Lubitsch, siempre Lubitsch

ANA PEZRemordimiento de Ernst Lubitsch, esta tarde, a las siete menos cuarto en la casa de cultura de Aiete, Lantxabe, de la mano de Lola Arrieta, Fernando Mikelajauregi y más de un centenar de colaboradoras y colaboradores, preparan Santo Tomás a su manera

Uno se levanta el 19, tras una plena sesión con “Uno de los nuestros” y Willa Cather y ve que quedan dos día para el primer asalto a la fiestas navideñas, y se frota los ojos por lo vivido ayer en Ayete.

Es lógico.

En torno a una mesa redonda (cuadrada) desbordada por uno de los lados por la asistencia masiva de tantas personas dispuestas a contrastar la lectura de su novela con otras setenta y cuatro semejantes es muy estimulante e invita a retornar esta tarde al centro cultural para ver una buena película y disfrutar de tan importante compañía.

Contra el abortagamiento oficial y gastronómico, el mejor remedio es Ernst Lubitsch, maestro de la ironía, genio del cine, padre artístico de Billy Wilder, rey de la insinuación y la elipsis, el director, al que el cine de Aiete, dedica esta magnífica tarde.

Y el 19 Santo Tomás habitará entre nosotros

Es lo que se dice un planazo

Deja un comentario