El caserío katxola y la sidra (PANEL)

El caserío Katxola Berri se fundó durante el segundo cuarto del siglo XVIII segregándose de los pertenecidos del viejo caserío Katxola, que a partir de entonces comenzaría a llamarse Zaharra. Nació como una vivienda al servicio del mercado y la clientela urbana de San Sebastián, La apuesta fundamental de los propietarios fue diseñar el edificio como una gran máquina de transformación en la que casi la mitad del volumen construido estaba dedicado al lagar para abastecer de sidra a la ciudad.

torres de arbideEste lagar seguía el modelo mecánico de presión directa que se había comenzado a difundir en el País Vasco a mediados del siglo XVII, Este artilugio, que sustituía a los viejos lagares de viga, era un mecanismo de dimensiones más reducidas que sus predecesores, y por tanto con me-nos capacidad de producción.

El caserío Katxola siguió funcionando como una simple granja familiar que ocasionalmente vendía sidra y otros productos en el mercado donostiarra hasta mediados de la segunda década del siglo XX, cuando su propietario, Serapio Erdozia Azkune, decidió convertir la casa en una sidrería abierta al público que funcionó con gran éxito hasta la Guerra Civil española. Después la planta baja volvió a llenarse de vacas de leche y la casa languideció hasta su traslado final dentro del ámbito del Bosque de Miramon.

Desde 2003; la Asociación de Vecinos Lantxabe de Aiete gestiona el caserío por cesión municipal. L planta baja actúa a modo de museo vivo de la sidra. Se celebran tres fiestas relacionadas con la actividad sidrera, la recogida de manzana, el txotx y el descorche.

Para potenciar y dar mayor coherencia al caserío Katxola en las laderas adyacentes se han plantado 250 ejemplares de manzanos de sidra. Se trata de árboles injertados en pie franco, como se hacía antaño, y esto da pie a que los manzanos vivan más de 100 años y se conviertan en grandes árboles con inmenso potencial de producción de manzanas para la elaboración de la sidra.

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