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Quejas sobre la atención en el ambulatorio de Aiete

Primer día en el Centro de Salud de Aiete

Se comentan en el barrio algunas deficiencias en la atención del nuevo Centro de Salud del barrio. Pero hay que elevar la queja. La atención primaria en el País Vasco está al borde de la saturación y no aguanta más

Fuente del actual reportaje

La mayoría de los 4.500 profesionales que dan vida al servicio en Osakidetza aseguran estar saturados, justo en el momento en el que, ya sin energía y «después de haber tirado como mulas durante año y medio», se encuentran con los problemas que ya acechaban a su servicio antes de la pandemia, pero acrecentados y enquistados. Enfado y malestar, son sus principales sensaciones. Una situación que no es nueva, con falta de médicos y profesionales de enfermería, «sin relevo generacional» y un montón de jubilaciones a la vista que dejan al sistema sanitario desnudo en el recibidor.

Dos médicos: Raquel González, en representación del colectivo Lehen Arreta Arnasberritzen; y Emma del Campo, vocal de Atención Primaria en el Colegio de Médicos de Gipuzkoa (Comgi); y un enfermero con 21 años de experiencia: Xabi Sanz, miembro de la Comisión de Atención Primaria del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa, hacen una radiografía de un servicio que ya contaba con su propio plan estratégico para su mejora desde 2019 y que está en crisis con una sociedad cada vez más envejecida y escasez de profesionales, sobre todo médicos.

Hablan de «recursos insuficientes y un montón de trabajo» que se traducen en una «peor atención» que incluso «pone en riesgo la salud de los pacientes». Según dicen, los propios pacientes son cada vez más conscientes de esta situación y las dificultades para obtener cita con el médico de cabecera de un día para otro son un buen indicador de ello. Sin embargo, lamentan que las quejas las reciben los administrativos primero, el personal de enfermería después y finalmente los médicos, de boca de los propios pacientes, que sin embargo, apenas realizan quejas formales ante la Administración.

¿Hay salida? ¿Qué debe cambiar? La Oferta Pública de Empleo (OPE) de 2022, mediante la cual se van a cubrir 1.499 plazas de Atención Primaria, entre ellas 350 médicos, no es suficiente en opinión de estos profesionales y, por si todo ello fuera poco, unas palabras del viceconsejero de Salud, José Luis Quintas, en una entrevista el 27 de octubre, agitó más el árbol. Según las afirmaciones del viceconsejero, Osakidetza tenía huecos libres en Atención Primaria por falta de demanda. «Fue un insulto», dicen los profesionales: «Indignante».

EL YUGO DE LAS PATOLOGÍAS AGUDAS

Raquel Fernández es la voz del colectivo Lehen Arreta Arnasberritzen, un colectivo que lleva desde 2017 trabajando por la mejora de la Atención Primaria. La pandemia ha causado un enorme daño a la Atención Primaria, en su opinión, y retomar todo ahora es un reto mayúsculo. «Tenemos la sensación de que todo va muy lento y que nos quieren mantener callados y controlados. No tenemos la sensación de que esas plazas sean para poner más recursos«, dice en referencia a la OPE.

Explica que «muchas plazas interinas» y que están cubriendo los propios médicos «como pueden» pasarán a tener dueño, sí, pero «luego tenemos el problema de que en los próximos cinco años vamos a tener muchas jubilaciones y no nos concretan cuántas. Por lo bajini, ya se habla de amortización de plazas de médicos de familia», lamenta Fernández.

La situación abarca a toda la atención Primaria, dice Fernández: «La enfermería está saturada y los administrativos no dan abasto. Un paciente puede llamar hasta siete veces sin que le atiendan. Hay una escasez de recursos total y absoluta, muchísima tarea con pocos recursos, que genera estrés, cansancio y desmotivación».

Además, insiste esta médica de familia, «ahora la población está con que no hay pandemia. El paciente está reclamando que se le vea en consulta: los diabéticos e hipertensos ya les toca hacerse sus revisiones, pero vemos que lo agudo nos come, hay demasiada patología aguda y no llegamos como quisiéramos a hacer la medicina preventiva» que requiere un ambulatorio, asegura Raquel. En su opinión, el deterioro se ha notado ya en los últimos «seis o siete años» y los sanitarios «no aguantan más».

