Una entrevista de Mikel Recalde a Joseba Zaldua

Zaldua hizo la ‘mili’ en Leganés. El de Aiete, que parece otro, más experimentado y sensato, encara este final de curso con ganas de recuperar su mejor versión del inicio y con la convicción en intentar aprovechar cada minuto con la txuri-urdin

Fotografía, Ruben Plaza;

Periódico, Noticias de Gipuzkoa

Minuto y resultado de la temporada para el equipo.

-Creo que este 2019 hemos cambiado la dinámica. Se está viendo a una Real un poco diferente a la que vimos con Asier (Garitano) y, lo más importante, los resultados. Todavía seguimos invictos y hay que seguir con esta dinámica.

¿Es el mejor momento de la temporada?

-Yo creo que sí. Hemos encadenado unas cuantas victorias seguidas. Conseguimos ganar el derbi, con lo que eso supone de motivación para la gente, y eso es positivo, ver que ya parece que Anoeta está siendo un fortín… Es fundamental para terminar de hacer un buen año.

¿Qué llegó antes, confianza o resultados?

-Los resultados. Esto es fútbol y no matemáticas. Si haces las cosas bien, sueles ganar. Aunque puedes hacerlas bien y no lograrlo; otras veces haces poco y lo consigues. Da igual esa sensación, porque si ganas vas cogiendo confianza y eso es lo que te enchufa y lo que te hace sumar las victorias.

¿Es tan buena la plantilla de la Real?

-Yo creo que sí. Creo que, en conjunto, el equipo que tenemos es muy bueno. Somos muy completos en todo, bastante equilibrados y con muy buenos jugadores, que también se necesitan para marcar la diferencia. Lo importante es que estemos enchufados y que trabajemos como grupo, porque el que gana es el equipo. En alguna ocasión una individualidad te puede dar una victoria, pero en general es el equipo y eso es lo que está transmitiendo Imanol, que lo bueno es ser un grupo, una piña y a partir de ahí es como estamos consiguiendo estos resultados.

¿Se sienten más fiables ahora?

-Puede ser. El ver que empiezas a conseguir victorias es fundamental para coger confianza y luego parece que las cosas van solas. Sin embargo, cuando comienzas a no sacar resultados las cosas son muy diferentes y parece que estás en un ciclo del que no sales. Es muy importante lo que estamos logrando, sobre todo el no perder, como poco empatar, porque esos puntos son muy importantes.

No eran normales sus números en Anoeta.

-No era normal. Anoeta y Atotxa siempre han sido un fortín. Lo ideal en una categoría como Primera para conseguir objetivos grandes es ser fuertes en casa.

Siguen a tiempo de casi todo.

-Sí. La Liga está muy loca. Estamos todos en muy pocos puntos, encadenas dos victorias seguidas y parece que estás en Champions, pierdes dos partidos y parece que los de abajo se acercan… Estando la Liga así es una buena oportunidad para conseguir algo bonito.

¿En qué puestos se fija cuando consulta la clasificación?

-En los de arriba. El Sevilla también perdió y hoy ha vuelto a perder con el Barsa y estamos a tres puntos. Comprobar que el cuarto se encuentra en 37 puntos te motiva para seguir y para pelear por objetivos importantes.

Les quedan partidos muy ilusionantes.

-Nos quedan partidos bonitos, complicados, aunque, tal y como está la Liga, todos los partidos lo son, y esperamos afrontarlos de la mejor manera con esta dinámica que llevamos. Si conseguimos mantenerla, podremos puntuar en cualquier campo.

¿Llegados a este punto, no entrar en Europa les supondría un disgusto?

-Estamos viendo que haciendo las cosas bien y trabajando están llegando los resultados, por lo que hay que pensar a lo grande porque si no sería un poco triste. Todo el mundo, en el ámbito que sea, en su trabajo, aspira a estar en el puesto más alto o lograr metas más altas, y nosotros también tenemos que tener ese pensamiento. Sabemos que la cosa está difícil, pero por trabajo, ilusión y ganas que no sea.

No pudo jugar contra su Leganés.

