Una profunda soilidaridad, apoyo y agradecimiento al colectivo de la enfermería

El 12 de mayo se celebra el “El día internacional de las enfermeras”; es el aniversario de Florence Nightingale; hace 200 años esta extraordinaria mujer nacía en Florencia. Se celebra su aniversario y el “El día internacional de las enfermeras” en reconocimiento a su labor como cuidadora, escritora y estadística británica, considerada precursora de la enfermería profesional moderna y creadora del primer modelo conceptual de enfermería. Desde muy joven se destacó en matemáticas, y culminó sus estudios y aplicó sus conocimientos de estadística a la epidemiología y a la estadística sanitaria. Fue la primera mujer admitida en la Royal Statistical Society británica, y miembro honorario de la American Statistical Association.

Florence además de enfermera, era una activista social

Sentó las bases de la profesionalización de la enfermería con el establecimiento, en 1860, de su escuela de enfermería en el hospital Saint Thomas de Londres, actualmente parte integrante del King’s College de Londres y del NHS. Fue la primera escuela laica de enfermería en el mundo.

Su trabajo fue la fuente de inspiración de Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja y autor de las propuestas humanitarias adoptadas por la convención de Ginebra.

Alcanzó fama mundial por sus trabajos precursores de enfermería en la asistencia a los heridos durante la guerra de Crimea. A partir de ese momento fue conocida como «la dama de la lámpara», por su costumbre de realizar rondas nocturnas con una lámpara para atender a sus pacientes.

El juramento Nightingale efectuado por los enfermeros al graduarse, fue creado en su honor en 1893.

El primer programa oficial de entrenamiento de enfermeras, la Escuela Nightingale para enfermeras, fue inaugurado en 1860. La misión de la escuela fue entrenar enfermeras para trabajar en hospitales, asistir a los menos pudientes y enseñar. La más duradera contribución de Florence Nightingale fue su rol en la fundación de la enfermería moderna como profesión. Ella estableció los parámetros de compasión, dedicación al cuidado del paciente, diligencia y cuidado en la administración hospitalaria.

Nightingale demostró tener aptitudes para las matemáticas desde sus primeros años, y sobresalió en la materia bajo la tutela de su padre. Llegó a convertirse en una pionera en el uso de representaciones visuales de la información y en gráficos estadísticos.

Hizo un uso intensivo de este tipo de gráficos en sus informes ante los miembros del parlamento británico y ante funcionarios civiles, con el propósito de demostrar la magnitud del desastre sanitario en la sanidad del ejército durante la Guerra de Crimea, y de facilitar la comprensión de los hechos a quienes pudiesen tener dificultades en la comprensión de reportes estadísticos tradicionales.

Los logros de Nightingale resultan más admirables cuando se los considera en el contexto de las restricciones sociales que sufría la mujer en la Inglaterra victoriana. Su padre, William Edward Nightingale, era un terrateniente sumamente rico, y su familia se codeaba con los estratos más altos de la sociedad inglesa. En aquellos días, las mujeres de la clase social de Nightingale ni asistían a las universidades ni pretendían carreras profesionales; su propósito en la vida era casarse y criar a sus hijos. Nightingale fue afortunada. Su padre creía que las mujeres debían recibir educación, y él personalmente le enseñó italiano, latín, griego, filosofía, historia y -lo más inusual de todo para las mujeres de ese tiempo- literatura y matemáticas

Más conocida por sus contribuciones en los campos de la enfermería y de las matemáticas, la obra de Nightingale también constituye un importante eslabón en el estudio del feminismo inglés. A fines de la primera mitad del siglo XIX, luchó por su autodeterminación y en contra de las expectativas familiares de un matrimonio de conveniencia con algún miembro de la clase alta.

En el ensayo Cassandra condenó la sobrefeminizacion de las mujeres que las deja al borde de la invalidez social, tal como lo podía apreciar en el estilo de vida que llevaban su madre y su hermana mayor, a pesar de la buena educación que ambas poseían. Rechazó una vida de apacible comodidad y a cambio eligió la dedicación al servicio social. Este ensayo también refleja su temor a que sus ideas no fuesen efectivas ni tenidas en cuenta, como las profecías de la princesa troyana Casandra. La crítica literaria y feminista estadounidense Elaine Showalter señaló que se trata de «un texto mayor del feminismo inglés, un vínculo entre Wollstonecraft y Woolf

Promovió la toma de conciencia mundial acerca de las cuestiones que motivaron el trabajo de Nightingale: priorización a nivel social los temas sanitarios y de medicina preventiva, formación y apoyo a enfermeras y demás trabajadores de la salud, acceso a una nutrición equilibrada, a fuentes de agua potable, a una atención médica digna y a las medicinas, entre otros.

El 4 de noviembre de 1854, Florence Nightingale llegó a Scutari (en la actualidad, Üsküdar, Estambul) con 38 enfermeras voluntarias para hacerse cargo de miles de soldados heridos y enfermos en la guerra de Crimea. Se habilitaron estancias hospitalarias en lo que hoy son las Barracas de Selimiye. Las mejoras introducidas durante su estancia en las condiciones sanitarias en que vivían los enfermos ayudó a reducir la mortalidad y regresó a casa en 1857 siendo considerada una heroína. En la torre más al norte de las Barracas, se encuentra un museo en su honor. El lugar está en el barrio de Harem junto al mar de Mármara.

(Ahora hace justo un año la expedición de Lantxabe visitaba la ciudad de Estambul. Como es sabido, en esta ocasión, los ciclos de Literatura y Cine de Aiete, no han podido concluir ni el ciclo, ni el viaje cultural, por culpa de la pandemia)

Deja un comentario