Nos encomendamos a Mars Sylvanus, el protector de los bosques

NUEVA PASARELA DIBUJADASi hace unas semanas citábase el parto de los montes como fábula de Esopo (siglo VI a. C.) ejemplo actual de lo que costaba sacar a concurso los pliegos de convocatoria para las obras comprometidas y aprobadas en el Bosque de Miramón.

Si entonces chocaba que a esos pliegos se le vayan añadiendo cláusulas nuevas, como las que se referían a la defensa de la igualdad de la mujer en los procesos de contratación (un proceso sin precedentes y, además, largo y tedioso, al parecer).

Si rezamos a Martitzena -el martes bizkaino- para que algunas “cosillas” que faltaban, y que tienen que ver con el departamento de contratación, se resolvieran para el martes día 20; nuestros incrédulos rezos no causaron efecto y, por suspicaces, dicho departamento ha añadido una “cosilla” más: el informe geológico del terreno a dónde irá anclada la pasarela.

Ahora la pelota ha vuelto a Jon Begiristathis HTML class. Value is 41in, el arquitecto que ha diseñado la pasarela del Bosque, en el proyecto de Lur Paisajistak.

Ya no esperamos impacientes a los martes, a martitzena, que suena muy bien, más próximo al Marte, dios de la guerra, hijo de Júpiter y de Juno. A Marte se le representaba como a un guerrero con armadura y con un yelmo encrestado. El lobo y el pájaro carpintero eran sus símbolos. Era marido de Bellona y amante de Venus, como lo fue Tanháuser, que hace poco pudo verse en Donostia. Marte tuvo dos hijos: Fuga y Timor. La Fuga representa la inhibición de las autoridades municipales en un proyecto tan importante para la ciudad y que dice mucho del índice de preocupación por el 2016. Timor, sin R, es lo que han hecho los de la Red de Parque tecnológicos construyendo SU pasarela a costa de la rehabilitación del Bosque

Marte es patrón de muchas ciudades y de tribus como la de los sabinos y los etruscos, quizás también de los gascones

Pero a nosotros nos interesa especialmente, Mars Sylvanus, el protector de los bosques, nuestra referencia para Miramón, a él nos encomendamos. Los enemigos del Bosque, temblad

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