico, testimonio de la vida cotidiana en la Donostia de siglos pasados y de la pequeña arquitectura hidráulica.

El olvido y una tupida vegetación en torno a la erreka han salvado su existencia. Aunque también estuvo en un tris de desaparecer en la construcción del BCC; durante la edificación la empresa Amenabar vertía sus restos de obra a la erreka, aguas arriba, y se produjo una acumulación de lodos a punto de anegar el embalse. En la primavera de 2013 Lantxabe consiguió que la empresa se encargara de limpiar los lodos de la laguna. Este estanque debe ser tratado con especial mino en cualquier planteamiento de conservación del Bosque. Las reuniones previas en Katxola para la recuperación del Bosque, plantearon que el estanque se adecuara para acoger flora y fauna anfibias, y que se desarrollara un sistema adecuado conforme a sus características, evitándose la introducción de especies extrañas; tanto de flora, como de fauna. Así mismo, proteger la la buena calidad del agua, desde aguas arriba impidiendo usos no compatibles en las inmediaciones de las regatas, incluido los inicios del manantial.

Antes era muy habitual que los vecinos trabajasen juntos en reparaciones, reconstrucciones y limpiezas.

Pero los nuevos tiempos han cambiado las relaciones, las formas de vida, y se ha perdido, en cierto modo, el sentimiento de pertenencia a una comunidad concreta y con ello el ‘auzolan’.

Lantxabe anima a las vecinas y a los vecinos a trabajar juntos para reforzar y mantener vivos los enclaves rurales. Es su forma de revitalizar el barrio con acciones por el equipamiento público (casa de cultura, escuela pública, ambulatorio, plaza de Munto, ascensores, bidegorri,…); con actividades culturales, como el ciclo de literatura y cine, charlas, exposiciones; ayudando a organizar las fiestas del barrio, el Olentzero; o con la formación de escuelas de deporte rural, bolos, pelota. Se trata de mejorar la calidad de vida del barrio y vertebrar las relaciones entre los vecinos al fortalecer la vida vecinal