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Las colas del hambre en Aiete

La Asociación Jatorkin-Al-Nahda, trabaja en favor de la integración del colectivo inmigrante magrebí.

Es una asociación para la integración del inmigrante magrebí, con sede social en Tolosa y en Donostia

Landetxe en esta mañana de Domingo

Su local donostiarra está en Aiete, en la antigua guardería Landetxe, calle Belizalde, entre La Cumbre y San Roque) [el edificio tiene los días contados, como sucedió con el caserío Txanpuene].

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EVENTOS | jatorkin

Su ámbito de actuación está repartido por toda Guipúzcoa, siendo las localidades en las que más trabaja Donostia y Tolosa.

En cualquier caso, Jatorkin Al-Nahda está trabajando en un proyecto que tiene como fin, ampliar su ámbito de actuación al resto del territorio de la comunidad autónoma vasca.

La asociación está compuesta en su mayoría por miembros de origen magrebí, aunque al ser mixta también está compuesta por personas autóctonas.

Outmane Marjani

Casi un centenar de magrebíes sin hogar acuden a diario al barrio a lavar sus ropas y tomar la única comida caliente del día.

Los chicos duermen en la calle en estos días con temperaturas bajo cero y , aunque el sol apenas caliente, se agradecen los rayos que se cuelan a mediodía por las ventanas de la vieja villa Landetxe de Aiete. Es el lugar de peregrinación diaria de casi un centenar de magrebíes. Será su única comida caliente del día.

Desde aquí arranca la calle Belizalde, es la esquina con San Roque.
Un poco más abajo, las palas escavadoras han producido un descarnado movimiento de tierras y haN destruido toda huella del caserío Txanpuene. Allí se construirán viviendas de lujo sin plan urbanístico alguno
Terreno dónde estaba el caserío Txanpuene

Outmane Marjani, joven marroquí voluntario de 24 años, ultima los preparativos a la espera del goteo diario de vagabundos del Magreb. Se trata de una de las principales áreas de procedencia de la población de origen extranjero que recala en Gipuzkoa, solo por detrás de Latinoamérica y la Unión Europea. «Todos los días viene alguien nuevo«, asegura el chico, que remueve en una olla el estofado con carne y patatas preparado por voluntarios de Tolosa.

La visita al centro permite poner rostro a la población del Magreb. Se trata de un colectivo diverso –Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, principalmente– que supone el 14,2% de los flujos migratorios, según datos del Observatorio Vasco de la Inmigración, Ikuspegi. Son días complicados para todos ellos.

Además del frío, combaten contratiempos añadidos como «el certificado digital de vacunación», asegura Ibone Aristegi. La educadora social acaba de llegar a la villa con varias barras de pan bajo el brazo. Ella es la encargada de coordinarse con Osakidetza para dar cauce al problema.

Se recomienda la dosis de refuerzo para la vacuna, pero la vida errante se da de bruces con la burocracia. Hay quienes recibieron el primer pinchazo en Marruecos. Otros en Ceuta, y para formalizar todo ello les piden el DNI o el NIE, acrónimo del Número de Identidad de Extranjero. Muchos no portan documentación porque la perdieron en la ruta migratoria y están haciendo trámites con sus países de origen. «Para ducharse en algún servicio municipal necesitan mostrar ese certificado. Y creemos que todo el mundo tiene derecho a una ducha, al margen de su situación administrativa», sostiene Aristegi, convencida de que la falta de higiene les puede convertir en portadores asintomáticos de otras muchas enfermedades más allá del covid.

La educadora se sienta frente al ordenador en la sala multiuso de la última planta, un pequeño desván que sirve tanto de despensa como de oficina. Hace el recuento de los usuarios habituales en Landetxe: son 137 jóvenes. Al menos un centenar acude al centro a diario.

Tres voluntarios han comenzado a traer en grandes bolsas de plástico la ropa que ha sido lavada en Tolosa, de donde traen también la comida. El reparto se realiza en la villa de Aiete, que en su día fue guardería y que hoy comparten con otras tres instituciones. Prácticamente todos los que vienen aquí están en situación de calle

Wajdi Lassoued muestra su pasaporte y el documento que acredita su condición de solicitante de asilo. Foto: I.A.

