Nacido en 2003 y compuesto por un grupo de 60 personas jubiladas, el recuperando las obras del compositos y maestro de capilla Nicolás Ledesma, zaragozano de nacimiento y bilbaíno de adopción. Tras casi una década de crecimiento, dando nuevos pasos en su trayectoria, la culminación de su trabajo se ve reflejada en esta recopilación de música religiosa.
La directora del coro, Carmen de las Cuevas, se muestra encantada con el trabajo realizado, que ha recorrido un largo camino hasta poder ver la luz. «En el momento en el que me facilitaron una pieza de Ledesma, hace cuatro o cinco años, dije que no podía ser, por la filosofía del coro, que es la de disfrutar», cuenta sobre su primer acercamiento a las obras del aragonés. Con el tiempo, y después de interpretar otros tipos de repertorio, como la misa de Schubert, en alemán, decidieron dar un paso más, por lo que «la preparamos y fue un descubrimiento, porque es una música muy bonita que nos puede recordar a Mozart».
De las Cuevas inició entonces una labor de investigación que le llevó a viajar a Borja (Zaragoza) -primer destino de Ledesma como maestro de capilla- para conocer más sobre las obras del compositor. «Fue un buceo total en su producción», confiesa la directora, que tuvo que dedicar horas y horas a la revisión y visionado de diferentes manuscritos.
En marzo del pasado año comenzó la preparación del CD, que culminó con su grabación en mayo de este año. Juan Izeta, uno de los componentes del coro y muy amigo nuestro, al que damos la enhorabuena desde aquí, asegura que «se ha trabajado muy duro en este disco, que además llega en el momento oportuno para el coro». Un coro que nació en la universidad, con los alumnos de las Aulas de la Experiencia, y que avanza con la única intención de disfrutar y crecer paso a paso.
En julio acudieron al congreso ISME que se celebró en Tesalónica, donde la directora ofreció conclusiones de los trabajos que realiza sobre la inteligencia emocional en un coro de mayores. El viaje a tierras helenas, salvo una subvención por parte del instituto Etxepare, corrió a cargo de los coralistas, que muestran su compromiso acudiendo puntuales a los ensayos que realizan dos veces por semana «a una hora complicada, la hora de la siesta», como cuenta De las Cuevas, que afirma que el coro se mantiene «gracias a la participación de todos sus miembros, que van aportando, cada uno lo que puede».
Nueve años después de su nacimiento con coralistas sin experiencia en el mundo del canto, la grabación del disco supone un nuevo hito para ellos. «Creo que es un producto muy interesante para que la gente se anime a recuperar la obra de Ledesma», asegura su directora, que se decidió a introducir cambios tras las recomendaciones de la pianista, Ana Belén. «Nos sugirió cambiar el órgano por el piano y creo que el que lo escuche se dará cuenta de que ha sido un acierto».
Las obras de Ledesma, del siglo XIX, se caracterizan por ser, en palabras de Carmen de las Cuevas, «muy cantables, recordando a Mozart y con unos juegos armónicamente muy interesantes». Para Izeta, se trata de «una música muy bonita, pegadiza y que al coro le ha encantado».
Tras la grabación de este disco, el coro comenzará en septiembre el nuevo curso musical con la intención por parte de De las Cuevas de «seguir trabajando, preparando cosas», aunque sin saber aún si interpretarán nuevas piezas de Ledesma. «Lo que hemos presentado es lo que podemos cantar y disfrutar. Mantengo mi política de seguir disfrutando». El CD ya ha logrado vender más de 300 unidades desde que saliera a la venta en el mes de julio