SIN PODER SALIR A TU HORA

Emma del Campo también es médica. Ha estado 20 años como interina y lleva uno con plaza fija en el ambulatorio de Prim, en Donostia. Según dice, el malestar en la Atención Primaria es generalizado. «Desde antes de la pandemia está mal, con la agenda muy llena, mucha burocracia y sin poder salir a tu hora. A las tres es muy difícil irte cuando tienes gente en tu consulta. Los profesionales de Atención Primaria salen tarde de su trabajo y el sistema aguanta gracias a su esfuerzo del personal, pero todo ello se traduce en bajas y desmotivación«, lamenta. Es la pescadilla que se muerde la cola, porque la mala situación laboral favorece que «la gente esté de baja medicada, con ansiedad; nunca ha estado tan mal el ambiente», dice.

Desde su labor como vocal de Atención Primaria del Comgi, asegura que «llevamos mucho tiempo reivindicando un cambio de modelo en Atención Primaria. Desde todos los lados se viene diciendo. Lo que pasa es que no se hace. No se palpa. Y cada vez estamos más sobresaturados y empieza a afectar realmente a la profesión y a la seguridad de los pacientes. Estamos viendo mucha gente todos los días y muy agobiados. Antes de la pandemia, ya estábamos muy mal, salimos a la calle, hicimos huelga y bastante secundada… La situación es realmente comprometida y durante la pandemia hemos estado al pie del cañón; hemos seguido viendo a los pacientes y la gente ha estado muy implicada», dice Del Campo.

En su opinión, la «sobrecarga de trabajo ha sido brutal. No hay relevo generacional y mucha gente joven que se ha formado en medicina de familia, luego no se ha querido quedar, porque no es atractivo: está para ponerse el abrigo e irse. Muchos compañeros se están jubilando, porque no aguantan este ritmo. Viene un cambio de época. Ha subido el volumen de la demanda, la complejidad de los casos, y no damos abasto«.

La situación de falta de profesionales médicos sobre todo supone además otro reto. «Hemos tenido inestabilidad laboral años y años. Se han convocado después de la crisis de 2008 con cuentagotas las plazas y estamos cuatro y el del tambor. Estamos en el país con más facultades de Medicina y no hay facultativos suficientes. Los números no cuadran y vamos a tener un grave problema», dice Del Campo, quien asegura que «mis pacientes deberían poder verme en el mismo día», insiste.

AVALANCHA TRAS EL VERANO

Xabier Sanz es miembro de la Comisión de Atención Primaria del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa y trabaja también como enfermero en Donostialdea. Fue el primer sorprendido por las declaraciones del viceconsejero. ¿Falta de trabajo? «Nos sorprendió mucho, porque nuestra sensación es justo la contraria. En nuestro ambulatorio hay cosas que nunca han tenido lista de espera y ahora la tienen». Sanz explica que los médicos y enfermeros y enfermeras trabajan con las agendas del día llenas y listas de espera de uno o dos días. «Todas las citas para el día están a tope, vamos con atraso«, asegura.

También advierte de un «efecto llamada» tras la pandemia. «Ha habido una idea en la cabeza de la gente: es que no me han visto en mucho tiempo, y ahora quiero recuperar lo perdido». Y esa sensación de no presencialidad es errónea en muchos casos, dice, porque tras los meses duros de la pandemia, «se recuperaron las curas en domicilios, extracciones, visitas a casas, a hacer sintrones, mediciones de anticoagulación… «. La única presencialidad perdida, reconoce, es la de las personas crónicas, ya que «nos pareció que no era el ambiente más adecuado ir a un sitio al que te puedes infectar».

