Empieza la obra de la plaza de Munto, recuperemos las ideas propuesta por la vecindad.

wwwwEl 12 de febrero del 2013 Munto quedó reducido a un montón de escombros. Muchos vecinos confiesan que asistieron a su derrube con el corazón encogido. «El primer impacto de la piqueta de Hyundai en las paredes del caserío fue como un puñetazo en nuestros rostros». Es una de las reacciones tristes y poéticas porque el sentimiento generalizado es que el derrumbe de este emblemático caserío no hace más que debilitar el peso de la tradición del barrio de Aiete, que tenía en Munto una de sus principales referencias.

¿Qué contenían aquellas paredes cerradas a cal y canto?

Muchos donostiarras recuerdan el caserío Munto como merendero, como pista de baile, y como “universidad”, como recordaba en alguna entrevista el bertso-papera Manuel Matxain. Era la referencia en los domingos por la tarde para muchas cuadrillas de los confines de la ciudad. ¡Cuántas alegrías y confidencias guardaban sus paredes!

Munto, Katxola y el palacio de Aiete, guardan la historia del barrio, que lo es también de la ciudad.

Arruinado el caserío, se hizo una reunión en la Casa de Cultura de Aiete convocada por el gobierno municipal, para tratar la situación del caserío Munto. Asistimos a la reuniónlas asociaciones del barrio y demás vecinos

En aquella reunión se quiso hacer un último esfuerzo para que el recuerdo de Munto fuera algo más que una placa, y se pidió al ayuntamiento –lo pidió Lantxabe y logró el consenso pleno- que quedara un resto del caserío que formara parte de una plaza pública de uso ciudadano, lo más bella que se pueda, contando con técnicos y expertos capaces de conseguirlo, asunto este que no nos parece difícil lograr y del que existen precedentes en nuestra ciudad y en otras cercanas (y lejanas).

Una vez que el edificio en ruinas de Munto dejó de ser un peligro para la seguridad ciudadana, nos tomamos un tiempo para que la plaza resultante sobre el solar fuera una plaza pública, lo más útil y confortable posible, que, además, el barrio necesita.

Lantxabe puso en marcha un concurso de ideas para ver cómo hacer la plaza. La participación de la vecindad de Aiete sobrepasó todas las expectativas, tanto desde el punto de vista de la cantidad, como de la calidad de las propuestas. Una de ellas fue aprobada por los técnicos municipales como proyecto de plaza definitiva.

Esperábamos que el vallado que impedía el acceso al solar no durara tanto tiempo, ni que el espacio de la finca quedara sumido en tan escandaloso abandono.

Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, pero preferimos llegar a la ventura a su debido tiempo, sin demoras incomprensibles.

Pero por fin el proyecto de LHAIA, el que ofrecía una visión más integrada con el concepto de plaza nueva formando parte de un proyecto global que sería la boulevarización del paseo de Aiete, como eje vertebrador del barrio, iniciará su aplicación la semana que viene. Un proyecto complementado por las ideas del proyecto de Landakin soportado en el pliego de convocatoria del concurso, como ya hicieron en el consurso de ideas del Bosque de Miramón. Los elementos más originales de Landekin fueron su propuesta para la zona recreativa y la fuente en la bodega -la idea se mantiene-. Un tercer proyecto básico fue el de Ignacio de la Hera, que reproducía a tamaño real el antiguo caserío pero soportado en estructuras metálicas y sus sombras, facilitadas por las enrededaderas que tapizarían el armazón metálico.

Los tres proyectos corrían a cargo de jóvenes arquitectos aietearras.

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