Literatura y derechos humanos en Aiete

TERTULIAEn el 67 aniversario de La Declaración Universal de los Derechos Humanos, (documento adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 en París) la tertulia sobre la novela de Milan Kundera “La insoportable levedad del ser”, dinamizada por Lola Arrieta, se celebra en el salón del palacio de Aiete dedicado a los Derechos Humanos.

¿Es casual la coincidencia de estos dos sucesos? Kundera escribe un tratado sobre la materia en la novela leída y debatida.

Quizás cultura y derechos humanos vayan juntos, agarrados de la mano.

Sobre derechos humanos Alma Blanco Cazorla escribe

¿Derechos humanos? ¿Derecho a qué? ¿Quién tiene eso? ¿Quién se los da a mi hermana y se los quita a esta niña y su madre? ¿Quién lucha por eso? ¿A qué nivel? ¿Dónde? No tengo ni idea de cómo sería un mundo con derechos humanos hablando desde un pais cualquiera del Sagel. Sé lo terrible que es un mundo con absolutamente ninguno. Da miedo, pánico, duele y te destroza a cada segundo.

Tendrían que existir para mi hermana pequeña del mismo modo exactamente que para la niña que tengo en acogida con malnutrición aguda severa porque su madre hace meses que no le da algo de comer. No sabe que su hija tiene que comer proteínas y que no vale sólo con arroz cada día. Todo ello después de transmitirle el virus del VIH porque no tuvo acceso a una consulta prenatal. Es algo que no existe, no tuvo esa posibilidad.

Tampoco la madre entiende mucho cómo cuidar a su hija. Tiene una malnutrición crónica y no sabe francés (uno de los idiomas oficiales en su país), leer ni escribir porque jamás supo lo que era un colegio. Alguien la dejó embarazada contagiándole un virus que ella no entiende, que no cree que tenga, a pesar de haber recibido las explicaciones de mucha gente. Parió sola en una casa hecha con hojas en mitad de la selva (mungulu), nadie la enseñó nada, todo fue instintivo.

Lo único que puedo pedir en el Día Mundial de los Derechos Humanos es que no se olviden, que cada uno coja la lista y los recuerde, siempre.

A pequeña escala, espero que luchemos entre todos para que existan, para que la pequeña los estudie en el colegio, para que nuestros hijos, sobrinos, nietos… sean conscientes de que existen y que son universales.

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