Almas errantes como el tunecino Wajdi Lassoued, que esta noche ha dormido en la entrada de la Casa de Cultura de Okendo. El joven, de 25 años, muestra un documento rojo que acredita que en octubre fue aceptada su solicitud de asilo. Ha sido reconocida por tanto su necesidad de protección internacional, pero a pesar de ello sigue viviendo a la intemperie.

También saca su pasaporte. «Llevo cinco meses en la calle», lamenta el magrebí, que adopta una actitud propia de quien no tiene nada que esconder, trasparente como el agua cristalina. Tanto, que hay que insistirle en que no es necesario que siga mostrando más documentos. «Una vez reconocida su condición, Wajdi debería estar atendido en un recurso, pero la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) está que no da abasto», señala Saad Malec, el responsable de Jatorkin Al-Nahda, la asociación que les brinda acogida (Con el que hemos hablado esta misma tarde).

Es la hora de comer y los jóvenes han comenzado a llegar. Son transeúntes de entre 20 y 40 años, la mayor parte de ellos rondando los 30, seducidos por el aroma del café de Outmane.

Mientras el marroquí trocea barras de pan, por la puerta se asoma una cara conocida.

Nabil

Se trata de Nabil, uno de los primeros en llegar, «No tengo ni para una barra de pan» – Noticias de Gipuzkoa

«Me desalojaron de aquel lugar y esta noche he dormido en La Concha«. Nabil sigue acudiendo a clases de castellano. Le cuesta expresarse y se maneja mucho mejor con el árabe. Outmane, siempre solícito, lee de inmediato la situación. Deja a un lado la bandeja de plástico en la que colocaba unos yogures y se convierte en intérprete.

Nabil cuenta que se pasa casi todo el día solo. «Esta noche no he podido dormir hasta las cinco de la madrugada debido al frío«. Dice que le gusta ver películas frente a alguna de las pantallas de los ordenadores de Tabakalera. Y que desearía trabajar de peluquero, «y que habla con sus padres una vez por semana». El perfil de Nabil es tan solo uno de los muchos que llegan a este centro.

Explotación en los invernaderos de Murcia

Entre los jóvenes que llegan a Gipuzkoa hay migrantes cansados de vivir en chabolas y de ser explotados en invernaderos de Murcia. «Vienen aquí, al norte, demandando una formación para insertarse laboralmente«, cuenta Saad Malec, educador social e integrante de Jatorkin Al-Nahda, la asociación que gestiona el recurso de Aiete.

Esta entidad, con sede en Tolosa y Donostia, trabaja por la integración del inmigrante magrebí, colectivo al que la sociedad vasca atribuye la menor simpatía y los mayores prejuicios, según todos los estudios de percepción.

Saad Malec, educador social en Jatorkin Al-Nahda. Foto: I.A

A diferencia de Latinoamérica y la Unión Europea, los colectivos del Magreb son los más lejanos cultural y socialmente. Es preciso tender puentes. «Les cuesta integrarse. Estamos trabajando con una generación a la que durante muchos años se les ha inculcado unos valores, una educación y una formación religiosa muy cerrada», explica Malec.

El educador entiende que la situación de estos chicos interpela también a la sociedad de acogida, «en la que el auge de la extrema derecha busca culpables entre los inmigrantes».

En alguna ocasión se ha presentado la Ertzaintza en la villa. «Llevamos un año con este programa y nunca ha habido un solo problema. Un día les dije que a ver si no tenían otra cosa que hacer», dice Malec, un tanto molesto. .

Nabil entró por la playa rocosa de la Ciudad Autónoma de Ceuta, a donde llegaron miles de menores marroquíes a nado durante los días 17 y 18 de mayo. Junto a él hay otros compatriotas de la ruta canaria, y también quienes se han topado en su travesía hacia el norte con el muro policial infranqueable de la muga con Francia. «Algunos tenían claro que querían quedarse aquí. Otros no, pero a todas estas personas hay que darles respuesta. Necesitan apoyo con las clases de castellano, orientación laboral, cursos y formación«, reclama Malec, que también pide «ropa y móviles usados» para darles una segunda vida. «Si alguien está interesado en ayudar, se puede pasar por la villa».

