Los barrios y los presupuestos municipales de 2015

wwwCon la idea de potenciar los “barrios y pueblos” en los proyectos de ciudad, el gobierno municipal ha recorrido toda la legislatura.

Empezó su trayectoria de gobierno convocando a los barrios en Octubre de 2011, y acaba en esta fechas haciendo los presupuestos, para 2015, a los que que llama participativos.

El inicio del proceso de “participación ciudadana” fue protagonizado por el propio alcalde. En él se ninguneaba a las asociaciones de vecinos existentes. Es probable que el nuevo gobierno las considerara como del “viejo régimen”. Lantxabe le dirigió al alcalde una carta, pública y publicada, quejándose por ello.

Consecuencia de aquellas reuniones, la autoridad municipal creó un mural, que difundió por diversos medios, y expuso en las casas de cultura. En el mural se exhibían las diferentes reivindicaciones de los barrios, asumidas por el gobierno, tras varios presupuestos, lo reclamado sigue pendiente.

Siguió un largo silencio y hace unos meses, el pasado marzo, se volvieron a convocar reuniones de vecinos por barrios y pueblos, esta vez con la cooperación de las asociaciones de vecinos, algunas de antigua tradición y otras creadas en este último periodo.

El gobierno municipal modifica pues, en dos puntos, su estrategia anterior: Uno, como se dice, atribuye un cierto papel al movimiento asociativo organizado, y dos, sistematiza la colaboración programática de la ciudadanía, limitando a 15 las propuestas por barrio, subdividas en tres apartados: cultura, euskera; urbanismo, movilidad, y seguridad ciudadana.

Divide las reuniones asamblearias, de barrio, en tres citas: fase de propuesta; de resumen, y de acuerdo final. Y aunque como ocurrió en los procesos de 2011, a la primera convocatoria acudan un relativo número de personas (62 en Aiete) y a las otras dos la asistencia es testimonial (en Ayete a la segunda reunión asistieron 4 personas, y a la última seis); a este le llama proceso de presupuestos participativos, que no tienen nada que ver con aquellos que se han puesto en práctica en diversas ciudades, desde su inicio en Sao Paulo (Brasil).

Más allá de la organización del debate en infantiles círculos o de los límites que se pone a la participación o del autoritarismo en la moderación de estas reuniones; lo que interesa retener son los resultados de esta forma de participación.

Por arte de birlibirloque, las principales y más tradicionales reivindicaciones del barrio de Aiete, ambulatorio y ascensor desde Morlans, han desaparecido de estos presupuestos participativos. Se dice que figuran en otras partidas presupuestarias.

El próximo 8 de enero el ayuntamiento nos ha citado en la casa de cultura. Veremos.

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