Y Manuel Matxain entró en la Casa de Cultura

Con el homenaje del miércoles 12 y el apoyo de la apretada ciudadanía de todas las gentes de Aiete y parte de la ciudad, la Casa de Cultura de Aiete empieza a ser Matxainene, la casa de Manuel Matxain.

Todo estaba preparado en la plaza de Munto. La plaza de Munto misma estaba preparada, diseñada, creada para el homenaje a Manuel Matxain. En el diseño participaron decenas de vecinas y vecinos, el punto final lo puso Imanol Itrurria, de obras y proyectos del ayuntamiento. Al frente del equipo constructor de la plaza Javier Cuadrado. Aparejadores, obreros de la construcción, jardineros, restauradores, técnicas del museo de San Telmo, decenas de personas fueron poniendo pieza sobre pieza, hasta tener a punto la plaza para el gran día del centenario. El propio alcalde vino a inaugurarla por invitación de la vecindad.

En los días precedentes lució el sol, la mañana del 12 empezó fría pero soleada. Jugamos a la Toka con placer, en recuerdo del mejor tokalari de todos los tiempos, se hicieron Auzobertsolanean en la ACD Aiete. Para el miércoles, se pronosticaba lluvia para las cuatro de la tarde, pero no aceptamos la contrariedad, estábamos seguros, el tiempo respetaría nuestros meses de trabajo, las clarisas y Manuel saldrían a rescatarnos, no queríamos ni pensar en la posibilidad de tiempo adverso, a las dos se trajeron más sillas de la parroquia para que todo el mundo pudiera escuchar cómodamente sentados los bertso saio, ampliando los extensos asientos diseñados para la plaza.

Contra nuestros deseos, sin embargo, a las cuatro menos cuarto empezó a chispear y poco después a llover finamente. A los organizadores no les quedó otra opción que la alternativa prevista: la Casa de Cultura

La imaginativa celebración coral, en los jardines del palacio hubo que hacerla bajo paraguas, como se dice en entrada anterior. Otros actos culturales han tenido un eco de ciudad más amplio, pero son celebraciones como la que compartimos en Aiete, las que construyen la Donosti popular y dejan un recuerdo grabado en los donostiarras.

Por tanto, la Casa de Cultura estaba reservada en caso de temporal, pero nunca pensamos podíamos necesitar, era un por si acaso…que a toda organización responsable ha de exigirse…y menos mal.

Eider, técnica del centro cultural, se encargó de abrir, de par en par, las puertas de la Casa. Seguro que Manuel les hubiera dado un enorme abrazo de agradecimiento.

Vimos claro, especialmente al terminar el acto, Manuel Matxain quería entrar en la Casa de Cultura del barrio. El no pudo ver, ni siquiera imaginar, más, cuando desde las ventana de su casa vía desfilar y formar la guardia de los grises oscuros militones franquistas.

Si embargo, el sueño de la actual Casa de Cultura cabe en la cabeza de Manuel. Una cosa así le hubiera confortado, especialmente los últimos años de su vida de tertuliano y creador cultural.

El miércoles, Matxain vio que esa era la gran oportunidad para estar en el palacio recuperado para la ciudadanía, -reservamos la sala Ghandy del palacio pero nos la cambiaron por el salón del Centro Cultural- probablemente Manuel Matxain, hubiera preferido este escenario de homenaje

Así lo corroboraron los dantzaris, bertsolaris, presentadora, gai jartzaile y, sobre todo, el público asistente que abarrotó la sala y que se sintieron goxo goxo, cosa que no hubiera sucedido a la intemperie.

No hay mal que por bien no venga

Con el homenaje del miércoles 12 y el apoyo de la apretada ciudadanía de todas las gentes de Aiete y parte de la ciudad, la Casa de Cultura de Aiete empieza a ser Matxainene, la casa de Manuel Matxain.

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