Y la realidad hoy es que «tenemos colas en los mostradores, que no ha habido nunca. Los administrativos están a dos manos. Atendiendo por teléfono y con una persona delante. Tenemos mucho más trabajo que antes de la pandemia, estamos a tope». Y la sensación de no llegar es doble, dice Sanz, porque «nos falta energía» ahora. «Hemos estado un año y medio tirando como mulas, y ahora que necesitábamos tranquilidad, nos viene la avalancha».

«Hay pocos médicos desde hace unos años. Y ahora mismo también pocos enfermeros, algo que en 20 años no he visto. Siempre hemos tenido una bolsa para hacer sustituciones, pero últimamente, hemos andado justos» para vacunar, hacer rastreos y las PCR, «que van a más,».

La situación actual, asegura este profesional, es de «colas en la entrada del ambulatorio a diario, consultas llenas y los médicos y enfermeros sin parar y sin poder terminar a las 15.00 horas.», lo que «nos mete más presión» y lastra el servicio: «No recuerdo un septiembre u octubre así ni antes de la pandemia».

10 años del homenaje de Lantxabe a Manuel Azaña, con un pie para Clara Campoamor

Delante de la tumba de Manuel Azaña, Lola Arrieta le dedica unos versos de Gabriel Areisti

A lo largo del meses de marzo y abril de 2011 la Asociación de Vecinos de Aiete, Lantxabe, organizó una serie de actos en homenaje al que fue, entre otras cosas, presidente de la Segunda República.

Por aquellas fechas, en el marco de las jornadas del ciclo de literatura y cine, los de Lantxabe, postularon para que se restaurara la placa del Pacto de San Sebastián que el franquismo había descabalgado de la fachada de Garibay 4, lugar de aquella cita histórica. (Esta propuesta se mantiene -sin éxito por ahora- en el Consejo de la Memoria Histórica de la ciudad)

Fernando Sasiain, alcalde de la ciudad, presidió el Círculo Republicano de San Sebastián y fue el anfitrión del Pacto de San Sebastián, reunión que se celebró el 17 de agosto de 1930. El Pacto fue uno de los detonantes para la proclamación de la Segunda República y la caída de Alfonso XIII.

`Foto de grupo’ de la expedición de Lantxabe en su viaje a Montauban

En el mes de abril de hace 10 años Lantxabe organizó un autobús hasta el cementerio de Montauban (Francia), para realizar una ofrenda floral ante la tumba de Azaña.

Sobre la tumba de Manuel Azaña, el ramo de flores de Lantxabe

La asociación quiso recordar que ese año 2011, se cumplía el 80 aniversario de la proclamación de la Segunda República. En estas fechas se cumplirá pues el 90 aniversario.

Hace unas semanas se personaron en el panteón del cementerio de Montauban el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el mandatario francés, Emmanuel Macron, y, en la misma línea de homenaje, mantuvieron una ‘cumbre bilateral’ con un fuerte carácter simbólico por el marco elegido para su celebración.

Estatua de Clara Campoamor en la plaza de Donosti que lleva su nombre

Por otra parte, ayer mismo, las cortes recordaron a Clara Campoamor, con motivo de los 90 años desde la aprobación del voto femenino, un acto en reconocimiento a su labor como abogada y precursora de la aprobación del voto femenino

El próximo 1 de octubre se cumplen 90 años desde el discurso de Clara Campoamor ante el Congreso de los Diputados; tras el cual las cortes de la Segunda República aprobaron, con 161 votos a favor y 121 en contra, que las mujeres tuviesen derecho a votar.

A causa de la guerra, Clara tuvo que ir al exilio. Intentó regresar a España a finales de la década de 1940, pero desistió al conocer la noticia de que estaba procesada por su pertenencia a una logia masónica.

Panteón de la familia Monsó Riu en el cementerio de Polloe

En 1955, se instaló en Lausana (Suiza) donde trabajó en un bufete de abogados hasta que perdió la vista. Aquejada de cáncer, Clara Campoamor asistida por Antoinette Quinche, falleció el 30 de abril de 1972. Sus restos, cumpliendo sus últimas voluntades, se trasladaron incinerados el 17 de mayo al cementerio de Polloe en San Sebastián, ciudad que había conocido y amado desde primeros de agosto de 1910 (Se conservan en el panteón de la familia Monsó Riu por ser Clara madrina de la familia).