Jamal es uno de los primeros en acabar de comer. «Llevo un mes aquí y me faltan dos para poder empadronarme», dice este joven de 24 años, procedente de Alicante, que también ha dormido en el voladizo de La Concha en una gélida madrugada. En apenas unos minutos ha llegado una treintena de magrebíes, que se sientan a la mesa con cara de frío. Dicen que es habitual que sus pocas pertenencias, como algo de ropa y mantas, acaben en la basura tras el enésimo desalojo, como el que se produjo el miércoles en Mundaiz.

Tres argelinos toman café después de comer junto a la verja de entrada. Aguardan a que se despeje la sala para comenzar las clases de castellano.

Al plantearles cuál es su porvenir, miran al cielo sin encontrar la respuesta. «Lo tienen muy complicado», indica Malec,

Tomado de un artículo de Jorge Napal

El 10 de marzo de 2018, publicanos en www.aiete.net la siguiente crónica

Aquella tarde, en la Casa de Cultura, se vivió una jornada muy especial, en la que la solidaridad con las familias sirias que han llegado a los campos de refugiados a Grecia, la fraternidad con sus desamparados protagonistas, la adhesión al proyecto de volver a su país, el respaldo y unión con las ONG que dejan la piel y el alma en su apoyo y el compromiso de ayuda hacia ellas, estuvo muy presente; especialmente durante el coloquio que sucedió a la visión del documental ‘Katsikas, ecos de un éxodo’ de Rodrigo Vazquez (Madrid, 1983), con el propio Rodrigo dirigiendo el debate y la emocionante y desgarrada exposición de nuestros convecinos de Zaporeak.

Las colas del hambre | Aiete – Lantxabe – Katxola – Ayete

Y del Diario Vasco tomamos esta otra

Diplomas para reconocer el esfuerzo de alumnos marroquíes

Los estudiantes marroquíes recibieron el diploma rodeados de amigos y familiares. / UNANUE

«Con los estudios se llega a todo». Con esa máxima Chaimae se abrió paso cuando llegó a Tolosa desde Marruecos hace dos años y ahora ha logrado una meta. Ha terminado los estudios secundarios obligatorios. Ella fue una de las alumnas reconocidas en la iniciativa ‘Mi diploma es mi libertad’, con la que la asociación Jatorkin Al-Nahda aplaude el esfuerzo de estos estudiantes inmigrantes y les motiva para seguir aprendiendo.

Junto a ella, Ayoub, Imad y Wahb y otros 14 alumnos de origen marroquí también recibieron un diploma y el reconocimiento «al esfuerzo de estudiar, trabajar y convivir en una lengua que no es la propia». Así lo expresó Joseba Ibarra, cordinador del programa de innovación pedagógica del Berritzegune, para quien la entrega de premios también fue una oportunidad para «reconocer que todos nosotros necesitamos todo lo que tenéis que ofrecer», refiriéndose a los alumnos de origen marroquí que fueron premiados ayer por la tarde por su mérito académico.

Junto a él, los diplomas fueron entregados por Fatihma El Kamouri, cónsul Marroquí, Mustapha Oukdim, representante de la coordinadora de asociaciones marroquíes en Euskadi, Lihgr Pillado y Sayuri Alvaradi, de Mondragón Tgam Academy, y el presidente de la asociación Jartorkin Al-Nahda, Saad. Además de Hamid Sariri, que se dedica profesionalmente al kickboxing.

