El Bosque de Miramón en bici

En esta ocasión, dentro del capítulo de conocer la ciudad en Bici, dirigimos a nuestros visitantes lectores al bosque de MIRAMON-MIRAMONgo basoa, un escenario natural de 628.000 m2 que gracias a las gestiones de la asociación de vecinos de de Aiete, Lantxabe, con otras colaboraciones y aportaciones ha sobrevivido a la expansión del Parque tecnológico de Miramón con sus innumerables construcciones.

Situado en una colina sobre San Sebastián, es un espacio verde, un bosque salvaje y en lugares orinoco amazónico que alberga una fauna y flora exquisita que merece protegerse y conservarse. Entre las especies arbóreas destaca su biodiversidad, y son los robles, castaños, avellanos, hayas, alisos, pinos negros, tilos, olmos, álamos, laureles y acacias, un regalo para los sentidos.

Geográficamente se ubica entre la variante donostiarra (GI 20), el Pº de Oriamendi y el Pº de Miramón (Illunbe) y su interior se desarrollan dos profundas vaguadas, surcadas por saltarinas aguas, “Pakea erreka” y “Mando erreka”, que se salvan por dos pasarelas para unir las riberas, un puentecillo que forma un encantador estanque (la historia de este puentecillo es larga y merece capítulo aparte), y una pasarela de acero galvanizada (el autor de este proyecto es Jon Begiristain Mitxelena, profesor de arquitectura de la escuela técnica de Donosti).

El conjunto de la obra en el Bosque de Miramon es responsabilidad de Lur paisajistak, de Iñigo Segurola, entidad que ganó el concurso de ideas, ideas aportadas por la vecindad de Aiete, y del resto de Donosti, recopiladas y ordenadas por Lantxabe y asumidas por el Comité Organziador Tripartito del concurso: Ayuntamiento, Parque Tecnológico y Lantxabe.

El proceso posterior fue muy largo, hubo elecciones autonómicas, el parque tecnológico cambió de gerente, y este no asumió los compromisos del anterior. Finalmente el Ayuntamiento de Donostia hubo de aceptar el recorte de casi un millón de euros que el Parque tenía que haber invertido en el Bosque. Lantxabe estudió, con un par de conocidos abogados de Donostia, imputar a los responsables de este fraude por ‘malversación de fondos’ y ‘prevaricación’, pero desistió. (Se pensó que más vale empezar por poco y que luego se defenderá el proyecto aprobado en su totalidad, momento en el que se está)

Las obras del Bosque las realizó la empresa Obegisa con el amable Roberto Menéndez al frente, y los nidos para los pájaros y refugios para mamíferos, los instaló Iñaki Jarauta, ornitólogo que ha acompañado varias veces a Lantxabe en la organización de visitas guiadas por el Bosque.

Los nuevos servicios del Bosque se inauguraron en Febrero 2017 para que tanto donostiarras como visitantes puedan dirigirse a disfrutar de la naturaleza.

Diferentes entradas dan origen a paseos a pie, con varias rutas con encanto para intimar con él. Destacan en su interior el caserío Katxola (siglo XVIII), que ha sobrevivido a otros ya desaparecidos gracias a la resitencia vecinal a su demolición.

Es museo sidrería y lagar que confecciona sidra artesanal con los que en Lantxabe llaman ‘la gente de Katxola’, un voluntarioso grupo de hombres y mujeres en ‘auzolan’. Este grupo muestra la historia y los valores de Aiete tanto a los visitantes en general como, especialmente, a las escuelas de primaria y secundaria que se acercan por el caserío. El deseo de estos responsables es que en un breve futuro se convierta en un centro neurálgico de interpretación del Bosque de Miramón, que sea además la memoria histórica de lo que era un monte con sus tierras de labranza. Del bosque se obtenían la bellota para los animales, el castaño y la leña para calentarse. Se ha reconocido que sin la intervención de los vecinos de Aiete, el parque tecnológico en constante crecimiento y la invasión inmobiliaria, el bosque tenía una corta vida

El estanque, en la erreka Pakea, ya mencionado; la zona de picnic del Culinary Center, el imponente teatro de Miramón y las torres de Arbide son otros puntos que visitaremos con la bici pues sobre las 2 ruedas todo está más cerca.

Si para los senderistas es un sitio excepcional para caminar, donde se pueden planificar hasta paseos de 2,30h, para los ciudadanos recorrerlo en Bici, es un capricho a no desaprovechar. Eso sí, utilizando únicamente, las pistas cementadas, para no dañar los caminos de tierra.

Para ello, para intimar con el bosque sobre las 2 ruedas, hemos trazado un itinerario, desde la ciudad, para aproximarnos por los “bidegorris “de la capital, y regresar por otra vía, pasando por otro Parque emblemático, el de Ametzagaiña también con valores reconocidos y así justificar el viaje, y con la ventaja, además, de que cada ciclista interesado pueda trazar su propio recorrido.

