Muchas ciudades se han visitado con Lantxabe pero la de Venecia es poseedora de una belleza única
Además tienen la suerte de ser personas organizadas en ‘viajes de autor’ y Lola reserva lo más bonito y jugoso en la trastienda…Y eligió el sestiere Canareggio para vivir, el barrio de Tintoretto: los barrios de Venecia vibran y los viajeros preparados disfrutan; Cannaregio es un remanso de paz. Un rincón de Venecia donde te topas con el pescatero que acerca las capturas en su lancha a las casas, la plaza donde juegan los niños a la pelota, el ultramarinos donde hacer la compra o el bar donde tomar un vino charlando con los parroquianos.
Los viajeros de Lantxabe pasaron cuatro días en Venecia, y no hay palacio, museo o iglesia que no acoja obras del artista, que nació, trabajó y murió en esta ciudad tan hermosa como irreal y que inspiró a uno de los pintores -Tintoretto- más originales e innovadores de la Historia del Arte
Entramos en Venecia por la Plaza de San Marcos, entonces inundada de millones de turistas, hoy machacada por los torrentes de agua inclementes, los mismos que azotan nuestros barrios.
Venecia vive el periodo de Acqua Alta
Las sirenas de la Serenísima han dado la alerta, mantenimiento urbano coloca unas pasarelas elevadas en las principales zonas de paso para que los peatones puedan caminar. Durante estos días los habitantes de Venecia no olvidan salir a la calle sin sus botas de agua.
Las primeras zonas en inundarse son la Plaza de San Marcos y sus calles aledañas, ya que ésta es la zona más baja de Venecia. El agua no se desbordará en en los barrios altos, entre ellos en el sestiere Canareggio
El barrio de Tintoretto pertenece a una Venecia ensimismada, misteriosa, con mil rincones por descubrir, con sólo las piernas como forma de desplazamiento, no se ve vehículo alguno -ni papel en el suelo-, canales y puentes, una encrucijada, un tablero de ajedrez. El sestiere de Canareggio es la Venecia donde vivió, trabajó y murió Tintoretto (1519-1594), uno de los pintores más fascinantes de la Historia del Arte, que conformó, junto a Tiziano y Veronés, la santísima trinidad del Cinquecento italiano. Está tan ligado a esta ciudad que dicen que, si amas Venecia, amas a Tintoretto y, si la odias, lo odias también a él.
Hoy sólo podemos enviar a Venecia nuestra admiración; a los que la habitan, nuestro cariño. A las dos partes, nuestro entrañable recuerdo