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AZKEN HARRIA/LA PIEDRA FINAL

El pasado 1 de abril un autobús con algo más de medio centenar de personas partió de Donostia hasta el cementerio de Montauban (Francia), para realizar una ofrenda floral a Manuel Azaña, siguiendo con el homenaje que Lantxabe viene realizando en su honor y en su recuerdo.

 Ante su tumba, rodeada de amigos entrañables, se leyeron varios versos del poemario de Gabriel Aresti AZKEN HARRIA.

 Reproducimos el último de ellos

 Bizia

bezpera luze bat da,

inoiz argitan urratuko ez zaidana,

                                              gau ilun bat,

                                            otso harraparien aho beldurgarriak baino

                                    ilunagoa.

                                       Ai! zergatik jaio nintzen ni mundura

                                         mundutik hain itsusiro hiltzeko gero?

Gabriel Aresti  LA PIEDRA FINAL

 La vida

es una larga víspera,

que nunca desgarrará la luz,

una noche oscura,

más oscura

que las temibles bocas de los lobos cazadores.

¡Ay, por qué nací al mundo

para morir después del mundo indignamente!

Reclaman la placa conmemorativa del “Pacto de San Sebastián”

El pasado  30 de marzo, se llenó el aforo del Salón de Plenos de la Casa de Cultura de Aiete. Hubieron de traerse todas las sillas guardadas en el almacén para ocasiones como esta. Aún y todo, se ocuparon también los improvisados asientos corridos de los laterales y el fondo del Salón de Actos. Hubo personas que no pudieron entrar precisamente porque el salón estaba completo  (180 personas pudieron asistir al acto). El motivo era una conferencia del profesor Pablo Becerra sobre la vida de Manuel Azaña, Presidente de la Segunda República y especialmente, sobre el Pacto de San Sebastián, en el que él participó.

 Azaña fue un fino escritor, un gran articulista, teatro, novela, –Premio Nacional de Literatura 1928-, un gran orador y un político honesto entregado a la causa de sus ideas.

 Lo que más conmocionó a la sala fueron las últimas semanas, los últimos momentos de su vida. Su desamparada muerte arropado por su familia (noviembre de 1940). El pidió quedarse en Montauban (Francia), donde murió y allí, una parte de los presentes en la sala, irán visitar su tumba y hacerle una ofrenda foral, mañana 1 de abril.

Los presentes, los que participaron en el coloquio, el ambiente en general de este encuentro–homenaje a Azaña, manifestaron además, una gran unanimidad para reclamar que la placa conmemorativa del Pacto de San Sebastián, reunión celebrada el 17 de agosto de 1930, preludio de la Segunda República, fuera restituida a la calle Garibay número 4, en cuya primera planta, antigua sede del Partido Republicano, se celebró la cita. Nuestra ciudad no está sobrada de elementos conmemorativos de esta gradeza.

PACTO DE SAN SEBASTIAN

Sentados aparecen Marcelino Domínguez, Alejandro Lerroux, Alcalá Zamora, Azaña, Fernando de los Ríos y Jaume Aiguader

Reunión promovida por Niceto Alcalá-Zamora y Miguel Maura que tuvo lugar en l San Sebastián el 17 de agosto de 1930, en la calle Garibay nº 4, primer piso.

A esta reunión enviaron representantes prácticamente todas las corrientes republicanas.

Presidida por Fernando Sasiaín (presidente del Circulo Republicano de San Sebastián)

 Al terminar, los reunidos se negaron a hacer manifestaciones concretas, limitándose a referirse a la siguiente

 Nota oficiosa

 «En el domicilio social de Unión Republicana y bajo la presidencia de D. Fernando Sansisin, se reunieron esta tarde don Alejandro Lerroux y don Manuel Azaña, por la Alianza Republicana; don Marcelino Domingo, don Alvaro de Albornoz y don Angel Galarza, por el partido republicano radical socialista; don Niceto Alcalá Zamora y don Miguel Maura, por la derecha liberal republicana; don Manuel Carrasco Formiguera, por la Acción Catalana; don Matías Mallol Bosch, por la Acción Republicana de Cataluña; don Jaime Ayguadé, por el Estat Catalá, y don Santiago Casares Quiroga, por la Federación Republicana Gallega, entidades que, juntamente con el partido federal español -el cual, en espera de acuerdos de su próximo Congreso, no puede enviar ninguna delegación-, integran la totalidad de los elementos republicanos del país.

 »A esta reunión asistieron también, invitados con carácter personal, don Felipe Sánchez Román, don Eduardo Ortega y Gasset y don Indalecio Prieto, no habiendo podido concurrir don Gregorio Marañón, ausente en Francia, y de quien se leyó una entusiástica carta de adhesión en respuesta a la indicación que con el mismo carácter se le hizo.

 A esta lista de asistentes habría que añadir también, según testimonio de Jaume Aiguader, a Ramón M. Aldasoro, representante de los nacionalistas republicanos vascos. Uno de los ausentes fue el doctor Marañón, que, desde Francia, mandó una nota de adhesión a los presentes. La razón por la que se eligió San Sebastián radicó en la importancia que esa ciudad tenía como residencia temporal de verano, no sólo para la realeza y la aristocracia, sino también para buena parte de la burguesía española de la época. No fueron invitados ni el Partido Comunista ni la CNT.

