Es un asunto de conversación y enfado en el barrio.

Venimos denunciando a algunas personas dueñas de perros, o empresas encargadas de su custodia, que los dejan sueltos en el caserío Katxola, hoy renovado Centro de Interpretación del Bosque, para que en sus alrededores de hierba y parterre, hagan sus necesidades.

Lo mismo podemos decir de las zonas verdes de Etxadi, de Bera-Bera, de la nueva plaza de Munto, incluida la pista destinada a la toka.

El otro día compartíamos esta preocupación en el Bar Munto-Berri unos cuantos vecinos, algunos de los cuales habías sido amenazados por dueñas o dueños de chuchos.

Como se sabe el Bar Munto Berri (y el Cuélebre) están en la plaza de Otxanda.

La plaza dispone de zonas ajardinadas con hierba, muy buenas por cierto… nos escribe un vecino-. Y continúa el colaborador

“El problema es que parte de la sociedad que tiene perros no es madura, es irresponsable y …

Los perros defecan continuamente en dichos jardines, los niños como es lógico juegan en ellos y pisan y se caen en dichas defecaciones

No hace falta que describa las consecuencias de ello.

Se trata de un tema general en toda la ciudad” -como indica la foto de denuncia en el DV-

El coautor de estas palabras añade que “No vendría mal pedir al ayuntamiento que aplique de una vez por todas el seguimiento mediante análisis de las defecaciones de los perros y sus posteriores multas ejemplares a sus dueños. Pero claro no es políticamente correcto”.

Y sugiere “que se pida al ayuntamiento al menos la colocación de carteles en las zonas de hierba prohibiendo las defecaciones de perros.

Vuelvo a insistir en que se trata una medida de seguridad sanitaria para los NIÑOS sobre todo”.

La gente del barrio está encendida contra la vecindad que no recoge las defecaciones de sus mascotas.