Kamikatsu renunció a la construcción de dos plantas incineradoras de residuos

Kamikatsu es un pueblo japonés que recicla prácticamente toda la basura que hay. Se encuentra situado en la Prefectura de Tokushima, en una isla del oeste, entre Hiroshima y Kioto. Aquí no existen los contenedores ni los camiones de basura.

Cada habitante es responsable de llevar sus residuos a los centros de estación de recogida. Esto supone un ahorro importante para Kamikatsu.

En 2001 renunciaron a la construcción de dos nuevas plantas incineradoras de residuos, algo que estaba subvencionado por el Gobierno estatal, y en su lugar comenzaron a tomar medidas alternativas y que han triunfado.

Una de las peculiaridades fue la de instalar un Centro de Intercambio, un lugar donde los habitantes dejan lo que ya no quieren y pueden llevarse cosas que otros vecinos han depositado. Por ejemplo si un vecino no va a utilizar más su vieja plancha, puede hacer un trueque por un cargador de móvil.

34 categorías distintas

Además, el 90% de todos sus desechos son reciclados en un total de 34 categorías diferentes. El objetivo es que en el año 2020 se alcance el 100%. Con el dinero recaudado al reciclar, el municipio ha podido poner en práctica diferentes subsidios para la compra de materiales o bonos de comida. Una forma diferente y ecológica de obtener recursos para repartir posteriormente entre su población.

En el centro de recogida de residuos, en la zona de papel, por ejemplo, hay contenedores específicos para revistas, periódicos o cartones. Todo perfectamente dividido.

Ya sabemos que Japón, en este sentido, es diferente al resto. Allí, por ley, los negocios están obligados a reciclar y tienen los sistemas de clasificación de residuos más potentes del mundo.

Escrito por Javier Jiménez

Un comentario en “Kamikatsu renunció a la construcción de dos plantas incineradoras de residuos

  1. Patxi

    Si el reciclado eficiente está resuelto con el sistema de cierre de la incineradora, esto condiciona todo el sistema a la incineradora, es empezar la casa por el tejado.
    Ahora entiendo por qué en Gipuzkoa Carlos Ormazábal contrató los dichosos swaps que tanto daño han hecho a la hacienda guipuzcoana; o por qué robaron el ordenador de GHK y le borraron 69.000 archivos.
    Ahora entiendo que para llegar a un mínimo de eficiencia energética al lado de la incineradora coloquen la cárcel.
    Ahora entiendo también por qué las infraestructuras que estaban previstas en el Pigrug,(2002-16, plan integral de gestión de residuos urbanos de Gipuzkoa) plan redactado por los mismos mandatarios del PNV, en concreto, dos plantas de compostaje y una TMB no las hayan hecho.
    Ahora entiendo lo de ir en contra de cualquier sistema eficiente de recogida, sea mediante el puerta a puerta o mediante contenedores pequeños como tenían en Tolosa.
    Por todo lo que he dicho los guipuzcoanos estamos pagando una factura terrible por llevar los residuos hasta Santander. Es cierto que los actuales mandatarios de la Diputación de esto le echan la culpa a los anteriores por cerrar los vertederos como si nada de lo que yo he citado aquí hubiera ocurrido. Pero lo cierto es que si en vez de construir la casa por el tejado como han hecho en Bizkaia, a la necesidad de reciclaje se le hubiera hecho frente de forma eficiente, además de no saltarnos el principio de prevención de la salud con la incineradora, no tendríamos que pagar el dineral que vamos a pagar.

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