Nos alegra compartir con  Ramón Etxezarreta el significado de  Cultura.

Opinamos que las asociaciones con fines culturales no las crean sólo las grandes corporaciones de interés, sean de orden económico o político, sino también, y quizás principalmente, asociaciones modestas, con recursos económicos insignificantes, pero con afán de lograr que el trabajo cultural sea verdadero, se renueve, guste y sea portador y creador de iniciativas permanentes.

Ramón ha entendido a fondo, el sentido de los Ciclos de Literatura y Cine que dirige Lola Arrieta, desde hace doce años. En el ciclo actual,  la narración que se verá en la tertulia de mayo es “Las gafas de oro” de Giorgio Bassani, el libro segundo de la novela de Ferrara. Ramón al titular “con gafas de oro”, su columna de hoy, en el Diario Vasco,  ha identificado la esencia de este ciclo cultural, en el que se trata de leer (la novela), ver y oír (el cine) y ver y tocar (la obra de arte en el propio Ferrara). El próximo jueves día 6, tenemos la tertulia sobre “La Cartuja de Parma” del genial Stendhal, traducida por la inmensa Consuelo Berges (1900-1988)

Consuelo con su tesón y extraordinaria vitalidad fue la primera en conseguir que los editores pagasen a los traductores en regalías porcentuales, al igual que hacen con los autores, porque, efectivamente, tanta importancia tiene para el éxito de una obra su fiel traductor como su propio autor (y esa es una de las cuestiones aprendidas a fondo en estos ciclos).

Pues bien, Ramón trabaja como traductor en la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Nacido en Urrestilla en 1954, -un pueblo que imprime carácter- soñaba con ser cura y a los diez años se fue a estudiar al Santuario de Javier, donde vivió innumerables aventuras junto a su gran amigo Joxe Arenas.

A los 15 años se marchó a vivir a Donostia, donde realizó sus estudios universitarios y comenzó a interesarte por el euskera, la política y los movimientos sociales.

La faceta más conocida de Ramón ha sido la de político, primero en Euskadiko Ezkerra y después en el Partido Socialista.

Pero nos interesa, sobre todo, su trayectoria como escritor, como persona de la cultura. Y, como se demuestra en la columna escaneada a la izquierda, de eso, de la creación en el mundo cultural, detrás de su modestia y socarronería, ¡Vive dios!, que Etxezarreta tiene demostrado mucho saber.