Con los sanitarios

Vivir en la incertidumbre

Aiende S. Jiménez entrevista Enrique Echeburua, Catedrático de Psicología Clínica

Enrique es Premio Euskadi de Investigación en 2017, vecino del barrio, vive en Bera-Bera, es frecuente verle con Paz, su compañera de vida y profesión, en las actividades que se organizan en Aiete, en Katxola

El 16 de febrero de 2010, impartió en el Topaleku, una conferencia sobre “el alcoholismo: ¿qué es y qué se puede hacer?”, que luego ha tenido más de mil consultas en esta web

Echeburua destaca, en esta entrevista, que la «capacidad» del ser humano para «adaptarse a las circunstancias difíciles» ha sido clave para superar la crisis

Diario Vasco, Domingo, 5 julio 2020

La crisis sanitaria por el coronavirus ha supuesto un fuerte impacto psicológico y emocional para la población, que ahora debe acostumbrarse además a una serie de medidas de seguridad e incorporarlas a su día a día para evitar el contagio de un virus que sigue activo y para el que por el momento no hay vacuna. No obstante, Enrique Echeburua, catedrático de Psicología Clínica de la UPV/EHU, confía en la capacidad de adaptación del ser humano y no cree que esta pandemia vaya a tener consecuencias en la salud mental de la sociedad de una forma generalizada.

– Crisis sanitaria, confinamiento, miles de muertes… ¿Estábamos preparados para algo así?

– No estábamos preparados para un acontecimiento de este calibre a escala mundial, pero los seres humanos tenemos una capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias que es mucho mayor de lo que creemos. Generaciones anteriores han superado guerras y se han adaptado a convivir con esas circunstancias. Además, tras un periodo de crisis, de reajuste y de adaptación, tendemos a volver a nuestra situación anterior, siempre que esta situación no se cronifique, para lo que no tenemos una bola de cristal que predice el futuro.

– Pero la peculiaridad de esta crisis es que no sabíamos qué iba a pasar. Tampoco ahora tenemos esa seguridad.

– Esta pandemia nos va a enseñar algo muy importante que nos va a generar cierta ansiedad y es que tenemos que aprender a vivir en la incertidumbre. Se trata de un fenómeno generalizado que ha tenido un impacto muy grande, porque no se ha limitado a España o a Europa, ha sido global. Parece que las epidemias eran cosa de la Edad Media o que solo se daban en países subdesarrollados, lejos de nosotros. Pero esto ha afectado al núcleo de los países más evolucionados, y eso nos hace vivir en la incertidumbre, no solo por la falta de vacuna, sino porque los científicos nos alertan de que nos pueden venir otras pandemias en los próximos años.

– Nos sentíamos invencibles y nos hemos dado cuenta de nuestra fragilidad.

– Efectivamente. La sensación de omnipotencia del ser humano de Occidente va a disminuir, porque nos hemos visto vulnerables. Además, debemos adoptar un cambio de hábitos y medidas sanitarias y eso nos genera un cierto grado de inseguridad. Insisto en que vamos a tener que incorporar a nuestro repertorio de conductas el hecho de vivir en la incertidumbre, no solo por el virus, sino también por la situación económica, en la que muchas personas no saben si van a conservar su trabajo o si sus condiciones se van a ver afectadas. Pero soy optimista y confío en los recursos que tenemos los seres humanos para adaptarnos a las circunstancias difíciles.

– ¿Va a cambiar nuestro estilo de vida?

– Nuestra forma de entenderla no va a cambiar. Sí adquiriremos nuevos hábitos, sobre todo dependiendo de cómo se desarrollen los acontecimientos, como el teletrabajo o la forma que tenemos de mostrar afecto. Serán pequeños cambios, pero no un cambio de vida drástico. Al final ha sido un periodo de tres meses, que es muy corto dentro de toda una vida.

– ¿Qué opina de quienes afirman que después de esta crisis seremos una sociedad mejor?

