El recuerdo de Anna Frank en los jardines de Aiete

En esta subida, hacia el final, encontramos el castaño de Anna Frank, identificado con un pequeño panel

El panel va a doblar su tamaño y se va a acercar al camino para una mejor identificación

El dispositivo contiene un «lector de código QR» para ser escaneado por un teléfono móvil y contienen la información que hemos trasladado a estos dos videos. El primero en euskera. El segundo en castellano

Euskera
Castellano

El diario de Anna Frank

Tras la invasión de Holanda, los Frank, comerciantes judíos alemanes emigrados a Amsterdam en 1933, se ocultaron de la Gestapo en una buhardilla anexa al edificio donde el padre de Ana tenía sus oficinas. Eran ocho personas y permanecieron recluidas desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, fecha en que fueron detenidos y enviados a campos de concentración. En ese lugar y en las más precarias condiciones, Ana, a sus trece años, escribió su estremecedor Diario: un testimonio único en su género sobre el horror y la barbarie nazi, y sobre los sentimientos y experiencias de la propia Ana y sus acompañantes

El diario es una obra prodigiosa y consciente de un genio en ciernes. La variedad en el ritmo y el tono, el humor, un suspense insoportable, los flechazos amorosos y las desilusiones adolescentes, la curiosidad sexual, momentos de terror, momentos de euforia, ráfagas de idealismo y súplica y agudeza psicológica… todos esos destellos de inteligencia y emoción y talento animan sus páginas.

Sorprende, además, la precocidad con que se asimila el progreso de la guerra en todos los frentes. La supervivencia del círculo clandestino está ligada de un modo crucial a los avances de la invasión aliada. Los bombarderos pasan rugiendo hacia sus destinos y la casa tiembla; a veces las bombas caen aterradoramente cerca. En conjunto, el diario es una crónica de trepidación, tumulto, alarma. Incluso en los periodos más tranquilos de lectura y estudio retumba el silencio de la reclusión. Se alimentan a base de lechuga hervida y patatas grilladas; tirar de la cadena del único inodoro está prohibido durante diez horas seguidas. De noche se oyen disparos. Siempre planea la amenaza de que los delaten y los apresen. Reinan la angustia y la inmovilidad.

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