Makilas y fotos del Bosque de Miramón y Katxola en el Topaleku

Hasta final de febrero se puede ver en la sala de exposiciones del Topaleku de Aiete la expo Makilak de José Ramón Aguirrezabala, socio de Goiko Galtzara y la del ‘argazki rallya

Maiatzaren 13an argazki rallya egin zen Miramongo Basoa eta Katxola espazioa ardatz hartuta

Orain, emaitzaren laburpen labur bat aurkezten da.

Orrialde honetan egitearen abantaila da erakusketaren estanpa batzuk deskonposatu ditzakegula

Argazkilarientzako ekintza-mapa

Hoy la makila ha cogido un nuevo significado en todo el mundo, y sobre todo en la sociedad vasca. En la historia de los vascos, ha ocupado un sitio importante, y dentro de la cultura vasca, se ha convertido protagonista de juegos, canciones y rituales. Los alcaldes vascos y los lehendakaris recogen la makila como símbolo de su autoridad. Muchas de las personas que se han acercado a Euskal Herria han recogido la makila como regalo de las autoridades locales.

La euskal makila se le denomina al bastón de los vascos. En un principio se utilizaba para la defensa y como arma de ataque. Era un recurso adecuado para la caza de animales o como defensa en momentos de riesgo. Hoy, todavía le dan esa utilidad. Con el paso de los años, el bastón también se convirtió en herramienta de trabajo. Sin embargo, también se da otros usos. Por una parte, es compañero de los caminantes, y por otro, se utiliza como herramienta para medir. Hoy se ha convertido en uno de los símbolos de los vascos.

Su elemento principal es la madera de níspero adornada por las heridas efectuadas a mano por el propio artesano. Fruto de la progresiva desaparición del níspero, a menudo se utiliza la madera del castaño como sucedáneo. Pero además del cuerpo principal de madera, la euskal makila tiene varias partes características. El pomo es una de ellas, fabricado con cuerno de buey. El estoque es el elemento de acero inoxidable que se esconde bajo la empuñadura.

El casquillo sujeta la empuñadura de piel, al tiempo que presiona al pomo. En él se graban las dedicatorias y refranes, es decir, citas especiales. La empuñadura, por su parte, es un tubo recubierto de piel de cabrito. Sin embargo, la makila de honor posee una abrazadera de plata. La mencionada madera de níspero se suele adornar con formas especiales, puesto que se curan las heridas previamente efectuadas.

A la hora de elaborar la euskal makila, hay que seguir dos pasos fundamentales. Por un lado, hay que preparar la madera. Para ello, se hiere la piel de las ramas del níspero mediante un cuchillo. Al cicatrizar sus heridas con savia, el propio árbol crea formas extraordinarias, y el artesano realzará la hermosa configuración de cada rama. A continuación se trabajará en el taller. Tras preparar la madera, a ésta se le añade otros elementos: la makila lleva en su parte inferior un casquillo y en la parte superior, debajo de un tubo cubierto de piel de cabrito, esconde el estoque de acero. El artesano también trabajará estos elementos a mano.

Ahora podemos ver una exposición de makilas en el Topaleku, Jardines del palacio de Aiete

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