– Este tipo de fenómenos sacan lo mejor y lo peor del ser humano. Las personas aprendemos de nuestras experiencias, pero tenemos hábitos sobreaprendidos. Si alguien tiene conductas egoístas no va a cambiar por dos o tres meses de crisis. Si una persona es generosa, lo seguirá siendo. Pienso que volveremos a retomar nuestros hábitos. Solo hay que fijarse en las terrazas de los bares.

– Pero algo habremos aprendido. ¿Qué saca de positivo de todo lo vivido hasta ahora?

– Muchas cosas, pero lo que me parece más destacable es que esta crisis va a justificar el que se invierta más dinero en sanidad y en investigación. Además, la sociedad pide que se dé respuesta a los problemas que surgen, para lo que va a ser necesario que los equipos de investigación realicen un trabajo en red con otros países, con una apertura mayor a la que existe.

– ¿Y cuáles han sido los aspectos negativos?

– Principalmente, la crispación política, que me ha parecido lamentable. No han estado a la altura de la ciudadanía, que ha sido solidaria y responsable en general. Las personas esperaban que en ese terreno, el de la salud, estuviesen unidos. También la situación de la Unión Europea, que me parece que ha quedado debilitada porque ha sido el sálvese quien pueda en cada país.

– ¿Qué secuelas pueden quedar en aquellos que han perdido a un ser querido por Covid?

– A corto plazo pueden tener problemas de ansiedad e irritabilidad, y a medio plazo, cuando no han podido despedirse de ellos, acompañarles al entierro o celebrar un funeral, algunos pueden experimentar el duelo patológico, con tristeza profunda, sentimientos de apatía y percepción de injusticia por lo que ha ocurrido. Esto sucede en personas vulnerables, que ya sufrían algún grado de depresión, cuyos recursos psicológicos no le son suficientes para sobrellevarlo.

– ¿Qué hay de aquellos que han logrado superar el virus?

– Pueden darse dos casos. Los que pueden tener un trastorno de estrés postraumático, que se produce cuando una persona ve en peligro su vida y se ve desbordada con sus recursos psicológicos para hacer frente a ese nivel de malestar. Estos pueden sufrir pesadillas involuntarias y frecuentes en relación con lo que han vivido, lo cual será más probable en personas inestables emocionalmente. Por otro lado, otros lo pueden vivir de forma positiva, lo que llamamos el crecimiento postraumático. Tendrán esa sensación de que han vuelto a nacer y desarrollarán una sensibilidad especial para disfrutar de los pequeños momentos de la vida.

– Los sanitarios han sufrido las desgraciadas consecuencias de esta crisis en primera persona y viven pendientes de una posible oleada. ¿Tendrán la fortaleza mental y física suficiente?

– Habrá habido médicos que hayan tenido poco descanso, que se hayan sentido desbordados por el numero de muertes o situaciones trágicas y que hayan sufrido estrés postraumático. Lo que conocemos como el síndrome del ‘burn out’. Un médico está acostumbrado al fenómeno de la muerte, pero puede explotar cuando estas tienen este carácter trágico porque son muchas simultáneamente o porque se siente impotente porque no tiene medios. No obstante, la del sanitario es una profesión vocacional, entre ellos ha funcionado mucho la cohesión grupal y también han captado el agradecimiento de la población.

– ¿Cómo reaccionaríamos ante otro confinamiento?

– Va a depender de la duración del mismo, porque si no es una situación prolongada no tiene porque haber unas repercusiones psicológicas especialmente negativas. Lo bueno es que en este confinamiento hemos aprendido cosas y que no ha habido fallos en la cadena de abastecimientos, lo cual da un nivel enorme de tranquilidad.

– Después de las lecciones aprendidas, ¿cuáles son los retos que se plantean a futuro?

– Hay que replantearse seriamente el funcionamiento de las residencias de ancianos. El porcentaje de muertes en estas ha sido tremendo y hay algo que ha fallado. Es verdad que una residencia de ancianos no tiene que ser un centro hospitalario, pero habrá otras fórmulas que se puedan aplicar. Por no mencionar la discriminación que se ha dado hacia los mayores, cuando ellos han contribuido a levantar esta sociedad. Por otro lado, creo que se deben potenciar los comités de bioética que ya existen. Un médico de UCI que tiene que decidir qué paciente ingresa y cuál muere porque no tiene camas suficientes tiene que tener un criterio claro de cómo actuar.

