Los sindicatos son organizaciones de trabajadores (y viciversa)

OBREROEmpezaremos con una obviedad (disculpas). Los sindicatos son una organización voluntaria de trabajadores que se agrupan para defenderse contra los intereses de la patronal cuyo objetivo es maximizar las ganancias. Unos quieren más beneficios, otros más derechos, mejores salarios. Los sindicatos son lo que los trabajadores quieren. Por ejemplo, en un aspecto de su identidad, ELA y LAB son sindicatos de ámbito vasco, porque así lo han decidido sus afiliados, mientras que CC OO y UGT tienen como campo de actividad toda España. Construido el sindicato, los trabajadores se afilian a la organización con la que se sienten más identificados.

La corrupción sindical.

Los casos de corrupción sindical se han dado en menor número y con mucho menos daño económico que en el caso de los partidos o de las grandes empresas o bancos privados. Una evidencia que obliga a preguntarse por qué entonces se ataca a los sindicatos tan duramente, mucho más que a otras instituciones mucho más corruptas.

La razón está clara. Vivimos una etapa de ataque sistemático y constante a los derechos sociales y humanos con el fin de favorecer aún más el reparto de las rentas hacia los de arriba. Los datos no dejan lugar a dudas: el peso de los salarios en el conjunto de las rentas cae sin cesar y las condiciones laborales se deterioran continuamente. En consecuencia, la desigualdad se multiplica y para que ello sea posible hay que vencer la resistencia de los trabajadores, lo que depende fundamentalmente de la fuerza que tengan los sindicatos.

La importancia de la fuerza sindical

La realidad demuestra sin lugar a dudas que ni uno solo de los derechos que hoy disfrutamos se ha conseguido sin sindicatos. Ni uno solo. Y al mismo tiempo la lógica indica que si lo que se busca es que desaparezcan o se limiten esos derechos, lo conveniente es evitar la fuerza sindical, pues allí donde hay un sindicato hay trabajadores organizados (y viciversa) y no cada uno por su lado, que es como el capital los vence mejor y consigue más ventajas a su costa.

Corolario de esta web vecinal

No nos engañemos, pues. Los sindicatos deben corregir sus defectos, por supuesto que sí. Pero tiramos piedras sobre nuestro tejado si lo que hacemos es ayudar a destruirlos.

Un comentario en “Los sindicatos son organizaciones de trabajadores (y viciversa)

  1. El hastío es alimentado

    Extractos de la entrevista a Adolfo Muñoz «Txiki» en ETB.
    «El sindicato es un instrumento para que la gente se organice»
    «La lectura más importante que tiene que hacer un sindicato en esta crisis es decirle a la gente que hay que desperezarse de individualismo porque eso no es una salida, y que hay que organizarse, no hay cosa más importante que un sindicato pueda decir a su gente que que se organice.» «ELA tiene que trabajar mucho para afiliar y cobrar cuotas. El sindicalismo se tiene que auto financiar, no es posible un sindicalismo alternativo, un sindicalismo que defiende lo que nosotros queremos defender, si no tienes elementos de auto financiación.»

    P- ¿El hastío no es el mayor cáncer que tiene esta sociedad?
    Adolfo Muñoz «Txiki»: El hastío es alimentado. El hastío no surge naturalmente de la gente. La gente está preocupada, la gente está en estado de shock, el poder sabe que con 6 millones de parados en el Estado y con 230.000 en la CAPV la gente tiene miedo. La crisis es un chantaje. La lectura más importante que tiene que hacer un sindicato en esta crisis es decirle a la gente que hay que desperezarse de individualismo porque eso no es una salida, y que hay que organizarse, no hay cosa más importante que un sindicato pueda decir a su gente que que se organice. Y el sindicato es eso, es una herramienta para que la gente se organice y se defienda. El movimiento sindical en esta coyuntura tiene dos salidas:

    1. Salida burocrática: es decirle a la gente “no te preocupes que yo te soluciono esto. Como me llevo bien con el gobierno y con la patronal, yo te lo soluciono.» Eso no es solución. Eso es dar cobertura mientras van tomando decisiones que hacen que tu gente esté cada vez peor.

    2. Salida democrática: es decirle a la gente, tú eres protagonista de lo que vaya a pasar. Nosotros queremos hacerte protagonista de ese camino. Sin vosotros, sin vosotras no se puede. Es un trabajo en el que tu tienes cuadros en el sindicato, tienes al capital en contra, y luego tienes la militancia a la que tú puedas llegar. Es un trabajo ingente. Nosotros estamos ahí, nosotros creemos en eso, no tenemos más.

    El sindicalismo muchas veces tiende a echar las culpas fuera: cómo está la situación, el neoliberalismo, la política… Sí eso es así, es verdad, pero tú qué tienes que hacer dentro para intentar ser útil a tu gente. Esa es una pregunta que siempre tiene que estar en la mesa de un sindicalista. Qué puedo hacer yo mejor dentro de mi propia organización para que mi gente esté capacitada para hacer frente a este reto que tenemos encima de la mesa.
    P- Entiendo por lo tanto que los sindicatos también tienen que hacer auto crítica en todo este proceso.
    Adolfo Muñoz Txiki: El sindicalismo tiene que innovarse, claro, faltaría más. Antes te decía que había dos salidas, la salida burocrática y la salida democrática. La salida democrática conlleva mucho trabajo. Hay que trabajar muchísimo para tener tensionada una organización que tiene como fin esa salida democrática. La salida burocrática, en cambio, es muy sencilla. Tú te llevas bien con el gobierno, te llevas bien con la patronal, el gobierno te da dinero, y el sindicalismo desaparece como elemento tractor de los equilibrios sociales. Ese modelo funciona en España, funciona en Navarra, López lo ha querido consolidar en la CAPV, es eso que llaman diálogo social. En esta coyuntura llamar diálogo social a la política más unilateral que hemos sufrido en los últimos cuarenta años, es una broma de mal gusto, que nosotros no estamos dispuestos a aceptar. El sindicalismo, para hacer lo que está haciendo ELA, o cobra cuotas y tiene afiliación o depende de alguien. Y ELA no quiere depender ni de la economía, ni de mundo económico, ni de los gobiernos. ELA tiene que trabajar mucho para afiliar y cobrar cuotas. El sindicalismo se tiene que auto financiar, no es posible un sindicalismo alternativo, un sindicalismo que defiende lo que nosotros queremos defender, si no tienes elementos de auto financiación.

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