«He encontrado que aquí es más fácil estudiar que trabajar, algo imposible sin papeles. Ahora con el título oficial, se me abre alguna puerta más», comenta Chaimae humilde tras haber logrado un 8,83 de media en la ESO. Afortunadamente, el idioma no ha sido una barrera: « Soy del norte de Marruecos y allí el castellano es el segundo idioma. Hasta tenemos canales de televisión en castellano, por lo que algo sabía». Con el euskera, admite, la historia es distinta. «Es más difícil, aunque entiendo solo un poco. Mi hija Inas sí que sabe hablar euskera», reconoce sobre su pequeña de 6 años que «de mayor quiere ser futbolista».

Una vez terminado cuarto de la ESO, el año que viene le gustaría poder estudiar el grado medio de Auxiliar de enfermería, aunque «para hacerlo en castellano tendría que ir todos los días hasta Irun y ahora mismo no puedo. Por eso voy a hacer la FP de Integración Social».

Chaime también colabora con la asociación que la premió. Reconoce que para ella es muy importante «ayudar a las chicas a comprender que pueden hacer y ser lo que quieran. Que están en un país en el que su voz sí va a ser escuchada y no necesitan casarse para poder estudiar o trabajar». Para ello, no hay más que «aprovechar todas las oportunidades, nunca es tarde para ponerse a estudiar».

Ayoub es un ejemplo de haberse formado. Recién graduado en Informática y Gestiones de sistemas de información, ahora se encuentra inmerso en varios procesos de selección para trabajar como informático. «Desde pequeño uno siempre tiene sueños. A mí me gustaba la informática», recuerda feliz, «ninguna cosa te impide llegar a lo que sueñas desde pequeño».

Ana Chueca Diario Vasco 29 junio 2019

Para acabar con

Donostia: El Ayuntamiento abrirá la noche de este viernes el albergue de Ondarreta a personas sin hogar – Noticias de Gipuzkoa

Tan lejos, tan cerca

Ha pasado un año y el corona virus sigue ahí, arruinando la fiesta y la salud (o viceversa)

El pasado año el Orfeón Donostiarra se reunió en el teatro de Miramón para interpretar on line la ‘marcha de San Sebastián’.

El ‘Espacio Katxola’, escenario ideal | Aiete – Lantxabe – Katxola – Ayete

Zurriola Ikastetxea en las gradas del teatro Miramón

Hoy abre el Diario Vasco con esta foto de la Tamborrada Infantil de Zurriola Ikastetxea que recorrerá el barrio de Gros con el uniforme de los «basques voluntaires». Las chicas y chicos de la comparsa han venido desde Gros (el 22 de mayo de 2019 visitaron Katxola)

¡Bienvenidos a Katxola Baserria! | Aiete – Lantxabe – Katxola – Ayete

El Bosque, el teatro, son lugares sanos, seguros, para ensayos y participaciones de la tamborrada y de otros eventos. Es un lugar magnífico para organizar grandes acontecimientos culturales.

La ciudad necesita en el gobierno de la ‘rës püblica’ gente ‘ausarta’ que sepa gestionar este marco incomparable que la técnica y la arquitectura nos ha regalado.

No está tan lejos.

Aiete y San Sebastián, mañana y tarde, soportando olores pestilentes.

Publicado en la sección ‘Sirimiri’ del DV de hoy sábado

El olor fétido, que antes había sufrido Aiete -y seguramente Hernani y Astigarraga-, ahora ha llegado a Martutene, Amara, Gros y al centro de la ciudad

Mucha gente ha consultado la web

Solución para los malos olores en Aiete | Aiete – Lantxabe – Katxola – Ayete

También hemos recibido correos electrónicos referidos al desagradable aroma, que obliga a tener las ventanas cerradas

Dicen en el ayuntamiento que no se ha establecido el origen del desagradable mal olor, pero hace años que se sabe, Algo está podrido en Donostia, lo sabemos por el mal olor | Aiete – Lantxabe – Katxola – Ayete el ayuntamiento conoce y el gobierno vasco está avisado de que el mal olor procede de la papelera de Zikuñaga, Papelera Guipuzcoana S.A., ubicada en Hernani. El Ayuntamiento de Donostia, en colaboración con el Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco, encargó un estudio a una empresa catalana. Este estudio detectó que los malos olores los produce el dimetil sulfuro, producto resultante del proceso de producción de la fábrica de Hernani. Las emanaciones malolientes se deben a mercaptanos, que son derivados del sufrídico, que huele a huevo podrido