 Otro de los grandes ausentes, además del ya citado Partido Socialista, fue el Partido Nacionalista Vasco. Su no asistencia se debió a la incompatibilidad natural de su ideología con la representada por los partidos republicanos en general, tendentes todos ellos a apoyar no sólo un Estado laico, sino, así al menos se entendía desde las filas nacionalistas, a ejecutar también políticas de claro contenido anticlerical y socialmente radicales.

 Se ha hablado mucho también de que en la decisión de no acudir por parte del PNV pudo influir la activa campaña que contra los partidos republicanos protagonizó el obispo Mateo Múgica desde mayo de ese mismo año, en la que tildaba a los partidarios de la República de ser gentes que odiaban a la religión católica y partidarios del más puro libertinaje. Para él quedaba claro que lo único que quería hacer la República era acabar de una vez por todas con dos de los pilares básicos del edificio social de España: la religión y la moralidad.

Sea como fuere la no presencia de los nacionalistas vascos en la reunión de San Sebastián ralentizó el posterior desarrollo de la idea autonomista en el País Vasco. Más aún cuando el contenido central de las conversaciones giró en torno al compromiso de todos los partidos republicanos de reconocer la singularidad catalana dentro de España y, por lo tanto, apoyar desde el mismo texto de la futura Constitución que Cataluña pudiera gozar de una autonomía política. Ese fue el acuerdo más importante que se tomó aquel 17 de agosto de 1930.

 »Examinada la actual situación política, todos los representantes concurrentes llegaron en la exposición de sus peculiares puntos de vista a una perfecta coincidencia, la cual quedó inequívocamente confirmada en la unanimidad con que se tomaron las diversas resoluciones adoptadas.

 »La misma absoluta unanimidad hubo al apreciar la conveniencia de gestionar rápidamente y con ahinco la adhesión de las demás organizaciones políticas y obreras que en el acto previo de hoy no estuvieron representadas para la finalidad concreta de sumar su poderoso auxilio a la acción que sin desmayos pretenden emprender conjuntamente las fuerzas adversas al actual régimen político.»

MANUEL AZAÑA EN EL PALACIO DE AIETE

Piden que se coloque una placa en recuerdo del Pacto de San Sebastián

 La asociación de vecinos de Aiete Lantxabe organizó para el 30 de marzo una charla en recuerdo del que fue presidente de la Segunda República, Manuel Azaña. El viernes 1 de abril un autobús con medio centenar de personas partirá de Donostia hasta el cementerio de Montauban (Francia), para realizar una ofrenda floral ante la tumba de Azaña.

 La asociación quiso recordar que este año se cumple el 80 aniversario de la proclamación de la Segunda República y que en la actualidad se vive «un momento político y social distinto» en el que se dan las condiciones de libertad para reflexionar sobre el pasado «sin ira» y así hacer un «presente y un futuro mejores».

PLACA DE RECUERDO

 Además, plantean que el número 4 de la calle Garibay cuente con una placa conmemorativa, dado que allí se firmó el Pacto de San Sebastián, acuerdo que precedió a la Segunda República.

NG Martes, 29 de Marzo de 2011

En memoria y homenaje a Manuel Azaña

La Asociación de Vecinos de Aiete, Lantxabe, ha organizado una serie de actos en homenaje al que fue , entre otras cosas, presidente de la Segunda República, Manuel Azaña.

 Político, escritor, periodista, figura discutida y controvertida, Manuel Azaña representa a toda una generación de hombres y mujeres comprometidos con su tiempo y que por tanto merecen ser conocidos y recordados.

 Aniversarios

 Se cumplen este año 80 desde lo que fue la proclamación de la Segunda República española. Vivimos hoy, sin duda, un momento político y social distinto, en el que, entre otras cosas, se dan las condiciones de libertad necesarias para reflexionar sobre el pasado sin ira, con el único afán de conocer lo que pasó, de extraer consecuencias que nos permitan ir haciendo un presente y un futuro mejores.

 Pacto de San Sebastián

 Pocos donostiarras recuerdan seguramente que la Segunda República nació en San Sebastián y que fue en el número 4 de la calle de Garibay, donde tenía su sede en aquel momento el Círculo republicano. Fue el 17 de agosto de 1930, allí se reunieron los representantes de todos los grupos políticos para constituir la base de lo que después sería el primer gobierno republicano. Allí estaba, entre otros hombres ilustres, Manuel Azaña.

 Placa en el número 4 de la calle Garibay

 ¿No merecería este hecho ser recordado aunque solo fuera con una sencilla placa conmemorativa?

 Conferencia sobre Manuel Azaña y homenaje floral en la ciudad de Montauban

 De todo esto se habló en la nueva Casa de Cultura de Aiete, el pasado 30 de marzo a las 19,30 y el homenaje finalizará con una ofrenda floral en el cementerio de Montauban (Francia), ciudad en la que se halla enterrado el político republicano. Exiliado, huyendo de la gestapo, el 3 de noviembre de 1940, murió en esta ciudad del sur de Francia Manuel Azaña. Hoy, en un tiempo en el que algunas de sus utopías se han cumplido y otras siguen pendientes, volvemos a hablar de él, de su vida y de su legado.