El bidegorri del paseo de Aiete enlazará Oriamendi con el ascensor de Aiete-Morlans y La Cumbre

Dos ciclistas se dirigen hacia el Jolastoki, tras pasar por Munto, en el nuevo bidegorri. / Michelena

La apertura del carril bici es la primera de las cuatro fases, todas con proyecto, de una intervención cuya plasmación dependerá de los presupuestos, explica Pilar Arana (PNV) (Un acuerdo parlamentario permite, en las comunidades vasca y navarra, endeudarse y disponer del superávit a sus ayuntamientos. Esperamos que esta excepción se aplique en el donostiarra)

Aiete ya tiene bidegorri. Los primeros ciclistas ya pedalean por un asfalto encarnado que zigzaguea en el tramo central del paseo de Aiete, entre el nuevo ambulatorio y la rotonda de Jesuitinas. No será la única noticia este año del proyecto de calmado de tráfico y mejora de la ciclabilidad de este barrio alto. Ahora se estrena la primera fase, pero las otras tres ya tienen proyecto, según explicó la concejala de Movilidad, Pilar Arana (PNV), y dos de ellas se van a materializar, en bruto, con una señalización sencilla en los próximos meses para que se pueda circular en dos ruedas desde Miramón hasta el ascensor inclinado de Aiete-Morlans y La Cumbre

A falta de algunos pequeños detalles, Aiete ha estrenado ya el nuevo bidegorri con la misión casi imposible de dotar de seguridad a los ciclistas, no constreñir el espacio de los peatones y lograr el amansamiento del tráfico, que incluye entre otras, mejorar las paradas de Donostibus y sacarlas a la calzada. El principal ‘sacrificado’ ha sido el coche por el estrechamiento de calzada y la eliminación de decenas de plazas de aparcamiento, fundamentalmente a la altura de los jardines del Palacio de Aiete.

Y es que el objetivo no solo era habilitar una pista ciclable para el barrio, sino materializar un proyecto de calmado de tráfico. Así la principal fuente de espacio para introducir el bidegorri es la calzada, que reduce su sección para proporcionársela a peatones y bicicletas.

Si antes los autobuses entraban en las paradas en un espacio añadido al carril de circulación para no detener el tráfico durante la carga de pasajeros, ahora las aceras se amplían en busca del lugar de paso del autobús que, sin desviarse de su carril, detiene el tráfico mientras suben los viajeros. De esta forma se ganan metros para el carril bici, sin sacrificar la acera.

El carril bici zigzaguea entre acera y calzada, hace coexistencia con el peatón y obliga a ir pegado patio de algunas casas

El tramo de bidegorri abierto al público parte del nuevo ambulatorio, en el puente del paseo de Aiete sobre Pío Baroja. Desde este punto, la pista ciclista de doble sentido inicia su desarrollo pegada al lado derecho de una amplia acera, junto a la verja de la urbanización Munto Alde. La calzada se estrecha desde esta zona, donde hay una parada del bus de la línea 19. A partir del acceso a los garajes de esta zona residencial el trazado ciclista baja al asfalto y discurre en una suave pendiente para superar el viejo caserío sidrero y la plaza del mismo nombre. Una vez rebasada la calle Munto, la vía ciclista vuelve a la acera hasta alcanzar las inmediaciones de la parroquia Santo Cristo Gurutzeaga donde el asfalto rojo se detiene. Es una zona de coexistencia con prioridad peatonal donde los ciclistas deberán extremar las precauciones.

El bidegorri vuelve a marcarse en rojo y justo antes de llegar al Jolastoki comienza otra zona de coexistencia, donde apenas caben los peatones, por el estrechamiento que provoca Matxaiene. En la recta que discurre frente a los jardines del Palacio de Aiete el bidegorri pasa a tener apenas un metro de sección y discurre pegado al seto de las viviendas, única forma de dejar a la acera con medidas reglamentarias. A partir del acceso al parque, el carril bici baja a la carretera, ocupando la banda de aparcamiento que había en el lugar. Finalmente, las bicis vuelva a una acera ensanchada en el tramo final que entronca con la rotonda de las Jesuitinas.

Pero el bidegorri no morirá aquí. Pilar Arana señaló que este mismo año se alargará, sin los detalles de proyecto redactado, «hasta la rotonda de Pagola» y «también conectaremos en bici los dos ascensores» (Morlans y Pío Baroja) lo que permitirá a las personas que andan en bici un acceso sencillo hacia Aiete , bajar y subir hasta y desde Amara, el Centro o el Bosque de Miramón (Cómo se publicaba ayer mismo en esta web)

Sobre una crónica de Aingeru Munguía

Jueves, 4 junio 2020

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