Hace poco más de una década se colocaron estaciones meteorológicas y tras muchas mediciones detectaron varios focos de emisión. Una de las fuentes era el vertedero de San Marcos, donde se enterraban toneladas de residuos que generaban un aroma nauseabundo. Actualmente ya está clausurado. Otro foco era la EDAR de Loiola, estación depuradora de aguas residuales que podía emitir algún olor molesto muy puntual. Un tercer núcleo es la cementera Rezola de Añorga cuyos hornos crematorios han sido utilizados para destruir residuos orgánicos [en su día las ‘vacas locas’]

El cuarto centro productor de infectos identificados era la papelera de Hernani. En su día, la asociación ecologista Eguzki también denunció contaminación odorífera proveniente de esta empresa situada cerca de Aiete y cuyos malos olores se producían principalmente de noche, fruto de las brisas terrestres nocturnas con dirección Sur.

Se puede decir que la situación anticiclónica facilita la propagación del mal olor por Aiete y por Donostia, que el fenómeno de inversión térmica contribuye a la expansión de la fetidez. Esta situación se produce principalmente en invierno, que propicia la aparición de ‘txapelas’ de contaminación. Pero eso no exime al gobierno vasco, a la diputación y al ayuntamiento que pongan manos a la obra, tras más de 10 años de denuncias.

Tomas Hernandez Mendizabal artista donostiarra zendu da

T. Hernández Mendizabal y maqueta grupo escultórico

Tomas Hernandez Mendizabal margolari, eskultore eta kartelgile donostiarra (1940-2021) atzo, hilaren 25ean, zendu zen, 81 urterekin.

Elkarrizketa mamitsua egin zion «Irutxuloko Hitza» Hernandez Mendizabali 2020ko ekainean, eta hemen irakur daiteke, osorik. Astekariko azalean atera zuen artista, eta bere ibilbide luzea sakonean errepasatu zuen, baita beste hainbat gaiz hitz egin ere. Orduan, ia 80 urte zituen, eta sortzen jarraitzen zuen, elkarrizketaren zati honetan azaltzen zuenez:

TOMAS HERNANDEZ MENDIZABAL.

Zure estudioan ikusten dudanagatik, lan egiten jarraitzen duzu.

Noski baietz. Konfinamendu garaian etxean asko marraztu dut, eta 70 marrazkitik gora egin ditut azkenean, errotulagailuarekin.

Proiekturen bat daukazu buruan?

Azkenaldian, udaleko Kultura zinegotziari idatzi besterik ez dut egin, San Telmo museoan erakusketa bat antolatzeko, baina ez dit erantzun ere egin.

Nola ikusten duzu gaur egun artearen eta kulturaren egoera Donostian?

Bueno, Tabakalera jarri zuten, adibidez, baina inork ezagutzen ez dituen kanpoko artistak ekartzen dituzte, eta hemengoei ez diete kasurik egiten. Nik, esaterako, Tabakaleran erakusketa bat egiteko baimena eskatu nuen, baina ez zidaten erantzun ere egin. Bestalde, Bulebarreko erakusketa aretoa kendu dute, eta Kursaala ere hor dago, baina ez da erraza han erakusketa bat egitea. Gaur egun, artistok ez daukagu erakusketak antolatzeko lekurik Donostian. Ni gutxi barru hilko naiz, eta ea nire semeek zer egiten duten gauza hauekin guztiekin.

Tomas Hernandez Mendizabal en su taller. Foto Arizmendi

Joseba Zaldua: «Tenemos ganas de seguir trabajando y dándolo todo»

El lateral donostiarra no ha puesto excusas a la mala dinámica del equipo tras la derrota ante el Villarreal y confía en darle la vuelta tras el parón navideño

Mikel Rekalde. Noticias de Gipuzkoa

Joseba Zaldua no ha puesto excusas a la derrota de la Real Sociedad en el Reale Arena frente al Villarreal (1-3).

