Lantxabe, Canareggio, Venecia, Tintoretto

La organización del viaje de Lantxabe, en Venecia eligió el sestiere de Tintoretto -Canareggio- como lugar de descanso y pernocta

Los viajeros pasaron cuatro días, del total de 14 que duró el viaje, en Venecia, y no hay palacio, museo o iglesia que no acoja obras del artista, que nació, trabajó y murió en esta ciudad tan hermosa como irreal y que inspiró a uno de los pintores más originales e innovadores de la Historia del Arte

Entramos en Venecia por la Plaza de San Marcos, inundada de millones de turistas Pero la Serenísima en el sestiere (barrio) de Canareggio es otra bien distinta. Aparece una Venecia ensimismada, misteriosa, con mil rincones por descubrir, con sólo las pierns como forma única de desplazamiento, no se ve vehículo alguno -ni papel en el suelo por cierto-, canales y puentes, una encrucijada, un tablero de ajedrez. Es la Venecia donde vivió, trabajó y murió Tintoretto (1519-1594), uno de los pintores más fascinantes de la Historia del Arte, que conformó, junto a Tiziano y Veronés, la santísima trinidad del Cinquecento italiano. Está tan ligado a esta ciudad que dicen que, si amas Venecia, amas a Tintoretto y, si la odias, lo odias también a él.

La gente de Lantxabe, organizada desde Donosti, descubrió sus paisajes venecianos.

El sancta sanctorum de Tintoretto es la Scuola Grande di San Rocco, considerada, no sin razón, la Capilla Sixtina de la pintura veneciana. Es la mejor conservada de las seis grandes escuelas de la ciudad –asociaciones de carácter religioso, creadas para asistir a pobres y enfermos–. Para hacerse con este proyecto, el artista compitió con maestros de la talla de Veronés, Salviati, Schiavone y Zuccaro.

La mejor pintura del mundo

La Scuola Grande di San Rocco acoge 67 obras del artista, pintadas entre 1564 y 1588. En la planta superior se halla la citada Sala dell’Albergo, presidida por una espectacular «Crucifixión» (mide más de 5 metros de alto por 12 de ancho), la mejor pintura del mundo, según El Greco, su gran discípulo, y Rubens. Tintoretto tardó poco más de dos años en decorar esta estancia. La impresionante Sala Superior está decorada con escenas de la vida de Cristo (paredes) y del Antiguo Testamento (techo). La Sala Baja es la de mayor dramatismo, con pinturas como «La masacre de los inocentes», considerada «el «Guernica» de la pintura veneciana», o la «Anunciación» más original de la Historia del Arte, en la que el arcángel penetra literalmente por la arquitectura. También hay pinturas del artista en la iglesia de San Rocco, anexa a la Escuela.

La expedición de Aiete visitó La Galería de la Academia

El museo exhibe algunas de las obras maestras del pintor

Entre 1548 y 1563 Tintoretto pintó varios lienzos de gran tamaño con escenas de la vida de San Marcos. Algunos, realizados con su hijo Domenico, se hallan en la Scuola Grande di San Marco, patrón de la ciudad. Otros cuelgan en la Galería de la Academia, la principal pinacoteca de la ciudad; aunque algunos acudieron al reclamo de «La tempestad», de Giorgione, que da cuerpo al tríptico de Lantxabe: Paseos por el Noreste de Italia, parafraseando a Stendhal.

En las salas de la Academia se pudieron ver dos de las obras maestras absolutas de Tintoretto. Una de ellas es «San Marcos liberando al esclavo», conocido como «El milagro del esclavo», de 1548. Su audacia, la transgresión de las convenciones clásicas y su carácter provocador supusieron el punto de no retorno de la pintura veneciana. Junto a él se exhibe «El traslado del cuerpo de San Marcos», un cuadro extraño, con una atmósfera fantasmal.

Tintoretto, aunque su verdadero apellido es Comin, ha pasado a la Historia con uno de sus dos apodos: Tintoretto (era hijo de un tintorero de paños de seda). El otro es Robusti (cuentan que era bajito, pero fuerte y con mucho carácter).

La expedición se detuvo en el Palacio Ducal, una de las señas de identidad de Venecia, junto a la Basílica y la Plaza de San Marcos. El edificio sufrió un espectacular incendio en 1577: se perdieron importantes obras de Tiziano, Giorgione, Bellini… En la Sala del Consejo Mayor, sobre el trono del Dux, había un gran lienzo de Guariento. Para decorar la pared más emblemática de Venecia y pintar el mayor lienzo del mundo (7 por 22 metros) se convocó un nuevo concurso, del que Tintoretto salió de nuevo victorioso. Aunque lo ganaron Veronés y Bassano, la muerte del primero facilitó que Tintoretto pintase finalmente «El Paraíso».

Muchas iglesias de Venecia cuentan con obra del pintor pero, si hay una vinculada estrechamente a Tintoretto, ésa es, sin duda, la de la Madonna dell’Orto, en el barrio de Cannaregio donde se alojaron los viajeros, fuera de las rutas turísticas de los turoperadores, sestiere expresamente buscado por las organizadores del viaje, Lola Arrieta en colaboración con Leire Hermoso, de Travel Brand. Es la iglesia parroquial de Tintoretto. A ambos lados del altar, dos gigantescas telas, de 14,5 metros de alto: «El Juicio Final» (su particular respuesta al de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina) y «La fabricación del becerro de oro». Otras obras suyas en el templo son «La presentación de la Virgen en el templo», «La aparición de la Cruz a San Pedro»… En una austera capilla a la derecha del altar está enterrado Tintoretto, donde apenas hay una sencilla lápida, un busto del artista y flores.

El artista vivía muy cerca, en una casa situada en el número 3 de Fundamento dei Mori (no se puede visitar, aunque si fotografiar y reconocer por la placa que hay en la fachada).

Puro cine

Una de las más bellas iglesias de Venecia que visitaron los peregrinos es San Giorgio Maggiore, obra cumbre de la arquitectura de Palladio -otro descubrimiento del grupo de curiosos del arte-. En la capilla de los muertos cuelga «La deposición del cuerpo de Cristo», el último cuadro que pintó Tintoretto.

Pero las viajeras y viajeros guardan en la retina una insólita «Última Cena». Una composición cien por cien cinematográfica: escorzos forzados, espléndidos claroscuros… (Literatura y Cine, es el título general de los decanos Ciclos de Lantxabe), en este caso se da una vuelta de tuerca: literatura, cine, pintura). Tintoretto hizo más de media docena de obras con la misma temática.

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