Aiete descubre Zorba, un clásico de la literatura que comparte el Olimpo con Ulises, Hamlet o don Quijote

El público de Aiete entre embelesado, encantado y maravillado con ‘Zorba el Griego’
Los privilegiados seguidores del ‘Ciclo de Literatura y Cine’ descubrieron en ‘Vida y andanzas de Alexis Zorba’ no sólo un gran personaje literario, también un personalidad inmensa, “tan descomunal como cualquiera de los clásicos Ulises, Hamlet o don Quijote”, como documentaron -coincidiendo en la valoración- las profesoras Lola Arrieta, en la tertulia, y Sylvia Gay, en la presentación de la película. Muchos de los asistentes habían visto la película, pocos habían leído la novela de Kazantzakis hasta la convocatoria de la tertulia; pero todos quedaron fascinados con Alexis Zorba, tras la lectura de la colosal novela y el pase de la genial película
Nikos Kazantzakis armó una novela para devolverle la vida a una persona que tenía en la cabeza desde hacía un cuarto de siglo, se propuso construir un artefacto mezclando paisajes -su Creta natal-, trama, y personajes secundarios (Bumbulina, la Viuda,…). Kazantzakis consigue una obra maestra. Y Michael Cacoyannis, capta la esencia del protagonista y logra una acertada versión cinematográfica a través del mejor Anthony Quinn.
Para alguna gente de la tertulia Zorba es en la novela la ensoñación del ‘hombre nuevo’, significa la utopía de una organización social inversa a la que nos impone el liberalismo y la sociedad de consumo, el sueño malogrado de un hombre, Kazantzakis, que en la última parte de su vida ve frustrados sus sueños, por el estallido de una nueva y despiadada guerra mundial, la segunda -el participó en la primera- y la destrucción de las esperanzas en un mundo nuevo.
Alexis Zorba es una persona ancestral, con sentido natural, entre la apariencia frívola y la sabiduría profunda de las pequeñas cosas, entre la locura gozosa y lo racional. ¿A Kazantzakis le hubiera gustado ser Zorba? El autor cretense conocía bien España, estuvo aquí varias veces, se ha editado el libro titulado España. En el ejemplar se narra como el autor visita Salamanca y al filosofo y escritor Miguel de Unamuno. Unamuno está abatido, desmoralizado. Kazantzakis le señala que ‘Al igual que como sucedió al final de la civilización greco-romana, en la etapa actual el espíritu dialéctico ha evolucionado. No creemos en el Mito. Por eso la vida languidece. Yo creo que ya ha llegado el tiempo -escribe Kazantzakis- en que hemos de crear energía nuevas para permitir que se manifiesten las profundas fuerzas creadoras del hombre’ Cuando escribía Zorba la pesadumbre de Unamuno se encarnó en él.
La gente salió de este encuentro cultural viendo en Zorba una mezcla entre el Sancho Panza materialista y el Quijote idealista, ambos pasados por el sentido creador del pueblo llano. Zorba es tierno y distante; compasivo y burlón; leal e infiel. Un personaje para el recuerdo y la emulación.
Lola y Sylvia, en su presentaciones destacaron también que junto a esta gran figura, estamos ante un relato de la decadencia, con una gran presencia de la muerte; dentro de un contexto humano y geográfico, la isla de Creta de la primera mitad del siglo XX, primario y tribal. Cacoyannis, en la película, roza la perfección en la descripción de los ambientes en la pequeña aldea, los dramáticos movimientos corales de sus habitantes en torno al degollamiento de la viuda o de la muerte de Bumbulina, las tragedias griegas que las envuelven, el miedo, los celos, la danza.
En la tertulia se debatió también del papel que Kazantzakis otorga a las mujeres de su novela. No es adecuado juzgar las obras de arte desde el punto de vista de la corrección política o desde la escala de valores actuales, pero a los ojos de la mujer de hoy, llama la atención el desdichado papel de las mujeres en “Zorba el griego”.

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