La larga esperanza del Bosque olvidado

CAMINILa erreka Pakea es un afluente del Urumea, al que llega de forma soterrada, por debajo de los aparatos de la nueva Amara (deportiva) que no invita a realizar un paseo por su orilla, salvo que lleves un buen calzado y un avispado txakur.

Nace en Oriamendi; antes se pensaba que era una fuga de agua de Oriaventa pero cuando se trasladan los depósitos -presupuesto 3 millones de euros, gastados 5 millones a costa de la rehabilitación del Bosque Natural- la erreka sigue manando, hasta hoy. Con el agua de la erreka, si ha llovido mucho, se llena el estanque próximo al anfiteatro, debajo de la gran pasarela, pero si como ahora, en este soleado y suave otoño, lleva mucho tiempo sin llover, el estanque se seca y está horroroso.

El proyecto de Lur Paisajistak subsanará definitivamente este problema porque se impermeabiliza el terreno. (La gente no sabe el proyecto que había para esta zona, lo contaremos otro día). La Pakea, y su hermana la erreka Manda, atraviesan todo el Bosque de Miramón. Su mayor belleza está medio escondida en sus primeros metros de recorrido, pero todo él es áspero, aunque con un bello y característico sonido. (En esta web se puede oír). Es la típica erreka entre zonas de roble y pino, y un tipo más variado de riqueza forestal más adelante. Pero por los caminos que la circundan es una excursión sencilla porque apenas presenta desnivel y ofrece variedad de bosque y fauna.

Los amantes de la fotografía encontrarán motivos para detenerse cada poco tiempo. La naturaleza exhuberante del entorno cautiva a los visitantes. El Bosque no está masificado. Los cazadores y otros, lo utilizan mucho para desahogar a sus perros; Lantxabe pretende que cada vez más gente lo conozca y lo visite, sobre todo los fines de semana. La ruta va a quedar bien señalizada con el proyecto de Lur Paisajistak, con balizas y paneles explicativos que sirven para adquirir un conocimiento del Bosque.

Por arriba de las errekas, en lo que llamamos cota 85, el camino es ancho y asfaltado, por él pueden pasear desde niños de 3 años, hasta personas mayores de 90. Para eso se diseñó. En su mayor parte existen varios senderos alternativos que nos permiten desviarnos de la “cota 85” y descender a la vera de la erreka. Ahí es donde apreciaremos de verdad el encanto del Bosque y la regata que avanza de forma saltarina. El Bosque, además, tiene particulares condiciones microclimáticas. El frescor y la humedad quedan retenidos en el fondo de la garganta, lo que da lugar a una plural y apretada foresta.

En el Bosque existen varios pic-nic para comer un bocata o poner una barbacoa (lo que llamamos el botánico, próximo a las torres de Arbide y el merendero que está cerca del BCC)

Cuando se implemente el proyecto de Lur Paisajistak, mejorará la accesibilidad y visibilidad del Bosque. Se presentarán a los usuarios varias entradas que les permitirán un paseo circular, paseo que pueden adaptar a sus necesidades u objetivos. Entradas y salidas por Katxola, el BCC, el museo de la ciencia, la policlínica, Illumbe (Errotatxo), torres de Arbide (Mikeletegi). Este paseo puede ser parte de otro en el que se incluyan los jardines del paseo de Aiete o de Puio.

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