Archivo de la categoría: Curiosidades

Katxola baserria, un bello rincón en nuestra ciudad

rincones_donostia_caserio_El barrio de Aiete, el barrio que me vio crecer, guarda una joya arquitectónica de inmenso valor etnográfico. Se trata del caserío o baserri Katxola, que tiene hasta página en la Wikipedia. No en vano se trata de uno de los escasos ejemplos de caserío-lagar barroco que han sobrevivido al paso del tiempo y a la devastadora Era del Ladrillo, que se ha llevado unos cuantos caseríos en el barrio. Cuando yo lo conocí se encontraba en una de las curvas del Paseo de Oriamendi, pero a finales de la década de los 90 fue trasladado piedra a piedra a su ubicación actual. Hoy en día se encuentra rodeado de villas y chalets adosados y un tanto abocado al olvido en un rincón poco transitado. Desde hace más de diez años está gestionado por la asociación de vecinos Lantxabe lleva a cabo múltiples actividades en este singular baserri, ha hecho poner en marcha el tolare para producir sidra, centro de homenaje a Gallastegi y el próximo sábado “Sagardo eguna”. Desde el centro de Donostia se puede llegar a este rincón fácilmente utilizando el autobús interurbano G1 que une la capital con Hernani.

Harkaitz Rodriguez

El roble solitario de Aiete

roble_pagolaEn el barrio, en los terrenos que en otro tiempo fueron del caserío Pagola, aún en pie, existe un viejo roble que alguien ha tenido a bien conservar pese a los movimientos de tierra que se han dado en esa zona. El roble ha quedado aislado, rodeado de un enconfrado de cemento para conservar su ubicación original. Se encuentra al lado de una nueva urbanización, que lleva el nombre del citado caserío. Las obras han propiciado una imagen curiosa, porque el árbol está rodeado de un encofrado de cemento, que ha permitido mantener la inclinación original de la ladera en la que se encontraba este viejo roble. Antaño, las inmediaciones de este rincón estaban llenos de huertas, manzanos e incluso ganado de los caseríos colindantes, en muchos de los cuales se producía sidra natural. Recuerdo haber probado la sidra de Pagola gracias a uno de los hijos de este caserío, un conocido txistulari y salsero donostiarra, con quien compartí algunas andanzas en la época de la asamblea de jóvenes del barrio, Aieteko Gazte Batzarra. Este roble representa de alguna manera parte del pasado rural de mi barrio y está ubicado muy cerca del apeadero de Lugaritz

Tomado de Tokitan. Tv

Más que un blog de viajes

Haritz Rodriguez

¿Padeces de síndrome postvacacional?

aaaaCon las actuales tasas de desempleo, el síndrome postvacacional ha caído en un descrédito similar al que padece el cigarrillo postcoitum, que pronto nos llegará en cajetillas ilustradas con los estragantes consecuencias del Ébola. Sin embargo, tal síndrome existe, el único matiz radica en que no lo padece quien vuelve del asueto, sino quien habiéndose quedado se ve obligado a presenciar enmudecido e íntegramente ese musical que llamamos ‘retorno’. El síndrome postvacacional arranca antes de las vacaciones y es fácilmente detectable porque para saber volver, primero hay que saber irse. Y por triste que sea, lo cierto es que hay mucha gente que no sabe. Esto se traduce en no menos de una semana de prolegómenos, a lo largo de la cual nos veremos obligados a soportar los pormenores de todos y cada uno de sus planes, salpicados de recurrentes “¡uy, qué poco me queda!”, una variante cruel de la gota malaya. Ya de regreso, el parsimonioso y dilatado en el tiempo relato de cuánto ha visto, comido, bebido y pernoctado a precios de ensueño se combina con el profundo desdén que le produce encontrarse de nuevo entre nosotros, un sentimiento recíproco que, no obstante, la otra parte ha de guardarse para sí misma, por mor de la más elemental reglas de convivencia. Entre los más pertinaces, surge el empeño de animar a la audiencia a que el próximo año siga su ejemplo: “Tienes que ir”, tres palabras espeluznantes que esconden una terca voluntad y un empeño que rara vez admite objeciones. El síndrome postvacacional siempre son los otros. Todo viaje provoca cambios, sobre todo en quien se queda. El que dice “adiós, hasta la vuelta, que lo pases muy bien” nunca es el mismo que el que recibe con un “¡anda, ¿ya ha pasado un mes?”. Escuchar una y otra vez “si a ti se te ha pasado rápido, imagínate a mí” te cambia para siempre. Y para colmo, de forma implacable y todos los años.

Alberto Moyano

 

Mamma mia

113Pujol aitapontekoaren kasuagatik galdetu ziotenean, Mas seme-pontekoak erantzun zuen ez zela nor familia barruko kontuetan sartzeko. Mamma mia, la famiglia! Don Corleonek garbi dio familiari buruzko Il Padrino biblia zinematografikoan: “Bizitza osoa egin dut lan familia defendatzeko! Familia defendatzeagatik legea urratzea ez da krimena, betebeharra baizik”. Familia sustraia zen aitapontekoarentzat, ama lurra eta aberria, arbasoen Jainkoa, oroimena… Familiaz mintzatzerakoan, ez zuen sekula dirua aipatzen: gustu txarrekoa da.

Familiarte batek, ugaria eta elkartua denean, handia du indarra, hizkuntzak badaki hainbeste: familia eta familia politikoa bezalako bereizketa/batuketaren justizia poetikoa utzi digu opari. Familia politikoa koinatu-koinatekin hasten da hazten, eta aberriaren neurri bera ere har dezake: identifikazio hori bilatu-edo zelako dago jokoan Pujolen kasuak Kataluniaren kausa zenbat hondatuko duen.

Anjel Lertxundi Esnal