Anne Landa es conocida por los habituales en las actividades de Katxola y no será la primera vez que interpreta el acordeón en el caserío. Le recordamos, por ejemplo, acompañando al grupo TESS de Manolo Gómez.
Anne Landa adapta obras de autores clásicos para su acordeón. En el caso de Mozart: Andante en fa mayor para órgano KV 616, Fantasía en do menor para piano KV 475, Sonata en sib mayor para piano KV 333, Fantasía en fa menor para órgano KV 594, Adagio en do mayor para armónica de cristales. Cinco de las obras del compositor austriaco
No es tiempo de valorar artísticamente al maestro austriaco Wolfgang Amadeus Mozart. Un compositor, de sobra conocido, que se caracterizó por su inquietud musical y que creó todo tipo de piezas para un sinfín de instrumentos. En 1829, casi cuarenta años después de que éste escribiera el Réquiem (su última obra), apareció por primera vez el acordeón en Viena. A buen seguro, de haberlo conocido, no hubiera dejado pasar la oportunidad de conocer los entresijos de este instrumento. Hoy, y en pleno siglo XXI, la donostiarra Anne Landa adapta cinco de las obras del maestro con el particular sonido del acordeón de concierto y al que no duda en definir como «mi aliado perfecto para ofrecer música de época clásica con nuevos timbres y colores».
Al escuchar estas piezas parece que hubiesen sido escritas expresamente para dicho instrumento. «La iniciativa de grabar estas obras de Mozart nació en un periodo en el que me cuestioné el por qué del desconocimiento general que padece este instrumento. Tras un arduo trabajo en torno a la difusión del acordeón entre compositores actuales, y con el fin de crear repertorio propio, me di cuenta de que, en lugar de limitarlo a la época contemporánea, se podría subrayar el principio sonoro del acordeón a través de repertorio ya existente compuesto para otros instrumentos, pero a la vez, que fuese adecuado para transcribir con delicadeza y respeto», apuntó su creadora. «El mundo del acordeón clásico es pequeño. Sabemos que es una propuesta arriesgada, pero sobre todo, es una iniciativa muy nueva, algo totalmente innovador», señaló.
Anne Landa dice del acordeón que es un instrumento que canta, pero sin duda, lo que consigue es no dejar indiferete a nadie. La crítica ya ha dado su opinión, y de momento, le concede su beneplácito, cosa nada fácil en un mercado saturado, y en el que la donostiarra irrumpe con fuerza con la dulzura de sus melodías. «Con este trabajo he vuelto a renacer. Este disco consigue satisfacer al intérprete de igual modo que al público. Nos hemos permitido hacer las cosas con mucha delicadeza e ilusión, buscando la belleza», concluyó.
Respecto a la música del compositor Antonio Cabezón, organista preferido de Felipe II, la donostiarra rendirá un homenaje al compositor nacido en Castrillo de Matajudíos (Burgos). Landa realizó una grabación en la iglesia de la localidad natal del compositor de la que podemos disponer en el caserío.