El Lavadero está dispuesto en la parte meridional del Término Municipal de Donostia-San Sebastián, en el barrio donostiarra de Aiete.

El lavadero se encuentra localizado en el fondo de la vaguada formada por la regata de Pakeako erreka dentro del conocido como Bosque de Miramon. En sus inmediaciones se dispone un pequeño estanque artificial al pie de la pasarela que une el paseo de Mikeletegi (Parque tecnológico de Miramon) y el teatro en Aiete. Un entorno natural que conserva una densa masa boscosa de ribera con un paisaje singular donde el referido arroyo desciende a través de una serie de pequeñas cascadas formada por la curiosa disposición de los estratos geológicos.

Al paraje se puede acceder desde diversos puntos del Parque a través de la densa red de caminos y sendas existentes y que llevan al antes referido estanque. Encontrándose el presente elemento en la cabecera de ese estanque pudiendo llegar hasta el mismo a través del sendero que lo circunvala por su orilla occidental.

Este estanque está formado por un sencillo puente-presa y se ha convertido en un espacio de una gran relevancia medioambiental, siendo refugio de una infinidad de muestras de vida animal (ranas verdes, sapos parteros, tritones palmeados, salamandras, libélulas, zapateros o multitud de aves como el Martín pescador) y vida vegetal (lirios de agua, espadañas, nenúfares,…).

El conjunto, en si, es de una gran sencillez constructiva y está conformado por un total de dos pilas o recintos de pequeñas proporciones adosados entre si y dispuestos de una forma escalonada en el límite de la lámina de agua del señalado estanque. El desnivel entre ambas pilas ronda en torno a los 75-80 cm. Junto a ellas en un momento más reciente se ha dispuesto un depósito de forma cúbica ejecutado con cemento y destinado al parecer a recoger y canalizar parte de las aguas de la propia regata.

Las pilas presentan una fábrica muy similar entre si, aprovechando el desnivel natural del terreno para su ejecución y disposición escalonada y sobre todo el afloramiento rocoso natural con sus estribos sobresalientes fruto de la alternancia de materiales diferentes resistencias (margas, calizas y calizas arenosas).

Están ejecutadas de una manera muy sencilla con unos muros dispuestos trasversalmente cortando el curso del agua, los cuales aprovechan el afloramiento rocoso natural ligeramente sobresaliente para apoyarse sobre el mismo siguiendo la línea de su buzamiento y obtener una mayor altura. Esos muros están ejecutados con grandes bloques semiescuadrados de piedra caliza extraídos del entorno y ligados con una argamasa calcárea un tanto degradada.

El recinto superior presenta una planta aproximadamente rectangular, con unas proporciones de 4,42 m de ancho por unos 3 ó 4 de longitud con una superficie de unos 15 m2, aunque ésta última medida no puede precisarse con claridad por los lodos acumulados en ese punto que han provocado la desaparición de sus cierres laterales. El muro inferior que delimita este pilón superior presenta una anchura media de unos 42-45 cm abarcando toda la anchura del estrecho cauce y una altura conservada que ronda los 40. En la parte central ha perdido buena parte de los sillares originales que lo conformaban arrastrados por las periódicas crecidas de la regata. En su entorno no se observa la presencia de otro elemento constructivo alguno relacionado con esta infraestructura.

El recinto o pila inferior se dispone al N del anterior e inmediato al mismo en un escalón más bajo aprovechando también el afloramiento rocoso para su construcción. Este presenta unas proporciones sensiblemente más reducidas y una planta ligeramente trapezoidal, siendo más ancha en la parte baja (2,10 m) que en la superior (1,75 m), con una longitud de 2,55 m, conformando un recinto de escasamente 5 m2. Esta pila se encuentra cerrada por la parte inferior por un muro de traza idéntica al superior dispuesto transversalmente al curso de la regata con una longitud total de 3,40 m abarcando toda la anchura del cauce que en ese punto aparece recortado. Presentando una anchura total de 55 cm y una altura de unos 30 cm por su cara interior. Este muro está ejecutado con grandes bloques semiescuadrados apeados sobre el afloramiento natural y ligados con argamasa calcárea, el cual en su extremo occidental se encuentra ligeramente descalzado habiendo perdido algunos de los sillares que lo conformaban. En la parte central presenta un pequeño rebaje intencionado dispuesto longitudinalmente de unos 10 cm de anchura y un rebaje de 5 a lo largo de todo el mismo, y el cual estaba destinado a servir como desaguadero para facilitar la salida del agua.

Esta pila inferior presenta una fábrica ligeramente diferenciada respecto a la precedente, ya que el recinto propiamente dicho está delimitado en todo su perímetro por una serie de gruesas lajas de caliza dispuestas en vertical y aparentemente en seco. Estas presentan una anchura media de unos 15 cm y una altura aproximada de 40 cm. Apoyándose en su parte inferior contra el muro de contención a modo de forro interior o similar. En la banda oriental estas lajas han sido sustituidas por un sencillo murete ejecutado con hormigón de unos 20 cm de anchura, fruto muy presumiblemente de algún tipo de reparación o reforma.

Adosado por el lienzo E de ese muro por su parte exterior presenta la disposición de al menos dos piedras de lavar, una en la parte superior y la otra en la inferior, aunque ligeramente desplazada de su posición original. En ambos casos estaban conformadas por sendos bloques monolíticos de piedra de grandes proporciones y forma trapezoidal conservados casi en su integridad. Las dos piedras presentan la cara de lavado inclinada aguas abajo y lisa, sin relieve alguno, apreciándose el desgaste experimentado como consecuencia de su uso y el frote continuado de la ropa. La piedra superior presenta unas proporciones de 40×54 cm y 65 cm de alto, y la inferior de 50×40 cm y una altura registrada de 25 cm si bien al encontrarse casi totalmente colmatada por el lodo no puede determinarse con claridad.

Estas dos pilas presentan un estado de conservación bastante deficiente debido a la falta de mantenimiento desde su abandono, hace más de 70 años. Encontrándose parcialmente colmatadas por los aportes de lodo y piedras acarreados las crecidas de la regata de Pakea, habiendo perdido algunos de sus bloques o encontrándose ligeramente desplazados de su emplazamiento original. A lo cual hay que añadir la presencia de maleza y troncos de árboles caídos sobre ellas