El futbolista considera que los malos resultados del últimos mes no son acordes al juego que está desplegando el equipo de Imanol Alguacil. «Nos está faltando esa pizca de suerte que teníamos antes. Son rachas, esperamos que con el parón cambie la dinámica».

El realista ha comentado al término del encuentro que se ha visto «una primera parte igualada, con ocasiones para los dos equipos», aunque la expulsión de Mikel Oyarzabal en el minuto 48 «ha marcado el partido».

Zaldua también se ha referido a los dos goles de Gerard Moreno a balón parado, unas jugadas en las que tienen que tener «más cuidado». «Es duro encajar los goles de esa manera», ha afirmado.

Según el lateral, ganar este último partido liguero hubiese sido «la guinda al pastel» de un histórico año que será recordado por la Copa del Rey conseguido en abril frente al Athletic. «A pesar de lo de hoy estamos fuertes y con ganas de seguir trabajando y dándolo todo», ha finalizado Zaldua.

Luz para todos

Se cuestiona que el Ayuntamiento de Donostia incremente el gasto en la iluminación navideña. Este año se han destinado 410.000 euros al alumbrado festivo. Mientras los barrios periféricos, como el de Aiete, siguen a oscuras.

Se busca también en las fiestas del solsticio de invierno, la equidad en la distribución de los recursos económicos, en el uso de la energía y del alumbrado, de la asunción de determinados valores éticos por parte del Gobierno Municipal en la toma de decisiones que beneficien a toda la ciudadanía

Entre la Ciudad de Cine o el depredador negocio turístico. Una perversa alternativa

«El Palacio Bellas Artes de Donostia desaparecerá para convertirse en alojamientos turísticos» (El Salto)

El ‘Bellas Artes‘ es uno más; la creciente turistificación de la ciudad acabará, en este caso, con un edificio de gran valor arquitectónico y representativo de nuestra ciudad

El Palacio Bellas Artes envuelto en una malla para evitar la caída de cascotes. (Ancora)

Una estrategia constructiva vieja como el mundo, los nuevos emperadores quieren dejar su huella -obras faraónicas sin uso, esculturas imposibles- sin importarles, antes al contrario, la obra que identificada la ciudad anterior

El Bellas Artes se transformará en alojamientos turísticos. La empresa Sade mantendrá solo un 20% de la fachada. El icónico edificio, construido en 1914, se une a la lista de otros inmuebles con un importante valor arquitectónico demolidos en los últimos años

Montaje del futuro Bellas (El Diario Vasco); con el levante añadido tras la cúpula

El antiguo cine se convertirá en un alojamiento turístico de 84 habitaciones con tres plantas de parking subterráneo robotizado. La empresa Sade reformará el interior del inmueble manteniendo las fachadas y su característico chaflán, donde destinará las tres primeras plantas a usos hosteleros o comerciales, aún por determinar. Además, los propietarios repondrán la cúpula que fue derruida, asegurando que “el Bellas Artes volverá a ser el edificio singular y emblemático que fue”. La empresa invertirá 5,6 millones de euros en una obra que durará dos años.

La propuesta de alojamientos turísticos de la empresa Sade requiere la modificación de la fachada, que apenas conservará un 20% de la original. “Hay toda una serie de alteraciones muy importantes y que no constituyen una intervención respetuosa sobre un edificio con unos valores tan relevantes”, denuncia Fernández-D´Arlas, presidente de Áncora. En ese sentido, lamenta también que el Ayuntamiento de Donostia no haya tomado la decisión de expropiar y cuidar el inmueble para destinarlo a usos culturales.

La asociación patrimonialista Áncora defiende mantener el edificio y ha organizado diversas manifestaciones en contra del derribo. Su presidente recuerda que hasta ahora ninguna de las corporaciones municipales se había atrevido a firmar la demolición ante la fuerte oposición vecinal. “Las construcciones históricas están para ser usadas, pero si las propuestas son de tipo lucrativo o especulativo se producen tensiones extremas entre los intereses de un propietario particular y la defensa de un interés general”, explica a Fernández-D´Arlas. El futuro del Bellas Artes lleva 30 años pendiente de un hilo, sin que se llegará a un acuerdo, y desde Áncora consideran la decisión ahora adoptada un fracaso, ya que en otras ciudades, como Bilbao, hay edificios similares que se han reconvertido para usos culturales, como, por ejemplo, el Kafe Antzokia.

