La manzana del espacio Katxola como escuela de acción cultural y aprendizaje

Llamamos espacio Katxola al que rodea el teatro de Miramón y que comprende el propio caserío, el teatro, encima del teatro, el totem que señala la dirección de Katxola, el frontón, la pasarela que lleva al otro lado del parque, debajo está la erreka, el estanque artificial, el puentecillo y lavadero, y los 251 manzanos plantados hace 8 años en los alrededores del teatro, dentro del proyecto de regeneración del Bosque Miramón, liderado por Lantxabe.

El manzanal se creó con el objeto de surtir de manzanas al tolare del caserío; de esta forma la sidra resultante será puramente donostiarra, nacida, crecida y trasformada en ese privilegiado espacio natural de la ciudad.

En Katxola tenemos una exposición permanente del tipo de manzanas que se ha usado en años anteriores para fabricar la sidra. Esperamos enriquecer este catálogo con las manzanas de la zona.

Ninguna sidra es sin manzana, y tampoco ninguna manzana sin manzano. De estos últimos están llenos los terrenos que rodean el teatro de Miamón. Hay 251, pequeños, grandes, petados de manzanas y menos espesos, todos ellos recién plantados de forma tradicional

El objetivo de los que gestionamos o conocemos este manzanal es, por un lado, tener una relación de los diferentes tipos de manzanas o, al menos, de todas las que se pueda, que se pueden utilizar en la elaboración de la sidra -cuando se disponga del tolare para prensar la manzana- y, por otro, cultivar los tipos de manzana existentes e identificarlas, estudiar -con Parques y Jardines- nuevos sistemas de gestión: podado -en presencia de la comunidad escolar del barrio-, formas de plantación del suelo, tratamientos para manzanos…

Hace unos años la Universidad Pública de Navarra realizó un estudio genético que concluyó que de los cien tipos que había en aquel momento, unos cuarenta tenían el mismo ADN.

Cuando el ayuntamiento considere Katxola como centro de interpretación y experimental puede ser también de formación de sagargilaris; es muy importante un manzanal de las características del que tenemos en el espacio Katxola; de ahí podemos aprender a cómo plantar árboles, qué formas dar a estos árboles, información sobre la poda, recomendaciones para combatir o evitar enfermedades, consejos para gestionar bien el terreno… son muy variados los temas a impartir sesiones formativas que tenemos previstas y programadas desde hace años a la espera del visto bueno institucional.

El manzanal se presta a estudiar la cuestión de la alternancia, es decir, que los manzanos aporten cada año un número similar de manzanas. Los manzanos no dan todos los años la misma cantidad de frutos: cada dos años dan la mayor cantidad, después de un año de buena cosecha al siguiente se recude el volumen, porque el árbol, por así decirlo, tiene que descansar. En el caso de algunos tipos de manzanas, la variación de un año a otro suele ser notable.

Esta cantidad depende de una variable genética de las manzanas, y la idea es controlarla.

La sidra de Katxola podía adquirir la denominación de origen Euskal Sagardoa, los trabajos propios del caserío pueden destacar la importancia que tiene la manzana. Para que la calidad de la sidra sea buena, la calidad de la manzana también debe ser buena, y la del Bosque de Miramón está a la espera de ser medida

En el tolare del caserío se puede hacer sidra experimental porque sus sidreros no tiene ánimo de lucro; pueden hacer cosas especiales con la sidra, por ejemplo, sidras elaboradas con manzanas de un solo tipo, de dos tipos o triples, así como con un sagasti determinado.

Para todo ello se necesita el apoyo de las instituciones vascas y más concretamente de las responsables de cultura y de la cultura material de Euskal Herria asociada al mundo de la sidra

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