Coro Fuentes ha hecho posible el Cross del Centenario en Aiete

Parecía inviable la carrera popular con la Gimnástica de Ulia y posibilitar así celebrar en Aiete los dos centenarios, el de manual Matxain y el de la Gimnástica de Ulía. Al final se ha conseguido el milagro gracias al ímpetu colosal de esta gran deportista del barrio, del Alto de Errondo, Coro Fuentes.
Muchísimas gracias mujer excepcional.
Fuentes fue la primer mujer española en acudir a un Campeonato de Europa Junior por tener la marca mínima necesaria y también una de las tres primeras en acudir a un Campeonato de Europa absoluto.
Tras bajarse de los tacos, Fuentes decidió seguir ligada al atletismo, en concreto a la Gimnástica de Ulía, y aún hoy sigue cerca del tartán apoyando a los más jóvenes a llegar a la élite; a nosotros nos dijo que tiene claro que más que atletas, tienen que formar personas.
A esos chavales y a ella, los tenemos el jueves entre nosotros.
La deportista batió 17 veces diversos récords de España, muchas veces que ella misma poseía por lo que fue elegida mejor atleta guipuzcoana en los años 1969 y 1970. Sus récords están divididos en categorías tan diferentes como los 400 metros, los 800, los 1.000 y los 1.500.
Coro Fuentes celebra este 2017 sus bodas de plata en la Gimnástica de Ulía donde, junto con José Antonio Pla y Gabi Izagirre puso en marcha la escuela de atletismo de base. “En 25 años imagínate la de niños y la de atletas que han llegado a pasar por mis manos. Y llegar a conseguir que, te veas donde te veas, con todos te digan: ¡Qué recuerdos, Coro! Eso me llena a mí de alegría y una grandísima satisfacción”. ¡Y bien que se lo merece!

Su filosofía como entrenadora “Para mí es una escuela de personas. Mi lema ha sido siempre ese. Porque normalmente la buena persona es buen atleta, buen estudiante, buen compañero. Para mí, es lo principal que he conseguido con este equipo”.
Y ella, podemos dar fe, es el mejor ejemplo.
Cuando a los chavales les da pereza salir a correr viernes y sábado, ella les dice “yo hacía semifinal de 400 a la mañana, la final a las 13.00 horas, a la tarde 800 y luego, a lo mejor, me metían en un 4×200. Te parece, ¿hacemos la prueba?”, cuenta entre risas.
Sus palabras, sus gestos, su sonrisa acompañan a lo que dice. Realmente lo siente. Lo que hace es totalmente pasional. Vive con pasión el atletismo y su preparación también. Tuvimos ocasión de comprobarlo.
Quedó impresionada con la visita al caserío Katxola y prometió venir el 21 de este mes, sábado, cuando se hace el prensado de la manzana.
Lo que queda claro es que su pasado como atleta la ayuda a la hora de entender cómo se sienten los chavales cuando están a punto de participar en una prueba. “Al haber estado toda mi vida en competiciones como atleta es como entiendo cómo de nerviosos se ponen los críos. ¿Cuándo se quitan? Nunca”.
Y así los ve para la competición del 12 en Etxadi-Katxola. Y puso mucho empeño en que cada categoría tuviera su trofeo-copa y que además fuera para los dos sexos, aunque haya categorías en las que las chicas queden por delante de los chicos. Saber hacer. Saber primar. Saber potencias a las corredoras desde el principio.
Y nos decía que estas noches no dormía pensando en la carrera del próximo jueves.

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