El pasado jueves pudimos disfrutar de una maravillosa versión de los cantos en el ‘Edipo Rey’ de Stravinsky a cargo del Coro Easo, dirigido por el gran maestro Gorka Miranda
La interpretación de ‘la escolanía del barrio’ fue extraordinaria
La puesta en escena de Per Poc ayudó, fue fundamental, pero la esencia de la obra está en el coro, y el Easo está formado por cantantes y actores altamente capacitados, ellos trasladaron al auditorio, en directo, sin intermediación, la conmoción y la compasión que siente el ‘pueblo’ -Tebas- por Edipo. La música de este ofertorio es evocadora y melancólica y el Coro Easo supo trasmitir una gran emoción, en la entonación de los versos con sus angustias, dudas y resignación; los últimos cinco minutos de despedida de la obra fueron sublimes. Se produce ese momento de catarsis en el que el público asistente, mas de 1.400 personas, se quedan pegadas al asiento, y tardan segundos en iniciar un aplauso que no puede terminar.
La coral de nuestro barrio supo ser portavoz -como quería Stravinsky- las reflexiones existenciales de Sófocles, cuestionando los designios divinos y subrayando las acciones humanas que desencadenan la tragedia. El Coro Easo ofreció una experiencia teatral enriquecedora, en la que la música, la actuación y la filosofía se combinan para transmitir tanto la emotividad como el significado trascendental de esta obra clásica.
El coro en «Edipo Rey» no solo es como narrador y comentarista de los eventos, sino también desempeña un papel esencial al expresar las dudas, el temor y la empatía que los personajes y la propia audiencia sienten ante el destino trágico de Edipo.
El coro supo utilizar la música, la entonación y el lenguaje corporal para transmitir la intensidad de las emociones que experimentan los ancianos tebanos, hábilmente caracterizados en las personas que forman el Coro.
El coro que dirige Gorka Miranda intervino también en la puesta en escena de la ‘Octava’ de Mahler, que reunió a más de 400 intérpretes sobre el escenario del Kursaal
En la cita de ‘Oedipus Rex’ de Stravinsky, estuvieron los exvocalistas del Easo Shera Lasa y Carlos Fagoaga, quienes ya interpretaron esta obra en 1966 en Lisboa, dirigidos por el propio compositor ruso, y que saludaron a los coralistas antes del concierto.
La gente de Lantxabe tiene una especial relación precisamente con Gorka Miranda, director del Coro; con Sergio Pedrouso, bajo y director de Cum Jubilo, las escolanías infantiles -veremos a ambas corales con ocasión de las fiestas de Aiete- y, en ocasiones, del propio Coro; con Iker Blanco, tenor y alma del Coro, y con otros componentes de la agrupación coral.
En total cuarenta integrantes del Easo participaron en esta representación. Los tenores Ander Larruskain, Iker Blanco, Izei Mujika, Aitor González, Josu Elberdin, Luken Munguira, David De Oliveira, Janitz Enparantza, Ivan Ramos, Borja Esnal, Txomin Larrañaga, Mikel Artola, Juan Quiroga, Mattin Aisa, Joel Zamora, José Iturriaga y Alain Sánchez; los barítonos, Aimar Etxaide, Ibai Murillo, Alberto Mendigutxia, Iñigo Casis, Jon Ibarzabal, Beñat Mozo, Markel Otaegi, Josu Martínez, Rubén Ramada, Urko Irigoien, Eduardo Gaminde, Gabriel González, Alejandro González e Iñaki Carcavilla; y los bajos Ignazio Ventura, Sergio Pedrouso, Gabi Igarzabal, Iñaki Arana, Javier Arca, Roberto Vergara, Dario Maya, Asier Blas y Andoni Lardizabal.
Zorionak guztioi
La ‘Revista de música clásica’ hace este comentario de la participación del Coro Easo en la obra
Quizá lo más destacable de la representación fueron el coro y la puesta en escena. En cuanto al primero, reconocer el grandísimo trabajo llevado a cabo por los hombres del Coro Easo. En esta obra, tan directamente inspirada en la tragedia de Sófocles y en la dramaturgia griega clásica en general, la masa coral funciona como un personaje –de hecho el más presente y continuo– con una partitura que contiene grandes dificultades musicales y por tanto, mnemotécnicas. No podemos sino alabar la prestación de este coro, que estuvo a gran nivel, y no digamos si tenemos en cuenta que se trata de un coro aficionado. Buena emisión, buen empaste y gran corrección rítmica fueron las tónicas generales. Como anécdota histórico-emotiva, decir que son cuatro los antiguos componentes de esta agrupación los que aún pueden contar cómo el propio Stravinsky les hizo ensayar y les dirigió en Lisboa esta misma obra en el año 1966, así que algo quedará de transmisión directa.
¿..Alguien es capaz de decir algo en contra del coro Easo en Donostia…?.
Enhorabuena , felicitaciones y plácemes.