-Me puse un poco triste porque tenía muchas ganas de jugar contra ellos. Me trataron muy bien, y me queda el consuelo de que en el partido de ida recibí muchas muestras de cariño por parte de la gente del club y de los aficionados. Me quedo con eso, que es muy bonito.

¿Ya recuperado?

-Bien. Tuve un golpe y, como vi la quinta amarilla, aproveché para ponerme bien. Estoy con muchas ganas e ilusión.

¡No provocaría la tarjeta en Valencia!

-La verdad es que no. Me cabreé porque vi que el árbitro me tenía ganas. Cuando estaba en el suelo y eché el balón fuera me vino diciendo que estaba haciendo cuento. Le dije que no, que no podía moverme, y me contestó que me levantase, que me iba a amonestar. Aprovechó la siguiente jugada para hacerlo. A veces sí que no nos tienen tanto respeto como a otros clubes, porque estás jugando en casa, ves que los de fuera te hacen eso, que no pasa nada y luego vas tú fuera y te hacen eso. En ese aspecto fastidia un poco, pero no está en nuestras manos y no se puede hacer nada contra eso.

¿Todavía le duele Garitano?

-No lo voy a negar. Estoy muy agradecido, para mí ha sido una pieza muy importante en este momento de mi vida. Necesitaba un cambio, Asier apostó por mí, me dio una oportunidad y le estoy muy agradecido porque, gracias a él, he vuelto a sentirme futbolista. He recuperado la ilusión y tengo muchas ganas de seguir demostrando cosas aquí en la Real. Siempre le voy a estar agradecido sabiendo que estas cosas en el fútbol pasan, que cuando no consigues los resultados es más fácil echar a uno que a 25 tíos. Así funciona, él también lo entiende, son lecciones que te va dando el fútbol… Seguro que ahora está disfrutando de su nueva vida y que en verano consigue algo;no va a tener problemas.

Para usted sería una situación incómoda comprobar que su plan no calaba en el plantel.

-Está claro. Aunque uno quiere hacer todo lo posible para hacer las cosas bien, a veces no salen como uno quiere, y en ese aspecto Asier ha tenido la mala suerte de que no le han ayudado los resultados. Yo creo que no fue un fútbol tan vistoso, pero tampoco hemos tenido esa pizca de suerte que a veces se necesita, y si en vez de empatar un par de partidos hubiésemos ganado, habría sido otra cosa. Pero esa suerte también hay que tenerla. En ese momento no la tuvo de cara y seguro que él está con la conciencia tranquila, sabiendo que dio todo, aunque luego hay cosas que no dependen de uno.

¿Le molesta que ahora se le haga de menos?

-No hay que entrar en esas cosas. Las comparaciones nunca van bien. Hay que respetarlo y darle las gracias por haber venido, haber inculcado sus ideas y hacer lo que él pensaba que era lo mejor para el equipo. Que igual la cosa no salió como se esperaba, pero no creo que haya que reprochar nada ni entrar en comparaciones. Ante todo hay que tener educación, darle las gracias por lo que ha hecho y desearle lo mejor. Y con el que venga, en este caso Imanol, lo mismo. Estar con él a muerte, sabiendo que él tiene sus ideas, que piensa que son lo mejor para el equipo, y los jugadores hemos de plasmarlo en el terreno de juego.

¿Le ha sorprendido Imanol?

-Le tuve de segundo en el Sanse. Es distinto. Los compañeros me dijeron que trabajaba muy bien, que tenía muy enchufada a la gente, que era muy exigente y está siendo así. No me ha sorprendido porque los comentarios que me llegaron fueron esos. Se ve al equipo contento.

¿Le está dando mucha confianza?

-Es un entrenador que tiene las ideas muy claras, que exige todos los días que estés a tope y si no lo estás, no tiene ningún problema en decirte Oye, no estás y entra otro. Eso para el equipo es positivo, ver que cuenta con todos, para tener enchufados a todos.

Bueno, ¿cuál es el secreto de la fuente de laterales derechos de Zubieta?

