Amamos a Grecia, malditos tecnócratas

klimtDejando a un lado la mitología, origen y fundamento de la religión cristiana, ¿alguien puede imaginar la filosofía europea actual sin Platón y Aristóteles, nuestra literatura sin Homero y Píndaro, nuestro teatro sin Aristófanes, Sófocles y Esquilo, nuestras matemáticas y geometría sin Pitágoras, nuestra historia sin Heródoto y Tucídides, nuestro pensamiento político sin Pericles, nuestro arte y nuestra arquitectura sin la existencia hace siglos en Grecia de gente como Mirón, Fidias, Praxíteles, Apolodoro o Lisipo? Ya sé que suena muy antiguo, pero sin la existencia de la Griega clásica y de la cultura que nos legó Europa no sería como es por más que esto les importe un rábano a los burócratas europeos, que lo único que quieren es chupar la sangre de los débiles.

En La vida de Brian, la película de Monthy Python que demostró que se puede reír uno incluso de lo sagrado sin ofender, hay un momento en el que el líder político de la célula judía que lucha contra los romanos se pregunta retóricamente qué han aportado éstos a los judíos para poder estarles agradecidos. “Los puentes”, exclama uno de los miembros de la célula, interrumpiéndolo. “Vale”, acepta el interrumpido siguiendo con su discurso: “Y, aparte de los puentes, ¿debemos algo a los romanos?”. “Los acueductos”, contesta el otro. “De acuerdo”, vuelve a aceptar, visiblemente molesto, el líder de la célula judía, “pero, aparte de los puentes y los acueductos, qué les debemos a los romanos?”. “Las calzadas”. “¡Vale!… ¿Y, aparte de los puentes, los acueductos y las calzadas?”. “El circo”. La escena —lo recordarán— concluye con el inventario del legado romano a la humanidad (el derecho, las termas, los panteones, etcétera), que serviría también para los griegos.

De una columna de Julio Llamazares

8 comentarios en “Amamos a Grecia, malditos tecnócratas

  1. Vicent

    Existen momentos en la historia de Europa en los que la lucha por la justicia social y por la democracia en un país es también la lucha por la justicia y por la democracia para todos los países del continente europeo. La lucha, mal llamada Guerra Civil en España (entre 1936 y 1939), fue un ejemplo de ello. En el territorio español, un golpe militar en nombre de las minorías que controlaban el país, tuvo lugar el 18 de julio del año 1936, con el apoyo de las tropas nazis alemanas y fascistas italianas, frente a la gran mayoría de las clases populares de los distintos pueblos y naciones de España, que resistieron tal golpe heroicamente durante más de tres años, con escasa ayuda militar de los países gobernados por partidos que se autodefinieron como demócratas, mostrando una gran traición a los principios democráticos que decían sostener.

    La derrota de las fuerzas democráticas españolas significó también la derrota de la democracia en la Europa Occidental con la victoria del nazismo y del fascismo en muchos países de aquella Europa, iniciándose la II Guerra Mundial. Y en España, aquella victoria significó el inicio de un régimen dictatorial que se caracterizó por su enorme brutalidad (por cada asesinato político que cometió Mussolini, el dictador Franco cometió 10.000, según el mayor experto en el fascismo europeo, el profesor Malefakis, de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York) y que impuso un enorme retraso económico, político, social y cultural en España. En 1936, España e Italia tenían semejante nivel de desarrollo económico. En 1978, fecha en la que terminó aquel horrible régimen dictatorial, el PIB per cápita español era solo el 62% del italiano. Este fue el coste económico de tal régimen.

    Salvando las diferencias que existen en cada hecho histórico, lo cierto es que en Grecia hemos estado viendo una situación semejante, en que la lucha por la justicia social y por la democracia en aquel país es la lucha por la justicia social y por la democracia en todos los países de la Europa Occidental. La pervivencia de la justicia social y de la democracia en los países de la Unión Europea se está jugando hoy en aquel país. Su derrota limitará enormemente, hasta anularlas, tanto la una como la otra, completando un proceso que se inició hace años con la construcción de un sistema de gobierno de la Eurozona, dominado por el capital financiero (hegemonizado por el alemán), que, en una coalición de las minorías gobernantes en cada país, han estado agrediendo al pueblo griego, destruyendo el 25% de su riqueza nacional o PIB, con el desmantelamiento de su ya escaso Estado del Bienestar, saqueándolo, robándole sus propiedades y atacando a sus clases populares, y muy en particular a su clase trabajadora, asalto que se ha estado realizando en colaboración con las élites corruptas y antidemocráticas que han gobernado Grecia durante muchísimos años. Este ataque (y no hay otra manera de definirlo) se ha llevado a cabo en alianza con las minorías que representan a las clases dominantes de los países miembros de la Unión Europea, siendo un aliado importante en esta lucha de clases que está teniendo lugar a nivel continental, las élites corruptas gobernantes del Estado español, herederas de las que dominaron la dictadura fascista en España