– Se habla de un posible aumento de las personas que acuden a consulta psicológica. ¿Qué opina?

– Lo más probable es que se den descompensaciones en personas previamente en tratamiento cuya patología se haya agravado. Pero no preveo que haya unos cambios de comportamiento y un aumento de problemas psicológicos especiales.

– ¿Qué tipo de descompensaciones?

– En el caso de personas con depresión esta se ha podido agudizar. O en personas adictas al juego, que al no poder acudir a una máquina tragaperras han caído en el juego y las apuestas online. De hecho, personas que no eran adictas han generado una dependencia al juego online o a las redes sociales como recurso al aburrimiento durante el confinamiento, que también ha provocado fobias.

– ¿Como cuáles?

– La más recurrente es la del miedo a salir a la calle, especialmente entre las personas mayores, lo cual resulta chocante después de meses de encierro. Otra más peligrosa ha sido la del miedo a ir al médico, al centro de salud. Ha habido personas con problemas importantes que por evitar esa situación han acabado desarrollando síntomas más graves y por tanto con mucho peor pronóstico.

Miles de personas gritan en San Sebastián «La Ley de Extranjería mata gente cada día»

La inmensa mayoría de la asistencia era gente muy joven con un gran protagonismo de las chicas. Más de 3.000 personas han secundado la movilización.

La protesta en Donostia, enclavada dentro del movimiento Black Lives Matter, ha coreado a lo largo de la marcha «La Ley de Extranjería mata gente cada día». La manifestación, ha estado liderada por representantes de la comunidad negra donostiarra y ha arrancado desde el kiosko del Boulevard.

La movilización ha importado también gestos de las protestas de EEUU, como el arrodillarse y guardar silencio con el puño en alto

Desborde. Esa ha sido la percepción para una convocatoria en la que, con la justificación de la emergencia del covid-19, se habían planteado desde las autoridades aforos limitados de 200 personas. La plataforma convocante llevaba días recordando la importancia de acudir con mascarillas y mantener las distancias de seguridad. Como era de esperar esta limitación en el aforo ha sido sobradamente sobrepasada. Al mediodía, en el Boulevard, miles de personas se han concentrado en recuerdo de George Floyd, cuya muerte a manos policiales ha detonado una oleada global de movilizaciones antirracistas.

La manifestación de ha prolongado por diferentes calles de la ciudad reclamando también, aquí y ahora, un cambio social

El intenso eco del asesinato de George Floyd se ha extendido por todo el mundo y ha llegado a San Sebastián. “Queremos que a la comunidad negra se nos trate por igual y también tener los mismos derechos. Reivindicamos desde Donostia Antirracista que todas las vidas importan pero estamos consternadas por el abuso policial y por la falta de libertad que a día de hoy las personas de color sufren también en nuestra ciudad”.

Nuestro objetivo convocando esta manifestación es hacer justicia a George Floyd y a toda la situación dada ahora mismo en EEUU. También aquí a las personas de color se les mira y trata de manera diferente” han manifestado los organizadores de la manifestación

La protesta se ha llevado a cabo bajo el lema ‘Black Lives Matter‘ (Las Vidas Negras Importan) y muchos manifestantes, con mascarilla, han portado pancartas en las que se podían mensajes antiracistas, como «Nadie debería ser juzgado por su color de piel», «Queridos hemanos blancos, la vida de los negros importa. El amor une, el odio separa», «Todos somos humanos», «No nacemos racistas» o «Justicia para George». También se han mostrado pancartas en contra de Donald Trump.

