Lantxabe participa en el más que merecido homenaje a Don Pedro Albizuri

PEDROEl sacerdote Pedro Albizuri lleva más de 20 años al frente de la parroquia del barrio. Se jubila a los 77 años de edad y la gente de Lantxabe quiere participar, como los primeros, en el cálido y expresivo homenaje, que se prepara para el 15 de febrero

Lantxabe quiere agradecerle la dedicación que ha prestado a la Asociación y al barrio, desde el primer día. Pedro participó en la asamblea fundacional el 17 de diciembre de 2012 y desde entonces siempre ha colaborado con la vecindad, con un excelente y fiel servicio.

Todo nuestro agradecimiento para esta gran persona.

Albizuri lleva como párroco de Aiete desde el 29 de julio de 1993. Se ordenó como sacerdote a los 24 años y tras pasar algún tiempo en Beasain, se trasladó a Argentina y después trabajó como misionero en Rwanda. Trece años después partió a París para formarse mejor académicamente y cuando volvió a casa lo hizo como coadjutor (ayudante del párroco) en la iglesia de San Pedro, de Lasarte. Después se encargó de la iglesia de Martutene y pasó ocho años como párroco en Elgoibar antes de llegar a Aiete.

2 comentarios en “Lantxabe participa en el más que merecido homenaje a Don Pedro Albizuri

  1. La parroquia de Aiete

    El edificio se levantó en 1926 pero no recibió la categoría de parroquia hasta 1961. Gurutzeaga va a cumplir 50 años como tal aunque su origen es más antiguo
    05.11.10 –

    La iglesia del Santo Cristo de Aiete se construyó hace 83 años, pero será el próximo año cuando cumpla las bodas de oro como la parroquia de este barrio que en los últimos años ha experimentado una notable evolución demográfica.

    Vamos a manejar estas fechas para recordar la efeméride de los 50 años de la parroquia, aunque los que han estudiado en el pasado de Aiete, como el historiador Manuel Lecuona, nos trasladan a finales del siglo XII, época en la que vinieron a la entonces villa de San Sebastián y se establecieron en ella, un gran número de gascones que se ubicaron por los alrededores rurales de la ciudad, principalmente en el Alto de Amara y en el Alto de Lugaritz.

    De su llegada queda testimonio de los nombres de muchos caseríos ya desaparecidos como Txandarmene, Merkekin, Borroto, Puio, Miramón y Hayet, Famet o Ayet, que de los tres modos se escribió este apellido, según los tiempos, y del que ha derivado el actual nombre de Aiete o Ayete del original nombre gascón.

    Pues bien, junto al caserío Hayet había una pequeña ermita del Cristo y su origen podría remontarse a los caballeros templarios que tuvieron en San Sebastián encomiendas y casas.

    Muy pocas noticias se conocen de los primeros años de la vida de la ermita. En el año 1885, los duques de Bailén compraron en el alto de Amara varios caseríos con los campos y bosques de los alrededores, entre los que se encontraban el caserío ‘Aiete’ y la ermita del Cristo.

    En 1878 los duques construyeron el actual palacio de Aiete. La ermita, situada dentro del recinto de los jardines del palacio, continuó abierta al público convirtiéndose en centro de reunión de los moradores del barrio y del palacio.

    Los condes de Casavalencia, a la muerte del duque de Bailén, el año 1911, adquieren el palacio. Y en el año 1940 lo compró el Ayuntamiento donostiarra, siendo alcalde Antonio Pagola.

    Pero volvamos unos años atrás, cuando a comienzos del siglo XX llegaron a Aiete, procedentes de México, los señores de Areitio, don José y doña María De la Arena, que fueron los que contribuyeron en la construcción de la nueva iglesia del Cristo. Los terrenos para la construcción de la nueva iglesia fueron cedidos por Manuel Mercader, señor del viejo palacio de Miramón y del caserío Olabene, junto al cual se construyó la nueva iglesia por el arquitecto Luis Elizalde, propietario del caserío Ugalde.

    Y fue el 14 de septiembre de 1926, festividad de la Santa Cruz, cuando Fray Zacarías, obispo de Vitoria, a cuya diócesis pertenecía la provincia de Gipuzkoa, bendijo e inauguró la iglesia.

    Cecilio Aguirre Isasa fue designado primer capellán y el Cristo que hasta entonces permanecía en la ermita fue trasladado a la nueva iglesia, la que hoy conocemos.

    Al poco tiempo de la inauguración de la iglesia subió a Aiete la reina María Cristina, que acudió a visitar el Santo Cristo en su nuevo templo y como testimonio de esta visita se conserva un cáliz de estilo barroco, del siglo XVII, que regaló la reina.

    La actual parroquia

    Aiete iba creciendo en habitantes y hacia 1960 ya vivían en este barrio unas 3.000 personas. Y al incrementar el vecindario el 21 de marzo de 1961, el primer obispo de Donostia, Jaime Font Andreu, elevaba la actual iglesia a la categoría de parroquia bajo la advocación del Santo Cristo de Aiete. El primer párroco fue Eustoquio Iriarte Urdinarrain, natural de Belauntza. Primeramente sirvió a la Capellanía en los años difíciles de la posguerra, y después a la parroquia en los comienzos del crecimiento demográfico de Aiete por las familias de inmigrantes que iban llegando de las provincias castellanas a la capital de Gipuzkoa.

    Sucedieron a Eustoquio Iriarte al frente de la parroquia, Juan Azpitarte, Antón Marcaide y en la actualidad es párroco desde 1993 Pedro Albizuri, a quien le toca dirigir esta iglesia enclavada en uno de los barrios más extensos de la ciudad, antes poblado de caseríos, casas, sidrerías y manzanos y hoy convertido en una amplia zona residencial con sus instalaciones empresariales y científicas, donde viven unas 15.000 personas.

    Y mientras el barrio crece en número de habitantes, la comunidad de vecinos vinculada a la iglesia también lo hace y de ello da constancia el párroco Pedro Albizuri, que recuerda que la iglesia de Aiete, desde que era ermita, ha tenido fama por la celebración de bodas, aportando el dato de que en 1973 se oficiaron 213 enlaces o 167 en 1976. En la actualidad, a pesar de ponerse de moda las bodas civiles, en Aiete se unen 30 parejas al año.

    A pesar de los cambios sociales en el campo religioso, en Aiete se detecta la existencia de grupos de padres que están haciendo valer el humanismo cristiano en sus hogares y sus ámbitos sociales y los datos parroquiales reflejan que al año se bautizan 95 niños, 350 asisten a la catequesis, 110 hacen la primera comunión, 40 jóvenes se reafirman en la confirmación y 60 más participan en cursos prematrimoniales y 30 parejas se casan.

    En este auge de vida en torno a la parroquia, la iglesia ha apostado por ampliar sus instalaciones para poder atender dignamente las crecientes necesidades del barrio. Junto a la actual iglesia se va a levantar un nuevo edificio, cuyas obras comenzarán en diciembre, que acogerá diversas salas de reuniones y de usos polivalentes. Los gastos -un millón de euros-, serán sufragados con la ayuda del Obispado y con la necesaria ayuda de los feligreses de Aiete.

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