-(Risas) Son rachas. A veces saldrán más delanteros, otras medios y otras defensas. Ahora está tocando racha de laterales y no hay que darle más vueltas. Siempre he tenido mucha competencia en el puesto en el que he estado y he tenido que pelear para ser titular y no me voy a cansar de ello. Esté quien esté, voy a seguir luchando, trabajando duro y a dar lo máximo de mí para intentar convencer al entrenador de que puede contar conmigo.

A usted Sola no le sorprendió.

-No, si sigues los partidos del Sanse se ve que es un buen lateral.

Muy parecido a usted.

-Sí. Tiene mucha fuerza, tira bien para arriba… Todo lo que sea mejorar el equipo bienvenido sea, y le intentaremos ayudar en todo lo que podamos.

Destaque algo de cada lateral. Gorosabel.

-No está teniendo mucha suerte. Es un tío que físicamente es muy fuerte;en el uno para uno es muy difícil irse de él;y creo que ese es su fuerte, esa fuerza y explosividad.

Aritz Elustondo.

-Lo mismo. Muy completo, puede jugar tanto de central como de lateral, va bien por arriba, es muy rápido y lo tiene todo.

Y ahora Sola.

-La potencia que tiene. Defensivamente habrá que ver, porque cuando tienes fuerza para arriba es más fácil, pero tiene muy buena pinta.

¿El año que viene, si alguno se tiene que ir cedido, su consejo sería ‘vete’?

-Eso es. Es la mentalidad que hay en la Real. Cuando subes desde abajo y llevas mucho tiempo aquí intentas quedarte en el primer equipo y luchar por un puesto. Pero también tienes que salir y ver lo que es lo mejor para ti. Y a veces no te queda otra que salir cedido y demostrar. Más que si vales o si no vales, solamente por ti, porque cuando un futbolista disfruta y está contento es cuando juega;y si llevas un tiempo y no juegas, no eres feliz. Y eso es lo importante.

Haga balance de su temporada personal.

-Buena. Estoy a gusto, con buen nivel. Me encuentro con confianza;una pena la lesión del partido de Valencia, pero me estoy encontrando de nuevo muy fuerte, entrenando con buenas sensaciones y espero, al final de temporada, haber podido jugar bastantes partidos y que el míster haya contado conmigo.

Estaba siendo casi el mejor al inicio.

-Me encontraba muy a gusto. Vengo de jugarlo todo el año pasado, me ha ayudado mucho en coger confianza, en valorarme a mí mismo, en saber que si trabajo y estoy bien puedo tener un puesto aquí. Con esa mentalidad estoy, la de trabajar y sacar lo mejor de mí para convencer al entrenador.

¿Le preocupan las lesiones?

Bueno, sí, pero al final…

¿Le da muchas vueltas?

-Sí que es verdad que, después de mi primer año en el primer equipo, estuve bien;luego empecé a tener más lesiones. Más tarde, desde que vino Eusebio hasta ahora, tampoco he tenido tantas. Me perdí más partidos por decisión técnica, ya que Eusebio prefería contar con Charly o con Odriozola, porque yo estaba disponible. El año pasado también lo estuve en todos los encuentros de Liga menos uno que caí enfermo. Este, salvo en la lesión que tuve contra el Valencia, tampoco he tenido problemas. Estas cosas que son inesperadas forman parte del fútbol, hay que respetarlas y trabajar lo máximo que se pueda para hacer prevención en el gimnasio o donde se pueda.

La típica frase de… ‘¡pero si en el Leganés nunca se lesionaba!’.

-También creo que yo que necesitaba salir un poquito. Cuando entras en una dinámica de no estar tan contento o tan a gusto tienes la sensación de que estás obligado a demostrar que vales para jugar en la Real casi a diario y eso no es bueno para la cabeza. En Madrid maduré mucho y me hice otro hombre. Ya no pienso en que tengo que demostrar, sé lo que soy, sé lo que puedo y lo que no puedo dar, y en el campo lo confirmo. Yo voy a dar lo mejor de mí siempre y si quieren contar conmigo, ahí estaré;y si no, tendré que buscarme otro sitio (risas).

¿Tiene la sensación de que ya se ha visto al mejor Zaldua en la Real?

