Penúltima etapa; cabo Sunio

Un grandioso marco natural espera a la Odisea de Lantxabe que, bordeando el golfo Salónico, en un trayecto salpicado con algunas gotas de lluvia, pero espectacular, llega a uno de los marcos más bellos de toda Grecia.
El majestuoso templo dedicado a Poseidón, dios de los mares se eleva sobre una alta terraza.
Las nubes impidieron el placer de la puesta de sol, pero no el disfrute de un paisaje soberbio, rodeados por el mar Egeo teñido de diversas tonalidades de la plata
Fue un sueño de atardecer
a
La gente viajera se entretuvo también con una firma de Byron,del año 1810, en el pilar Norte.
De esta anécdota se habló en uno de los ciclos de Literatura y Cine
Los viajeros estaban maravillados ante tanta belleza, despues de haber disfrutado de auténticas joyas a lo largo del Viaje, que llega a su final

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