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  2. Iñaki

    Caerán babas verdes de las bocas de Mariano Rajoy pero, creedme, más allá de ponernos de momentánea mala hostia, no nos afectarán

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  3. Dacionera

    Sólo en las películas de terror se ven escenas tan sádicas como las que vimos el 13 de julio pasado en Bruselas, cuando el primer ministro griego Alexis Tsipras –herido, derrotado, humillado– tuvo que acatar en público, cabizbajo, el diktado de la canciller de Alemania, Angela Merkel, renunciando así a su programa de liberación por el cual fue elegido, y el cual precisamente acababa de ser ratificado por su pueblo mediante referéndum.

    Exhibido por los vencedores como un trofeo ante las cámaras del mundo, el pobre Tsipras tuvo que tragarse su orgullo y tragar también tantos sapos y culebras que el propio semanario alemán Der Spiegel, compadecido, calificó la lista de sacrificios impuestos al pueblo griego de “catálogo de horrores”…

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  4. Jose Mari Arrue

    He leído este blog por casaulidad. He pasado unas vacaciones en Grecia, constaté tanto el derrumbe como la demolición controlada de un país que tiene más luces sociales que sombras. Fue un viaje de un mes donde pude comprobar que Grecia es, para los chacales económicos de la UE y el FMI, un campo de pruebas. Y, a la vez, ese país necesario representa la primera grieta del sueño de una Europa que no ha sido del todo y sospecho que ya no será. Al menos no lo será como algunos diseñaron. Respecto a lo otro, lo más poético del país es la gente. Hay millones de griegos a los que quieren convencer de que la batalla está perdida. Y no es cierto.

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  5. Luisma

    Muchas personas en Europa recibieron la elección de Alexis Tsipras como primer ministro de Grecia como una noticia esperanzadora. Cuando el presidente de Syriza, después de semanas de agotadoras negociaciones firmó el dictado de recortes, la decepción fue asimismo muy grande. Sería injusto y arrogante señalar a Alexis Tsipras y a Syriza con el dedo acusador de la moral. Mucho mejor sería reflexionar dentro de la izquierda europea bajo qué condiciones es posible en Europa hoy hacer una política democrática y social, es decir, de izquierdas.
    Hemos aprendido una cosa: Mientras el supuestamente independiente y apolítico Banco Central Europeo pueda cerrar el grifo del dinero a un gobierno de izquierdas, una política que se oriente hacia principios democráticos y sociales será imposible. El exbanquero Mario Draghi no es ni independiente ni apolítico; trabajaba para la Goldman Sachs, en el momento en que ese banco de Wall Street ayudó a Grecia a falsear los balances de su contabilidad. Así fue como se hizo posible la entrada de Grecia en el euro. (Por cierto cuando Luis de Guindos dirigía la Lehman Brothers en España y Portugal)
    Ahora los sabiondos se preguntan si Grecia debe volver al dracma -la peseta griega-. Y esa no es la cuestión de fondo, sino el insoportable paro juvenil en todo el sur de Europa, o el que cada uno estos países están siendo desindustrializados. Una Europa en la que la juventud no tiene futuro está en peligro de descomposición
    El exministro de finanzas griego Yanis Varufakis, que comprende algo de economía política, había diseñado un plan B para el caso de que Draghi cerrase el grifo del dinero, es decir, hiciese uso de la “opción nuclear” como se le llama en los círculos financieros. Y efectivamente el exbanquero de inversión ha hecho uso de dicha arma de destrución masiva. Junto a Schäuble (el ministro alemán),Draghi es el verdadero sátrapa de la Eurozona. Justo después de que el gobierno de Syriza tomase posesión en Atenas, el Banco Central Europeo utilizó los mecanismos de tortura para hacer arrodillarse a Tsipras. Y en estas estamos cuando el valiente Alexis Tsipras se prepara a una nueva batalla al frente de Syriza -por cierto en Euskadi sabemos mucho de cómo la derecha política y económica se vale de la extrema izquierda para arruinar proyectos democráticos.

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  6. Luisma

    Gana Tsipras, quien pese a las críticas demuestra que una cosa está clara, es un revolucionario y un as de la política. En pocos meses de ejercicio del poder ha cambiado el panorama político griego, pulverizando al Pasok, uno de los partidos hegemónicos del bipartidismo, se ha plantado frente a la Unión Europea, les dio la larga cambiada y ahora ha salido reforzado frente a la oligarquía europea. Ha pedido un nuevo voto de confianza para seguir defendiendo los intereses de su pueblo y lo ha conseguido ampliamente. Machacado pero mucha gente del pueblo griego está con Syriza. Tenemos a donde agarrarnos. Lástima no tener a Tsipras entre nosotros

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