Lantxabe denuncia a la gente que no recoge las cacas de sus perros
Los dos canes de las fotos salieron corriendo de la última villa de la calle Paraiso, depositaron sus cacas en los jardines o caminos de Katxola, como se ve en la foto, y al trote se retiraron por la misma puerta por dónde salieron. Nadie vino a recoger esas moñigas. Y, por lo visto, podemos decir que es una práctica habitual.
La Ley 11/2003, de 24 de noviembre, de protección de los animales. «BOE» núm. 303, de 19 de diciembre de 2003 en su artículo 40. Infracciones leves, describe, como infracciones, en su apartado f) La no recogida inmediata de los excrementos evacuados por el animal de compañía en las vías públicas.
Y en al Artículo 41. Serán sancionadas con multas de… a) 75 a 500 euros para las leves.
Lantxabe no se va meter en procedimientos jurídicos. El ayuntamiento, sin embargo, sí debería tomar medidas para evitar estos repulsivos desafueros. Sin el apoyo del gobierno municipal, estos sujetos seguirán campando por sus respetos.
Katxola, el espacio Katxola, es un campo abierto frecuentado por escolares y por visitantes de diversa condición. Los alrededores del caserío reciben la atención de empleados de ‘Parques y Jardines’ que al cortar la hierba, les salpica la mierda de los perros; los dueños de las mascotas tienen la obligación de recoger las boñigas de sus perros no sólo por mandato legal, sino por un mínimo de ética ciudadana.
Lantxabe viene denunciando esta asquerosa dejación desde hace años, y hemos tenido algunos incidentes muy desagradables [Algunos han quedado recogidos estas páginas, como por ejemplo,
La caca de un perro agua la fiesta a una niña | Aiete – Lantxabe – Katxola – Ayete ]
El perro es el único animal de compañía que tiene que salir fuera del hogar, hogar que también es el suyo, para hacer sus necesidades fisiológicas básicas.
Los pájaros, los peces, los gatos, tienen dentro de la casa un lugar para hacer sus evacuaciones; a estos perros sus dueños los mandan a Katxola, sin molestarse siquiera en acompañarles
Si tanto amamos a nuestro can, debemos de procurar que su vida sea lo más fácil posible, así como que tenga todas sus necesidades cubiertas y este perfectamente adaptado a nuestra sociedad. Eso es amor, eso es lo importante, y no creernos que queremos más a nuestra mascota porque lo dejamos subir al sofá, pero no recogemos sus cacas, provocando la ira de la vecindad.