Con “Viridiana”, llegó el escándalo a la Casa de Cultura

A los asistentes a la proyección del film que, en anteriores pases, la película les había gustado mucho, esta vez les gustó todavía más.

Algo tiene que ver la madurez cinéfila del público, pero también el magisterio de Jesús Garmendia que -y no es la primera vez- fascinó a la concurrencia de casi 70 amigas y amigos del cine-forum en la Casa de Cultura de Aiete

Por su parte Lola Arrieta expuso el programa del próximo cuatrimestre. Su título es ‘Musika gure laguna’ y estará dedicado a las novelas y películas en las que la música juega un papel protagonista. Como ejemplo la novela ‘El malogrado’, de Thomas Bernhard. Tertulia Literaria anunciada para el 12 de noviembre. En la novela, el autor rememora la pasión que compartían por el piano con el virtuoso Glenn Gould.

Jesús Garmendia empezó su intervención afirmando que el cine de Buñuel es suficientemente conocido entre nosotros, y descansó los minutos de introducción en los escándalos que se produjeron con cada uno de los estrenos de las películas, se detuvo en cinco de ellas, aunque lógicamente detalló la barahúnda que generó Viridiana antes, incluso, del estreno.

Buñuel en “Viridiana” (1961) cuenta la historia un viejo hidalgo español que un día recibe la visita de su sobrina Viridiana, novicia en un convento y que tras la muerte de su tío, la protagonista convertiría la mansión familiar en un albergue para pobres. Sobre el papel, parecía una historia religiosa y la censura no vio por tanto ningún inconveniente a la hora de aprobar el guion.

Garmendia detallaba que para el grupo de pordioseros el director eligió excelentes secundarios, aunque alguno de los mendigos lo era de verdad, como el inolvidable leproso, al que Buñuel encontró en el Metro, donde dormía entre cartones. El rodaje transcurrió en el tiempo previsto, tranquilamente, sin que hubiera ningún problema. Pero en Cannes estalló la tormenta. La película fue presentada el último día del festival y tuvo una acogida excepcional y “Viridiana” consiguió la Palma de Oro, un premio nunca conseguido por el cine español. Buñuel no estaba presente, así que José Muñoz Fontán vizconde de San Javier, por entonces director de cinematografía, salió a recoger el premio. No sabía que “Viridiana” le iba a costar el puesto.

Al día siguiente, “L’Osservatore romano”, el periódico del Vaticano, publicó un violento editorial contra la película. Tras la condena de la Iglesia la reacción en España no se hizo esperar. La censura prohibió fulminantemente la película. Al parecer el propio Franco ordenó que quemaran todas las copias, pero se salvó un negativo escondido en el coche de un empleado de Alatriste

En España el film de Buñuel fue un tema tabú. La prohibición no sólo afectaba a la proyección de la película sino a su simple mención -señalaba Garmendia-. La prensa no podía hablar de ella, ni del premio recibido en Cannes. Era como si nunca hubiera existido. Ante el repudio español el productor Alatriste hizo valer sus derechos y consiguió darle a Viridiana la nacionalidad mexicana, y como tal se estrenó en todas partes.

El escarnio, la burla, la mofa, la vejación, el menosprecio por la Dictadura franquista y su inquisición, llegó a todas las partes del mundo. Jesús, en el coloquio, nos ofreció esta tira de la época

En España tuvo que esperar hasta el 9 de abril de 1977, el mismo día en que se legalizó el Partido Comunista.

Sobre El discreto encanto de la burguesía” (1972), Jesús nos contó la siguiente anécdota:

Un grupo de periodistas mexicanos le entrevista en Madrid durante un almuerzo sobre la nominación al Óscar a su película

¿Cree usted que obtendrá el Óscar, Don Luis?

Sí, estoy convencido –respondo muy seriamente–. Ya he pagado los veinticinco mil dólares que me han pedido. Los estadounidenses tienen sus defectos, pero son hombres de palabra.

Cuatro días después, los periódicos mexicanos anuncian que yo he comprado el Óscar por veinticinco mil dólares. Escándalo en Los Ángeles, télex tras télex. Silberman (el productor) llega a París, muy molesto, y me pregunta qué locura me ha dado. Le respondo que se trata de una broma inocente. Después de lo cual se calman las cosas. Transcurren tres semanas y la película obtiene el Óscar, lo que me permite repetir:

Los estadounidenses tienen sus defectos, pero son hombres de palabra”.

Destacó Jesús cómo los temas de los sueños y el inconsciente permean la obra de Buñuel. Es una marca que va desde «Un perro andaluz«, su primera e impactante realización con su colega surrealista Salvador Dalí, pasando por las fantasías sadomasoquistas de «Belle de Jour» y finalizando con «Ese obscuro objeto del deseo».

Con la sencillez de un consumado maestro y enamorado del cine, en el foro de ayer, el cronista iba describiendo que en los momentos de esplendor del surrealismo, los integrantes del grupo utilizaban el escándalo como arma para instaurar en la sociedad la nueva moral que ellos preconizaban.

En Un perro andaluz y La edad de oro, Buñuel denuncia, con violencia, lo que estima son los falsos valores del orden burgués trazando un balance feroz de todas sus opresiones…

Un perro andaluz (1929). Escándalo “físico”, la sensibilidad del espectador es puesta a prueba por toda clase de agresiones: el ojo cortado, la cara ensangrentada de Modot, las imágenes de excrementos, la representación de las pulsiones sexuales, en resumen, todo lo que perturba y hiere. Un perro andaluz es un gesto rebelde, una protesta airada, un motivo subversivo, subrayaba el presentador.

La edad de oro (1930), es otra «película de escándalo» según la exposición del presentador. La prohibición de la cinta se prolongó en París hasta 1981 y en Nueva York hasta 1980. Y es que si Un perro andaluz podía pasar por ser una obra críptica, La edad de oro dejaba poco lugar a la interpretación y manifestaba con claridad que era un ataque frontal y despiadado a todas las instituciones establecidas: la religión, el matrimonio, la familia… Aún hoy, la cinta conserva toda su capacidad destructiva y, probablemente, ninguna película en la actualidad sería capaz de mostrar a una figura semejante a Jesús de Nazaret saliendo del castillo de las orgías del marqués de Sade…

Es Los olvidados, (1950), el escándalo fue en el México de acogida. El ‘sistema’ no soportaban la película, se prohibió y hubo quienes solicitaron la expulsión del realizador del país

Al inicio del coloquio Jesús proyectó algunas caricaturas relacionadas con el ‘asunto Viridiana’ y el dictador, pero tuvo mucho protagonismo Galdós, puesto que Buñuel guionizó tres de sus novelas “Nazarín”, “Tristana” y “Viridiana” -con esta última el ciclo de Literatura y Cine había conseguido proyectar las tres-.

Jesús Garmendia trasmitía la idea de que las películas de Buñuel, partiendo de las novelas o relatos que fueran, luego les concedía su propia interpretación. Por ejemplo entre los medigos de “Viridina” no hay ninguna bondadosa Benina, sino maldad, envidia, resentimiento, fobia, rencor, puro esperpento.

También se habló de la influencia de Buñuel en el otros cineastas de prestigio; pero el coloquio fue más breve de lo habitual porque el compromiso era el de abandonar la sala antes de las nueve, agradeciendo su colaboración a las personas empleadas del centro cultural.

Un coloquio tan liviano también es producto del clima en el que vivimos. Ayer en la sala todos los movimientos, las palabras, los afectuosos gestos de bienvenida, estaban rodeados de una gran prudencia y sentido de la responsabilidad.

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