Miguel Gallastegi y las malvices del Bosque de Miramón

mmmmmEsta mañana, en la plaza Pakea, entre Miramón y Aiete, Miguel, como hace a diario, estaba descansando acompañada de su hija.

Era el Miguel tan gratamente humano que conocemos. Una bendición de persona.

En la misma, plaza el equipo de ¡Vaya Semanita!, grababa sus sketches para el programa de este jueves.

Con Miguel hablamos del canto de las malvices y de su tierno sonido en el Bosque.

Miguel nos ha contado el significado de su canto, seguido de la risa complaciente de su hija.

La malviz es un especie monógama. Lo que escuchamos en el bosque es el canto del macho cantando de forma linda y gentil, para atraer a la hembra. Ellos se juntan en la rama pero vuelan hacia tierra, retozan unos segundos y la hembra se aleja a poner sus huevos. El macho vuelve a su canto hasta que una nueva hembra es atraída, se juntan, pero la hembra le dice “a mi me tienes que dar más tiempo”. Bajan volando al suelo y, en efecto, el malviz macho, retoza más rato con la nueva hembra, hasta que ella se marcha complacida a depositar sus huevos en su blando nido, en forma de copa forrado con barro y hierba seca. Elige un arbusto, árbol o enredadera. Pondrá cuatro o cinco huevos de color azul brillante, ligeramente manchado de negro o morado; pesan seis gramos.

La hembra incubará los huevos ella sola durante 10-17 días. Después de la eclosión transcurren otros 10-17 días hasta que las crías salgan del nido.

Las malvices de Miramón tienen entre tres y 10 años.

La malviz se alimenta de la gran variedad de invertebrados, de lombrices y caracoles, de frutas blandas y bayas, tan abundantes en este pago.  Al igual que su pariente, el mirlo, encuentra presas animales a simple vista. Se sirve de una técnica de caza corriendo y parrando en campo abierto, y hurga en la hojarasca en busca de alimentos. El pajaro malviz está muy a gusto entre nosotros, de ahí su delicioso canto.

Por eso nuestra propuesta de intervención en el Bosque es en superficie urbana, dejando el hondo del mismo a pasto y felicidad de tanta vida que produce vida.

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