Una esperanza cautelar previo pago de 4 millones de euros en un periodo de 10 días

En octubre, y tras un recurso de la asociación Áncora, el juzgado contencioso administrativo número 3 de Donostia decidió, al poco de iniciarse, que se suspendieran de modo cautelar las obras del Bellas Artes. Sin embargo, el juez reclamó 4 millones de euros en un periodo de 10 días para que las obras se mantuvieran paradas, cantidad que corresponde al coste necesario para mantener sus fachadas sujetas con hierros y garantizar la seguridad de la construcción durante todo el procedimiento judicial. Según el juez, con el fin de “evitar su colapso, dada la situación de ruina del edificio”. Por su parte, la asociación Áncora ya señaló que no le resultaba imposible abonar esta cantidad -difícil para una asociación sin ánimo de lucro- y la Sade ha reiniciado los trabajos tras un mes y medio de suspensión.

El Bellas Artes fue sede del Orfeón Donostiarra.

En el Pleno municipal del 21 de octubre de 2021, la concejala de Obras y Proyectos, Duñike Agirrezabalaga, aseguró que el Ayuntamiento no tiene capacidad para hacerse con la propiedad del edificio en ruina sin desajustar su presupuesto. De haberlo hecho, en su opinión, hubiera supuesto “hipotecar el presupuesto de inversiones durante años”. También puntualizó que adquirir el Bellas Artes sería “vender el coche para comprar gasolina”. Una postura, la del Ayuntamiento de Donostia, que contrasta con la de otras ciudades referentes, como Barcelona, donde el ayuntamiento compra inmuebles para darles usos municipales. Una de las últimas adquisiciones de Ada Colau ha sido la antigua sede de la editorial Gustavo Gili, construcción representativa del racionalismo catalán. El nuevo edificio comunitario se convertirá en el Centro de Cultura y Educación de Barcelona.

Edificio Gustavo Gili

Un derribo anunciado

En 2013, el arquitecto donostiarra Jonander Agirre inició ya una campaña contra la demolición del Bellas Artes en la que se recogieron más de 10.000 firmas. Para Agirre, la única forma de cuidar el Bellas Artes es comprándolo y dándole un uso cultural o municipal, como ocurrió con la antigua sede de bomberos, que ahora alberga oficinas. “Las quejas tienen que hacerse cuando sale el Plan General de Ordenación Urbana, que es cuando se permiten estos cambios”, enfoca el arquitecto. Asimismo, Agirre considera que este derribo se une a otras actuaciones que confeccionan “una ciudad de mala calidad”.

El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), organismo dependiente de la ONU, advirtió en 2019 con un dossier internacional de alerta al patrimonio sobre el peligro que corría el edificio. En ese documento solicitaba a las autoridades responsables que lo declararan Bien Cultural Calificado como Monumento, ordenarán su restauración y la reconstrucción de la cúpula que lo remataba, derribada por los propietarios. Un hecho que remarca el presidente de la asociación Ancora, ya que en España “nunca se había producido una alarma internacional de estas características”.

El Palacio de Bellas Artes fue declarado Bien Cultural con la categoría de Monumento en 2015, pero en octubre de ese mismo año la empresa Sade encontró una grieta en la cúpula y solicitó su derribo alegando que podría colapsar. Las autoridades se lo concedieron, pero dictaron la orden de que posteriormente fuera reconstruida de inmediato. A pesar de ello, la empresa derribó pero no reconstruyó nunca la bóveda, alegando su ruina.

