Los coros Araoz Gazte, Araoz Txiki y Easo Txiki trasladaron la Quincena al barrio de Aiete en una cita que atrajo a gran cantidad de niños. El calor hizo mella en los asistentes al concierto, que pertrechados en su mayoría con abanicos, se dispusieron a disfrutar de las voces infantiles. La gran mayoría de espectadores alli congregados eran familiares de los grandes protagonistas de la tarde de ayer en la recién estrenada sede del Coro Easo. La cara de emoción y orgullo fue la tónica dominante a lo largo del evento. Los ojos de todos los que se juntaron allí se llenaban de orgullo y satisfacción al ver el buen hacer de sus hijos, nietos, hermanos o sobrinos. Ana Esquisabel, madre de una de las integrantes del coro, aseguró que «es una experiencia muy bonita, no es la primera vez que canta, pero me sigue haciendo mucha ilusión». Y al igual que en todas las citas de la jornada, hubo un guiño a la nueva creación con el estreno del cuento infantil para coro de niños, recitador, flauta y arpa ‘Leireri gertatutakoak’ de la joven Marta García.

Ane Artetxe fue la encargada de tocar el arpa, junto a Aroia Arizmendi que era quien tocaba la flauta y a Óscar Candendo al piano. Supieron transmitir ilusión a los que allí se habían congregado. Los chavales también pusieron mucho más que ganas en su manera de cantar el resto del repertorio, todo de autores vascos: ‘Sei haur abesti’ de Guridi, ‘Lainoak’ de David Azurza y dos piezas más de Xabier Sarasola e Iñigo Peña. Y hubo una cuarta cita a las 18.00 horas dirigida a las personas con discapacidad intelectual del Club de Ocio y Tiempo libre de Atzegi, con sede en Villa Mari. El mismo octeto de trombones y cantantes que por la mañana había acudido al Hospital San Juan de Dios volvía a encandilar con su música a los más necesitados.

Tras el concierto, todos los asitentes, tanto miembros de Atzegi como familiares y visitantes, tuvieron la suerte de disfrutar de un catering que hizo las delicias de los allí presentes.