Rumbo al Bosque de Miramon

Aprovechamos la extensa red de carriles bicis de la ciudad. Desde el Auditorium Kursaal. Comenzamos ésta excursión ciclista por la ribera derecha del rio Urumea hasta el puente de la Real Sociedad (Antiguo de Hierro) para cruzar a la orilla izda que nos conduce salvando el puente de Sarasola al popular Barrio de Loiola. Tras el siguiente puente, el de los cuarteles, un ramal a la dcha, por la hípica, inicia la preciosa subida a Zorroaga, desde donde descendemos al campo de futbol de Anoeta para iniciar el ascenso-carretera de Hospitales- a Illunbe (Plaza de toros)- donde, se puede afirmar, nace el bosque de Miramón. Una gran masa verde evidencia el bosque y a continuación, por esta zona, se descubren varias puertas de entrada al Bosque, (señalética diseñada por Lur Paisajistak y que forma parte del proyecto). La carretera muy tumbada, no presenta gran desnivel ni dificultades deportivas para alcanzar la Policlínica en placentera ascensión y allí, siguiendo las indicaciones de EITB e Ikusi, al final de la carretera nace la vía de circunvalación del Bosque, un paseo incomparable y excepcional ya en su interior disfrutando de las bondades del espacio natural.

Circunvalando el Bosque

Fue la primera vía abierta en el Bosque, cuando aún no había construcción alguna en los alrededores. Es un sinuoso y magnífico trazado bien balizado que recorre las diferentes posibilidades de la laberíntica red de senderos. Salva la también primera pasarela de “Pakea erreka” y cierra el circulo en el teatro en cuyos alrededores han plantado 251 manzanos para la producción de sidra en Katxola. Una estrecha pista en lazos sube hasta el caserío, cuya visita, así como el frontón y la cercana escultura a la sidra son de obligado cumplimiento. Hay que salir al bidegorri del Pº de Oriamendi que paralelo al bosque, pasa por las cercanías de Culinary center, deriva a la izda a la policlínica y desciende por la carretera de la sede de “Euskadiko Orkestra” (indicada) hasta la entrada al Bosque por “Errotatxosarea -9-”, la primera bajando, y a la izda.

En el corazón del Bosque

Este afortunado recorrido se abrió en la regeneración, y sirve para penetrar al núcleo central del bosque en un suave diente de sierra. Atravesando la espectacular “pasarela berria”, de acero galvanizado, sobre el barranco de “Mando erreka”, y circula totalmente perdido en el bosque atlántico de robledal acidófilo de Quercus Robur, en una travesía que es una canto a la vida, se alcanza de nuevo la salida situada sobre la pasarela del estanque, y en las proximidades del ascensor del Parque tecnológico. El siguiente punto obligado, encerrado en nuevas construcciones, son las Torres de Arbide que se salvaron milagrosamente de su desaparición. Estaban en el Pº de los Fueros de la ciudad y se trasladaron, por su valor arquitectónico, piedra a piedra.

Regreso a la ciudad

De nuevo en la Policlínica, en los límites del Bosque y tras la inolvidable visita, queda retornar a la capital Gipuzkoana. Aquí cada ciclista puede emplear su fórmula, pero como novedad sugerimos este recorrido. Tras la puerta de Errotatxo, en abierto descenso y a la dcha nace una disimulada y estrecha pista que con numerosos lazos, también en el bosque, asciende hasta la urbanización de hospitales, sigue por la carretera y a la dcha (Begiristain) se toma la carretera que por Mary Ward baja a Martutene, en un retorno al pasado a un mundo rural que lucha por no desaparecer. En Martutene se toma bide gorri del Urumea que sale al puente de Txomin (Espartxo), que se cruza rumbo, salvando el Urumea, al cercano parque de Ametzagaiña en cuya cima se sitúa el fuerte del siglo XIX. Tras el santuario/convento de Uba, penetramos en el parque por la entrada meridional y por su alameda superior alcanzamos el afortunado mirador que nos asoma a la ciudad desde otro ángulo inverosímil, que con mesa de orientación ofrece un diferente, espectacular y magnífico cuadro de la urbe desde el océano pasando por el centro romántico a los ensanches y suburbios sin olvidarnos del exquisito paisaje de montañas que circundan Donostia, incluyendo sus Parques y entre ellos el de Miramón.

Por el bide gorri de Intxaurrondo Sur, Ategorrieta y Calzada Vieja se llega a la Zurriola y al Kursaal donde finaliza este incomparable circuito “El bosque de Miramón en Bici “

DATOS TECNICOS

Toda esta travesía suma 34,300 kms. Desde Illunbe (Considerando la entrada al Bosque propiamente dicho) hasta Policlinica son 2,5 Kms y hasta la entrada por Ikusi 3,7 Km.

La circunvalación del bosque desde la entrada de Ikusi son 4,10 kms.

El recorrido del Bosque, desde Illunbe y la ruta citada en el bosque hasta Hospitales, en el regreso, asciende a 16,5 kms. El resto hasta los 34,300 es la distancia contada en la aproximación y regreso. Aproximadamente 3 horas de pedaleo.

Tomado y ampliado de un trabajo de Jesus Mari Alquézar para Donosti City

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