En 2017, Sade logró también con sus recursos en los juzgados que el edificio pasara a tener una protección más débil, ya que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco reconoció la situación de ruina del Bellas Artes y la Consejería de Cultura? declaró que “no concurren valores suficientemente relevantes que justifiquen el mantenimiento a ultranza del inmueble”. En marzo de 2021, en el último Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido, esa protección aún se rebajó hasta el grado C. Las construcciones a las que se les concede este nivel comprenden elementos construidos a los que se reconoce su valor individual y cuentan con partes que deben ser protegidas en su envolvente exterior. El Catálogo del Patrimonio Urbanístico Construido recoge seis niveles del A al F.

Desde su consideración de edificio permanente, en 1977, la empresa propietaria ha logrado reducir la protección del Bellas Artes hasta casi dejarlo sin ninguna. Fernández D-Arlas considera que esta desprotección se debe a las fuertes presiones de la empresa propietaria, “muy poderosa y formada por familias donostiarras muy bien posicionadas”. Una opinión que comparte el arquitecto Jonander Agirre, para quien “una compañía grande puede generar cambios en el plan”.

Defensa del patrimonio

La oposición en el ayuntamiento de Donostia es crítica con el derribo del Palacio de Bellas Artes y cree que detrás se encuentra la construcción de una ciudad basada en el modelo turístico. Para Aitzole Araneta, concejala del grupo municipal Elkarrekin Podemos, acabar con el Bellas Artes sería “una pérdida irreparable por el valor material e inmaterial del edificio”. Si bien hace dos años la concejala delegada de Urbanismo Sostenible descartaba la modificación del cine, Araneta explica que ahora el ayuntamiento no tiene intención de dar marcha atrás porque ya no tiene ataduras legales. “La solución es complicada y por ello tenemos que seguir movilizándonos”, concluye.

Desde el grupo EH Bildu, el concejal Ricardo Burutaran considera el derribo “un fracaso de las instituciones que responde a una victoria de la propiedad privada”. En su opinión, el mal estado en el que se encontraba el Bellas Artes se debe a que sus propietarios no han cumplido con sus obligaciones. En los últimos 6 años se han concedido en Donostia 45 licencias para hoteles y 1600 para pisos turísticos. “La zona centro de la ciudad, la Parte Vieja o Gros están cambiando y se ha producido un descenso de los empadronamientos en la ciudad”, analiza el concejal de EH Bildu. Burutaran señala que “la defensa del patrimonio corresponde al ayuntamiento y al Gobierno Vasco”. Sin embargo, son Áncora y los vecinos donostiarras los que luchan por mantener un símbolo de la ciudad.

Inaugurado en 1914, el edificio fue diseñado por el arquitecto Ramón Cortázar y mantuvo su función de cine hasta 1982. Fue también sede del Orfeón Donostiarra desde su apertura hasta 1977. Ahora, la asociación Áncora propone que ese edificio sea la sede de la Filmoteca Vasca o de la Escuela de cine Elías Querejeta, ya que “cumple los componentes para albergar alguna de esas entidades». En una de las ciudades referentes para la gran pantalla, con el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, los nuevos espacios como el Kursaal se han llevado todo el protagonismo que alguna vez tuvieron las salas Trueba, Astoria o Miramar.

El Palacio de Bellas Artes, inspirado en el Gaumont Palace de París, se construyó con la intención de que sirviese de reclamo publicitario y símbolo de progreso y modernidad. El inmueble aparece ya en el primer catálogo de patrimonio de Donostia, realizado por arquitectos de renombre como Rafael Moneo o Luis Peña Ganchegi. Hoy vive los que podrían ser sus últimos meses envuelto en una malla para evitar la caída de cascotes. De momento, la renovación sigue adelante y los defensores de su conservación, la asociación Áncora y los vecinos, consideran “difícil” ganar la batalla judicial y mantener vivo este símbolo de la ciudad.

El cine Doré de Madrid fue construido en 1912, pero su actual configuración corresponde a 1923. Hoy alberga los cines de la Filmoteca Española

Adiós, cine histórico; hola, alojamiento turístico: la polémica inmobiliaria que divide San Sebastián | Arquitectura | ICON Design | EL PAÍS (elpais.com)