El papel de ‘Vías Públicas’ es abrir caminos, no cerrarlos


Se trata del atajo, en cuesta, que conecta el camino de San Juan de Dios con las inmediaciones del polideportivo de Anoeta.
El socialista Gurpegui, como concejal delegado de ‘Vías Públicas’ -delegado por el alcalde- debería ayudar a la vecindad de Errondo y Aiete, barrios que ya pagan la tasa periférica, a tener accesos a la ciudad llana, a abrir comunicación con el centro de Donosti; como han sido las medidas de movilidad, multiplicando los servicios públicos urbanos -DBus- y el ascensor/funicular y no empeñarse en cerrar caminos existentes que además resultan una clara ilegagilidad.
Esta información se cruza con esta otra ‘El Ayuntamiento de Donostia estudia estos días si mantener o no el atajo del paseo de Errondo’
Las asociaciones vecinales y deportivas han enviado una carta al alcalde, Eneko Goia, con la petición de que este camino sea acondicionado; el alcalde está analizando los pros y contras de la propuesta
La amenaza de que ‘Vías Públicas’ cerrará el acceso al camino y el que lo frecuente asume sus propios riesgos, no se ajusta al derecho público.
Si entiende, como afirma, que esa es una vía privada de uso público, sigue siendo ilegal que quede desatendida, porque es un derecho adquirido de la ciudadanía. Si el Ayuntamiento no es propietario de este camino, si fue ‘creado por un particular’ -como los de Ulía, por ejemplo-, el servicio de Parques y Jardines se ha encargado periódicamente de su mantenimiento y, en consecuencia, debe seguir haciéndolo. Se trata de un sendero estrecho, que discurre por una ladera frondosa, son los tramos en estado precario los que hay que corregir, con 250 metros de recorrido.
Como figura en esta web, escrito de hace dos días, “El Ayuntamiento no puede cerrar el atajo y está en la obligación de presupuestar su mantenimiento como hace con los demás caminos en la ciudad. Es un derecho de la ciudadanía de Aiete, incluida la de Errondo”.
Y recordaba que en las cuentas de 2008 -en aquel tiempo gobernaba Odon Elorza- se incluyó una partida económica para la mejora de esta senda, a consecuencia del proceso que se denominó de “presupuestos participativos”, aunque no se llegó a gastar.
Aun con todo, más allá del derecho que asiste a la ciudadanía, lo peor es el menosprecio que el concejal manifiesta a la gente de Errondo y de Aiete que vienen reclamando una mejora del camino para su uso más seguro.
Es una ironía sin límite -existen otras palabras en el lenguaje coloquial- y una tomadura de pelo a los que se desplazan ayudados por sillas de ruedas o a las familias con criaturas pequeñas, que el camino propuesto no cumple los criterios de accesibilidad y de seguridad necesarios. La otra frase de Gurpegi es para enmarcar «Fuera cual fuese la actuación, sería una zona de riesgo frente a robos o agresiones sexuales». Lamentable forma ‘tercermundista’ de ejercer tareas de responsabilidad de gobierno
En el ayuntamiento, los diferentes departamentos y sus equipos técnicos han proyectado soluciones de movilidad, seguras, estables, aun sabiendo que, por desgracia, algunos ciudadanos, por edad o por otros impedimentos no puedan transitar por ellos (Igueldo, Ulía, Miramon, etc).
La opción barajada más barata -256.000 euros- cumple perfectamente los criterios de accesibilidad y de seguridad necesarios.
El concejal delegado de ‘Vías Públicas’ ignora el frontispicio de Donostia como ‘ciudad del peatón’
Respecto a la afección ambiental que supondría la obra la vía propuesta mejora y amplía el valor ambiental del propio monte.
Lo que se propone es una mejora del trazado actual, ensanchando el camino a dos metros y dotándolo de barandillas, iluminación y mobiliario urbano. El coste de esta obra sería de 256.000 euros.
En la actualidad, aún en mal estado, este atajo es transitado sobre todo por gente joven ya que, aunque la bajada puede ser apta para muchas personas, la subida requiere un mínimo de forma física. Los días que hay fútbol en Anoeta es cuando se observa un mayor tránsito.

I. SÁNCHEZ

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