-Siempre se puede mejorar. Creo que empecé muy bien la temporada y esa es la dinámica que tengo que seguir. Siendo siempre consciente de que debo progresar. Al final, la pasada temporada cuando mejor me encontré es cuando llevaba jugados quince partidos seguidos. Por lo que yo voy en esa dirección, la de intentar alcanzar esa regularidad, y espero lograrla con Imanol para sacar mi mejor versión, mejor incluso que la que he mostrado hasta ahora.

Usted es el vivo ejemplo de que es más difícil mantenerse que llegar.

-Sí, está claro. Cuando debutas con el primer equipo la gente te dice que ya has hecho lo más difícil, y para nada, porque mantenerse lo es más aún. Tienes que estar al máximo porque siempre va a aparecer gente de abajo y se te puede pasar la oportunidad en cualquier momento.

¿Siempre ha sido lateral?

-Bueno, de pequeño en el Añorga jugaba más adelantado, pero cuando llegué a la Real siempre jugué en el lateral. En Zubieta hice los dos años de cadete, luego tres de juveniles, en el Sanse dos y en la tercera ya empecé a aparecer en el primer equipo.

Debutó y encantó a la afición.

-Contra el Celta, en una remontada. Acabé destrozado, por los nervios y así. Es muy bonito vivir y sentir que enganchas a la gente con tu juego. Sentirte querido es lo más bonito del fútbol. Este año estoy volviendo a percibir eso, me estoy sintiendo bien y recibir el cariño de la gente te ayuda y te da más confianza.

¿Ganas de revancha o de demostrar algo este lunes a Eusebio?

-Bueno, no soy una persona muy rencorosa. Siempre hay que sacar algo positivo de todo. Mi etapa con Eusebio no fue la mejor ni la deseada, pero también aprendes a ver el fútbol de otra manera o desde otro punto de vista. Cada entrenador tiene sus gustos y yo no era su preferido. No le guardo ningún rencor y hay que respetarlo.

¿No entendió algunas cosas?

-Sí, bueno, algunas sí que me sorprendieron, pero son parte del fútbol, son decisiones que toma uno y hay que respetarlas. Yo ya he aprendido… Si lo hubiera hecho antes, me lo habría tomado de otra manera. Pero, al final, el proceso de la vida a cada uno le llega en un momento y yo eso ya lo he pasado, ya he visto que me exigía mucho, me machacaba mucho y me comía mucho la cabeza y eso ha cambiado. Ahora me tengo que centrar en mí y entrenar bien, estar con mi conciencia tranquila porque lo doy todo, sabiendo que hay cosas que no dependen de uno.

El año pasado decía que si seguía Odriozola no iba a volver. Cambió el chip.

-Veía que con Eusebio si el año anterior no me había dado confianza estando Álvaro, el siguiente iba a ser igual de complicado si seguía, porque contaba mucho con él. Estaba muy bien y por eso ahora juega en el Real Madrid. Lo que he aprendido es que tengo que ser un poco egoísta en ese aspecto y buscar mi felicidad. El año pasado lo que tenía claro es que soy feliz, disfruto y doy mi mejor versión cuando me siento importante en un equipo y tengo minutos. Entonces lo que busco es eso.

Cuando vio que Álvaro iba a salir, constató que contaban con usted.

-Yo siempre he dicho que voy a querer estar aquí y cuando me fui al Leganés fue con la intención de volver siendo mejor jugador y demostrando a la Real que pueden contar conmigo. Luego ellos tomarían la última decisión. Loren me dijo que lo mejor para mí era que buscase una salida, porque aquí no iba a tener minutos y cuando te dicen eso no te queda más remedio que salir. Yo siempre he tenido claro que quería quedarme aquí. En ese aspecto he vuelto a casa, estoy tranquilo.

¿Hay mucha diferencia entre esta Real y la que dejó el año pasado?

