A sabiendas de que la mera proclamación de los distritos, por primera vez en la vida, movilizó a todas las asociaciones de vecinos de Donostia provocando su rechazo

A sabiendas que la distribución de la ciudad en distritos no funciona en ninguna de las capitales vecinas, y es un decorado que se cae a trozos en nuestra vecina Bilbao

A sabiendas que a la ciudad le va bien con la actual organización en 17 barrios

Cuando el movimiento asociativo reclama que se retire la propuesta y se abra un debate público, serio y sosegado, entre todos los agentes sociales de la ciudad , sobre cómo mejorar la eficacia en la gestión de Donostia y cómo acercar las instituciones a los barrios y a la gente.

Cuando las asociaciones barriales piden al Ayuntamiento la creación de instrumentos de participación para que los ciudadanos puedan opinar y decidir sobre temas estratégicos de esta ciudad. Sin que tal debate se produzca, sin siquiera tener en cuenta las alegaciones hechas por personas y organizaciones bienpensantes

La maquinaria del pleno municipal aprueba la figura de los distritos, echa las campanas al vuelo, critica a diestro y siniestro, y de formas maleducadas, -algún edil malacostumbrado lo hace de forma grosera- al movimiento asociativo, y se olvida que lleva cuatro años reprochando que la ciudad carece de gobierno; por no recordar, a los tres partidos -los cuatro dicen lo mismo- “hay que gobernar mirando a la gente, a sus intereses, a sus anhelos y no a los de la casta política”

A ze parea, karakola ta barea!.