Las piscinas de Etxadi no se abrirán hasta el 22 de junio y lo harán con restricciones de aforo

Foto Usoz. Diario Vasco

La desescalada va a modificar las fechas y los modos de este verano, tanto en las playas como en las piscinas, así como en el conjunto de actividades deportivas. Donostia Kirola se prepara para abrir las piscinas de Etxadi a partir del 22 de junio, con las condiciones que establezca el Gobierno ante la evolución de la pandemia.

Quedan aún muchas cuestiones por definir sobre cómo operarán las instalaciones deportivas en las próximas semanas y meses. El Gobierno ha presentado el cuadro general de la desescalada y aunque el esquema requiere de concreciones los responsables de las instalaciones ya planifican la reapertura de los recintos.

El gimnasio de Etxadi está encuadrado en la fase III (apertura a partir del 8 de junio), el Patronato baraja adelantar esta fecha a mediados de mayo siguiendo estrictas condiciones. No solo con una limitación de aforo a un tercio de la capacidad total y sin poder utilizar los vestuarios, sino con una serie de medidas de higiene y distancia entre personas para blindar la práctica deportiva del riesgo de contagio; se colocarán dispensadores de gel con soluciones hidroalcohólicas en los recintos, se desinfectarán las máquinas cada vez que se usen y los usuarios probablemente tendrán que llevar su propia toalla para limpiarse el sudor. El control de aforo será sencillo porque el gimnasio será la única instalación que se podrá utilizar con lo que el conteo a la entrada es el que determinará si los nuevos usuarios que lleguen podrán entrar o no. Una vez llegado al aforo permitido tendrá que salir algún deportista para que pueda entrar otro al gimnasio.

Las piscinas se abrirán a partir del 22 de junio, cuando haya finalizado la fase III de la desescalada. El hecho de necesitar vestuarios relega estos recintos al final de junio para su uso por parte de los ciudadanos. Y habrá que esperar a los detalles normativos que establezca el Gobierno en las próximas semanas porque el control no será sencillo. Una cosa son las piscinas de uso deportivo, con calles y deportistas que se ejercitan ordenadamente, y otro las piscinas de uso lúdico y recreativo Se da por sentado que habrá un control de aforos, pero ¿cómo vigilar y controlar estos espacios utilizados por menores sin límite de tiempo?

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