-Tampoco tanta. Han cambiado algunos jugadores, pero es lo bueno que tiene la Real, que es un club que cuenta mucho con la cantera y que es muy cercano. Habiendo tanta gente de casa es difícil que se cambie. Hay vestuarios en los que hay gente de diferentes sitios en los que cada año cambia mucho la plantilla. Aquí ha habido un cambio importante, generacional, pero la mayoría de la gente seguimos siendo de aquí, con lo que eso conlleva. Conocemos el club, sabemos cómo funciona esto y el que viene de fuera se tiene que amoldar aquí y no al revés. Eso es lo bueno.

¿Se siente titular?

-No, no, no me siento ni titular ni suplente. Con Asier (Garitano) he jugado todo siempre que he estado disponible. Con Imanol también, me está dando confianza y los últimos partidos los he jugado yo. Voy a seguir en la misma dinámica para convencer de que puede contar conmigo y jugar los máximos partidos posibles.

¿En qué cree que debe mejorar?

-Defensivamente estoy bien, atacando quizás podría mejorar un poquito y es en eso en lo que tengo que trabajar, en llegar, poner buenos centros, elegir bien las situaciones para facilitar a los compañeros el remate. Sé lo que soy;más que técnicamente vistoso o bonito, soy de pelea, de constancia, de trabajo, de ganas y eso es lo que me ha llevado hasta aquí. Voy a seguir por ese camino, progresando en esos matices que creo que puedo mejorar.

¿Es difícil entenderse con Januzaj?

-Es un poco más difícil. He tenido la suerte de jugar con Xabi Prieto por delante y Januzaj es otro tipo de jugador, que te marca las diferencias. Necesita su espacio y tiene su partido en la cabeza. Hay que entenderse y en ese proceso estamos. Tengo muy buena relación con él y si le tengo que echar un par de gritos se los echo. Él está siempre por ayudar, en ese aspecto estoy tranquilo.

El belga dice que ha mejorado en defensa…

-Sí, ahí vamos (risas). Es un jugador que delante te da mucho y con lo mucho que da le podemos permitir que detrás no se esfuerce tanto. Eso a él le va a hacer mejor jugador, se va a hacer más completo, que ataque y defienda, eso también lo sabe y va a mejorar.

¿Usted mide más los esfuerzos?

-No, yo soy así. Hasta que no venga alguien y me diga Tienes que hacer esto,pues… Sé lo que me ha llevado a estar aquí, esas ganas, ese poco de desorden y de jugar más con el corazón que con la cabeza. Voy a seguir en esa línea, que es como mejor estoy y mejor me siento.

¿Cómo está su renovación?

-Hemos empezado a hablar y seguro que dentro de poco llegamos a un acuerdo. Yo ya he dicho que quiero quedarme aquí y si el club me transmite esa confianza, lo voy a hacer encantado y súper contento.

Hay un cuarto brazalete ahí…

-No pienso mucho en eso. En el Sanse y el juveniles alguna vez lo llevé. Es bonito, pero no es algo que me coma la cabeza. No soy de decir Quiero ser cuarto capitán como sea. Que sea quien ellos decidan que debe hacer ese papel y ya está. Eso irá en beneficio del equipo.

Objetivo personal y colectivo para este año.

-Personal, lo que he dicho, sentirme importante, jugar la mayoría de los fines de semana y conseguir esa regularidad que necesito para mostrar mi mejor versión. Y a nivel colectivo, acabar lo más arriba posible en la clasificación y poder dar una alegría a la afición, que será bonito y nos lo merecemos.

Tendrá ganas de jugar en Europa.

-Sí, el año pasado, por desgracia, salí. Y aunque subí en algunos partidos de la Champions, no jugué. Y es una asignatura pendiente poder jugar en Europa con la Real.

¿Ha recuperado su ‘donostiarrismo’?

-Sí, siendo de aquí, tengo a mi cuadrilla, que somos amigos desde los tres años. Llevo ocho años con mi novia y ya están diciendo que para cuándo boda (risas). Llevo una vida que, como me suelen comentar, Más que de futbolista vives como una persona normal. Pero, como suelo decir, Aunque seamos futbolistas, también somos personas. No por tener un trabajo u otro debes vivir de manera diferente. Vivo de la mejor manera que puedo, intento disfrutar. Estoy muy feliz en Donostia.

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