Conversaciones entre oriente y occidente, por Lola Arrieta

Cada jueves por la mañana, a lo largo de dos años, de 1995 a 1997, una profesora iraní de literatura inglesa, reúne en el salón de su casa de Teheran a siete de sus mejores alumnas con el fin de leer y comentar libros, la mayoría de ellos pertenecientes a la literatura occidental y en ese momento prohibidos en su país. ¿Cuáles son esos autores y relatos que atraen la atención de las mujeres iraníes? ¿Qué opinan sobre nuestros clásicos?

En las tertulias celebradas en la casa de la profesora Nafisi se habla de los “grandes”, entre otros, de Henry James y sus magníficos personajes femeninos comoDaisy Miller, tan semejante ala Isabel Archer de Retrato de una dama, o Catherine Sloper, la heroína de Washington Square. También de Lolita de Nabokov, o de Scott Fitzerald y Jane Austen.

Leer Lolita en Teheran nos habla de la importancia y de la fuerza de la literatura, al mismo tiempo, en el Azar Nafisi, residente en EEUU desde 1997, publicó en 2003 Leer Lolita en Teheran. Escrito en el original en inglés, el libro entró de inmediato en la lista de los más vendidos elegidos por el New York Times, siendo traducido a 32 lenguas. Su publicación y éxito inmediato provocaron reacciones desde distintas perspectivas, pues cosechó numerosas críticas positivas, como la de la escritora Margaret Atwood que lo consideró “deslumbrante”, y duros comentarios que creyeron ver que lo que Nafisi ofrecía era una visión de la sociedad iraní que encajaba perfectamente con la nociva concepción occidental de la misma.

El búho ciego de Sadeq Hedayat, considerada obra maestra de la narrativa del siglo XX iraní, fue publicada por primera vez en Bombay en 1936, mientras Hedayat realizaba un viaje a través de la India, y los escasos ejemplares del libro que aparecieron fueron repartidos de forma privada entre los amigos del autor. Por aquellos años, Iran vivía bajo el yugo del general Reza Jan o Reza Pahlavi que se había proclamado Sha en 1925. Cinco años más tarde, Hedayat pudo publicar finalmente una segunda edición de la obra en su país. Desde entonces hasta hoy, su fama no ha hecho sino crecer. La novela, escrita en persa en el original, se ha comparado con los mejores textos de Kafka o de Camus, novelistas a los que Hedayat tradujo al persa y dio a conocer en su país.

En Samarcanda, del escritor libanés Amin Maalouf, se narra la historia del gran filósofo, astrónomo, matemático y poeta Omar Jayyam, autor de las famosas Ruba´iyyat, cumbre de la lírica persa. Leyendo esta novela de Maalouf, en la que se mezcla historia y ficción.

En este diálogo entre oriente y occidente, cinco grandes películas acompañan a las obras literarias ya citadas.

Breve encuentro, del director David Lean, estrenada en 1945, es un clásico del cine británico, que nos conmueve y deleita con una historia de amor interpretada por Celia Johnson y Trevord Howard, mientras suena la música de Sergei Rachmaninoff.

Si Lolita de Nabokov nos habla del amor entre un hombre mayor y una jovencita, The Last Picture Show(La última película), de Peter Bodganovich pone luz a la relación amorosa entre un adolescente y una mujer madura, en el escenario de un pequeño pueblo tejano en la América profunda.

Persépolis, película de animación dirigida por Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud en 2007, basada en la célebre novela gráfica homónima de Satrapi, narra la conmovedora historia de una niña iraní desde la revolución islámica hasta nuestros días. Las voces del original en francés son de Catherine Deneuve y Chiara Mastroiani.

Rico es el cine iraní y entre sus mayores representantes se encuentra Abbas Kiarostami quien en 1987 rodó Donde está la casa de mi amigo. Ahmed, el niño protagonista nos lleva de su mano por los parajes de los remotos confines de Iran, manteniendo el noble empeño de ayudar a su compañero de clase Mohamed.

Por último, Con Nader y Simin, una separación, (2011),de Asghar Farhadi, nos situamos en la sociedad actual iraní, en un moderno Teherán, en el que los protagonistas tienen nuestros mismos afanes y preocupaciones, y en cuyo fondo el peso de la tradición permanece.

Enero 2020

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