Un comentario en “Memoria colectiva y dignidad en el fútbol

  1. Olavene

    La Liga de Fútbol Profesional denunció ayer el cántico que unos ochenta aficionados de la Real profirieron contra el Atlético de Madrid el domingo.

    El organismo que preside Javier Tebas, conforme a la normativa de la Federación Española, trasladará a la Comisión Antiviolencia un escrito de denuncia del cántico. En referencia al equipo rojiblanco, estos seguidores, ubicados en la parte inferior central del Gol Sur, entonaron “Atlético de Madrid, mierda”. “Este cántico”, subraya la Liga, “fue realizado exclusivamente por parte del mencionado grupo, sin que fuera seguido o coreado por el resto de espectadores presentes en el estadio”.

    El informe destaca, asimismo, que “el comportamiento del resto de espectadores presentes en el estadio fue absolutamente correcto durante todo el partido y que los hechos descritos anteriormente siempre se produjeron en la zona concreta del Gol Sur y particularmente en su zona inferior central”.

    El tema es especialmente escandaloso cuando durante muchos años a partir de 1998 la Real y sus aficionados han tenido que soportar cómo en el fondo del Calderón, en el que anida el grupo que perpetró su asesinato, mancillan la memoria de Aitor Zabaleta. Los cánticos eran especialmente ofensivos y hasta hace unos pocos años, el resto del estadio jamás los censuró: “Por eso yo / voy a pinchar (otras veces dicen matar o linchar) / al guarro de la Real / no nos engañáis / Aitor Zabaleta era de Jarrai”. Uno de los más repetidos: “Aitor Zabaleta, era de la ETA”. Un tributo al asesino: “Justicia para Ricardo Guerra (probado autor material de la muerte de Aitor Zabaleta)”. Y el ya menos hiriente y más habitual: “Puto vasco el que no bote”.

    La Real los denunció en 2006 y no se supo jamás de una posible sanción. Desde hace unas pocas temporadas y después de que les reprendieran desde el club y parte del resto de la grada les silbara, el Frente Atlético ha disminuido notablemente sus ofensas a la Real y a Zabaleta.

    Responder

Deja un comentario