Contenedores con sensores inteligentes en Aiete

Un estudio con sensores inteligentes revela que mejorar la recogida selectiva reduciría el uso combustible y ahorraría más de 400.000 euros

Si esa misma inteligencia se hubiera aplicado en la recogida de residuos urbanos, San Sebastiáin se hubiera ahorrado la incineradora y la morralla contaminante que propagará por toda la ciudad, especialmente por los barrios próximos a ella, entre los que se encuentra Aiete. Nuetro barrio soporta también los malos olores que propaga la pepalera Zikuñaga y las consecuencias olorosas y medioambientales de los tejemanejes de Cementos Rezola

Siguiendo con la noticia del titular, dicen los responsables de la recogida de residuos urbanos en la provincia– y de la incineradora- que el Ayuntamiento de San Sebastián podría ahorrarse 430.000 euros anuales y emitir 6,5 toneladas menos de CO2 mediante la ampliación del periodo de recogida de contenedores inteligentes que reciben fracción resto, ya que el 40 % de estos depósitos se retira cuando su nivel de llenado aún es bajo.

Y continua afirmando que que la experiencia, que se desarrolló a lo largo de 2018, consistió en la instalación de 100 sensores inteligentes en contenedores de fracción resto para medir su temperatura y el nivel de llenado, que ha demostrado la necesidad de impulsar la innovación mediante nuevas tecnologías en el campo de la recogida de residuos urbanos para liberar recursos, mejorar el medioambiente y ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía. Ojalá se apliquen también en cumplir con sus responsabilidades para con la papelera y la cementera citadas.

Este año el protagonismo de la tamborrada infantil para el Colegio Jesuitinas

En 2016 la Tambor Mayor fue Maitane Artola Frías

En 2019 tendrá la representación de la Bella Easo, Alazne Armendariz Mancisidor; el General, Telmo Ramon Montero; la Alcaldesa, Carla González Is, y el Notario, Unai Muñagorri Gurruchaga y a los personajes de la carroza, dos damas, dos bateleras, dos nodrizas, un pastor, una ciudadana, una hilandera, una aguadora, un arriero y 6 palafraneros.

Tomarán parte en el desfile 49 compañías

Esquema de Jesuitinas Ikastetxea:

Colegio fundado en 1923

Año de incorporación en Aiete 1992

La Compañía fue organizada por el Colegio y la APA redactando un Reglamento interno que regula su funcionamiento. La elección del traje se hizo cumpliendo con la intención de dar a conocer la muy desconocida participación portuguesa en el asalto a San Sebastián de 1813 que, con 745 hombres, fueron los primeros en llegar hasta la calle Santa Corda. En el año 1996 se incorporan las figuras de Aguadora y Cocinero a la Compañía. El Colegio de Nuestra Señora de Aranzazu es conocido popularmente como “Las Jesuitinas” por pertenecer a la Congregación de las Hijas de Jesús.

Aurten, Aieteko Jesuitinas eskolari egokitu zaio ardura hori.

Haur danborradako pertsonaiak Jesuitinas eskolakoak izango dira aurten

Haur Danborradako hainbat pertsonaia karrozan, iaz. (Argazkia: Irutxuloko Hitza)

Atzo arratsaldean, San Jeronimo kaleko ekitaldi aretoan, 2019ko Haur Danborradaren antolakuntzari buruzko zenbait xehetasun finkatzeko bilera egin zuten udaleko arduradunek, eta bertan, datorren urteko Danborradako pertsonaiak eramango dituen ikastetxea aukeratu zen.

Aukeraketa, urtero bezala, zozketa bidez egin zen, halako pertsonaiak oraindik ordezkatu ez dituzten ikastetxeen artean.

Era berean, Danbor Nagusia txandakatuz aukeratzen da, irteera ordena kontuan izanik eta aurten, Manuel de Larramendi Ikastetxeari egokitu zaio.

Iazko danborradan, alkatearen pertsonaia jarri zuten lehen aldiz, XIX. mendeko gizarte zibileko beste pertsonaiekin batera. Aurten, hortaz, Jesuitinas eskolako ikasleak izango dira batelera, arrantzalea, Donostiako hiritar bat, iñudea, artzaina, irulea, merkataria, urketaria eta mandazaina. Baita Easo Ederra, bi damak, jenerala eta laguntzailea ere.