Andre Gide esta tarde en Aiete

ANDRE GIDEEl primer autor que vimos en el actual ciclo De Eros y Afrodita fue Oscar Wilde. Oscar y Andre Gide se conocieron en Argelia, corría el año 1894. Andre, posteriormente, comenzó a reconocer su orientación homosexual. En 1896 fue alcalde de La Roque-Baignard, una comuna en Normandía.

No será hasta el final de la Primera Guerra Mundial cuando sus obras alcanzan gran renombre.

En la década de 1920 Gide se convirtió en inspiración de escritores como Albert Camus, Luis Cernuda y Jean-Paul Sartre. En 1923 publicó un libro de Fiódor Dostoievski, -autor que leeremos en la próxima tertulia.

A partir de 1925 comenzó a pedir mejores condiciones para los criminales. En ese año publicó Los monederos falsos (Les Faux-monnayeurs en francés), la novela de la tertulia de esta tarde.

Esta novela es considerada hoy en día como una de las más significativas de siglo XX, precursora de movimientos literarios como el Nouveau Roman, y en 2010 se adaptó a la televisión.

En 1933 colaboró con Ígor Stravinski en un ballet, Persephone.

En 1947 fue ganador del Premio Nobel de Literatura.

Falleció el 19 de febrero de 1951 y al año siguiente, la Iglesia Católica incluyó sus obras dentro del Índice de libros prohibidos.

Que todas sus obras estuvieran incluidas en el Índice de libros prohibidos era cierta parte de la juventud matrícula de honor con premio extraordinario. André Gide y sus Nourritures terrestres se convirtieron en una guía vital (y sensual) Fue considerado en su época “el contemporáneo esencial”, es decir aquel cuya vigilancia y referencia establecía el control moral de la actualidad.

No es fácil decir cuáles pueden ser los escritos de Gide más atractivos para el lector actual ¿Los monederos falsos? Una novela creada minuciosamente, que multiplica los personajes, los puntos de vista narrativos y las intrigas secundarias y diversas alrededor de una historia central ¿Si la semilla no muere? ¿la emocionante Así sea? ¿el oceánico Diario? Los grandes diarios de los literatos franceses (el de Jean Renard, el de Paul Léautaud, el de Paul Morand y desde luego el de André Gide) fueron los antecedentes de los blogs actuales.

En el suyo Gide acertó a expresar su ideal artístico (“Las cosas más bellas son las que inspira la locura y escribe la razón”) o su personalidad : “No soy más que un niño que se divierte, doblado de un pastor protestante que le aburre”.

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